Una guardia civil se enfrenta a prisión por llevar un chaleco antibalas femenino
Raúl Martín
29 Agosto 2016 41
Durante un control el oficial al mando denegó su uso, pese a que la agente lleva haciéndolo desde hace años, dando la orden de que se pusiera un chaleco masculino. La agente se negó porque la prenda para varones dificulta a las mujeres el acceso al arma reglamentaria y los grilletes, con lo que se pone en riesgo la seguridad. El oficial la denunció por insubordinación y la guardia civil puede terminar en la cárcel
Una guardia civil de Salamanca se enfrenta a prisión militar por llevar un chaleco antibalas femenino. En concreto, acusada de un delito de insubordinación a un oficial que durante un control policial le ordenó que se quitara la prenda femenina para ponerse un chaleco masculino, a lo que ella se negó porque disminuiría su seguridad.
Según denuncia la Asociación Unificada de Guardias Civiles, los hechos se produjeron a principios de agosto durante de un control. Entonces, el oficial al mando denegó el uso del chaleco femenino, comprado por ella años atrás por 500 euros al no recibir una prenda adaptada a su género, y que venía utilizando desde entonces sin problemas. El oficial ordenó que usara uno masculino, algo que a la agente le impedía el acceso a su arma reglamentaria y a los grilletes debido a su excesivo tamaño.
Por eso, la guardia civil optó por hacer uso de su chaleco femenino, que era de su talla y le permitía acceder a los elementos de seguridad mencionados. El resultado de su decisión, ha tenido como resultado la propuesta de instrucción de un delito militar de insubordinación. “Esto supone que esta agente puede acabar pagando su osadía en una prisión militar donde acudan sus dos hijos a visitarla, incrédulos al enfrentarse a una situación por la que su madre, una buena policía desde hace 24 años, podría acabar en la cárcel como una vulgar delincuente”, añade la AUGC.
Añade que “el actual Gobierno de España, y como él los anteriores, sabe que la carencia más básica en seguridad de los guardias civiles no es otra que la falta de dotación personal de chalecos antibalas. Pero esta circunstancia, como en todo lo relativo a la igualdad cuando se añade la condición de mujer, se intensifica cuando nos referimos al chaleco antibalas femenino. Desde AUGC nos preguntamos dónde ha quedado la obligación de la cadena de mando de velar por la salud y seguridad de los trabajadores, según recoge el Plan de Prevención de Riesgos Laborales de la Guardia Civil”.
Y concluye: “Éste es el país en el que nos movemos, un país al que se le llena la boca de propósitos para la igualdad de trato y oportunidades, sobre todo en el ámbito funcionarial, pero siempre vetado para la Guardia Civil, los hijos e hijas pródigos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad a los que para más estrangulamiento ante su despropósito en la reivindicación de derechos se les amenaza y aplica un Código Penal Militar que ve desvirtuado su sentido en actuaciones de índole policial”.