NUEVOS UNIFORMES
Los tacones y el pichi de premamá llegan a las policías locales
Unos 2.500 agentes municipales de Galicia tienen dos años para cambiar de uniforme
Autor:
M. Cheda
Localidad:
santiago/la voz.
Fecha de publicación:
30/7/2010
Todos los policías locales de Galicia deberán vestir igual dentro de dos años, lo cual obligará a decenas de concellos a renovar el fondo de armario de los 2.534 profesionales del gremio actualmente en activo. Así lo establece una orden de la Consellería de Presidencia que, si bien entra hoy en vigor, concede un margen de 24 meses para la adaptación a sus artículos. El documento, además, consagra formalmente en las comisarías el derecho a usar tacones -«pero non poderán superar os 40 milímetros de alto», prescribe-, faldas pantalón y un par de piezas específicas para embarazadas: el pichi y el mono o peto de premamá.
La citada disposición viene a completar un decreto sobre la materia que el Ejecutivo de Núñez Feijoo había emitido en abril al objeto de desarrollar una ley del 2007. Básicamente, su importancia radica en que por primera vez se implanta a nivel autonómico «unha imaxe corporativa común e homoxénea» para los cuerpos municipales de seguridad, «un símbolo identitario perante a cidadanía». Asimismo, en clave de recado a los gobernantes de ayuntamientos afectados, advierte: «Deberá terse en conta á hora da adquisición de roupas as diferenzas anatómicas entre os distintos sexos, realizando os axustes necesarios a tal fin».
En virtud del texto referido queda instituido para el sector un «catálogo de pezas, cos seus deseños, descricións, usos e características». Colores, tamaños, telas, patrones, hechuras, calidades, atuendos de verano e invierno... Figuran enumeradas con todo lujo de detalle 13 prendas autorizadas para los agentes «que habitualmente presten servizos de protocolo ou representación», 18 para quienes desempeñen faenas «ordinarias» y 16 reservadas en exclusiva para ocasiones «de gala». Por último, se incluyen tres grupos de trapitos «especiais»: nueve para unidades de playa o ciclistas, seis para las motorizadas y dos para las mujeres encintas.
Al menos en apariencia, no queda un solo fleco suelto. La Xunta no solo especifica cómo han de confeccionarse camisas, chaquetas y jerséis convencionales, sino también forros polares, pantis, bufandas protectoras, riñoneras, cascos, cinturones, polos, gorras de béisbol