Evaluando el abuso sexual en niños

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Estos comentarios sobre la evaluación del abuso sexual infantil. Creo que suponen un punto de reflexión importante en relación a las técnicas de entrevista que empleamos. Por supuesto, cualquier aportación al respecto será siempre bienvenida. Ah, el artículo es original de Karen Shalev, y lo podéis encontrar por Internet con el título: "Interviewing Children. A Case Study." No lo he traducido completamente, pero para los que lean en inglés merece la pena hacerlo, ya que habla de un caso en el que las cosas no se hicieron demasiado bien y ...

A partir de la década de los 80 han aumentado las denuncias por casos de abuso sexual infantil. Sin embargo, varios casos alertaron pronto aal sistema judicial sobre posibles episodios de alegaciones falsas. La transcripción de algunas entrevistas reveló el empleo de técnicas de sugestió, incluso coercitivas, por parte de los investigadores. Como consecuencia de todo esto, se ha comenzado a dar mucha importancia al fenómeno conocidoo como "sugestión infantil."
Para tratar de abordar este fenómeno se han elaborado procedimientos estructurados de entrevista. Los más conocidos son "la entrevista cognitiva" y "la entrevista de estilo libre." La entrevista con niños puede resultar una tarea muy complicada. Se han identificado 3 tipos de factores que pueden dificultar el proceso de obtención de información:

1. Los problemas lingüísticos derivados de la obtención detallada de información en niños que no están acostumbrados a proporcionar narraciones elaboradas de su propia experiencia.

2. Los problemas cognitivos ocurren cuando se pide a los niños que recuerden sucesos que ocurrieron mucho antes de la entrevista.

3. Los problemas motivacionales de proporcionar información sobre acontecimientos estresantes, vergonzosos o dolorosos, puede resultar muy difícil.

El "sesgo del entrevistador" se refiere a entrevistas en las que los entrevistadores tienen opiniones a priori sobre la ocurrencia de determinados sucesos. Como resultado de ello, moldean la entrevista para provocar respuestas en el entrevistado que sean consistentes con las creencias previas del entrevistador. Una de las características distintivas del sesgo del entrevistador son los intentos decididos de reunir sólo evidencia confimatoria y evitar todas las vías que puedan producir evidenca contraria e inconsistente.
Hay varias formas de identificar a un entrevistador sesgado:

1. No hay preguntas alternativas. El entrevistador no hace preguntas que puedan proporcionar explicaciones alternativas a las acusaciones.

2. Eventos inconsistentes. El entrevistador no pregunta al niño sobre sucesos que sean inconsistentes con sus hipótesis, como "¿Quién más, además del profesor, te tocó las partes."?

3.Ignorar respuestas. Cuando las respuestas del niño no contienen información, o parecen extravagantes e inconsistentes, los entrevistadores sesgados tienen a considerar estas respuestas como inconsistentes con el hecho de que el abuso ha tenido lugar, o simplemente ignoran estas respuestas totalmente.
El sesgo del entrevistador influye en la estructura total de la entrevista y se revela a través del empleo de una serie de técnicas altamente sugestivas:

1. No empleo de preguntas abiertas. Son preguntas que requieren respuestas con múltiples palabras. Este tipo de preguntas permiten a los niños escoger los temas en los que quieren centrarse. Un ejemplo de pregunta abierta sería: "¿Qué pasó?","¿Cómo ean sus ojos." Sin embargo, muchos entrevistadores aseguran que los nios dan poca o ninguna información ante estas preguntas, por lo que resulta necesario hacerles preguntas más específicas. Las preguntas abiertas obtienen más información del niño, aunque también hay más riesgo de proporcionar datos menos fiables.

2. Muchas preguntas específicas. El entrevistador pregunta sobre un detalle o evento en particular que se puede contestar sólo con una palabra.

3. Preguntas inductoras. Estas preguntas implican, o que hay una respuesta, o asume "hechos que no se pueden negar." Incluso las preguntas cerradas tipo "sí/no" pueden considerarse inductoras si el niño responde "sí" casi siempre.

Es importante señalar aquí que no resulta fácil engañar a los niños para que hagan acusaciones falsas de abuso sexual. Cuando los niños proporcionan datos poco precisos, generalmente suelen ser errores de omisión (ej., no incluir determinados datos en sus relatos) más que errores de comisión (incluir datos falsos en sus relatos).

4. Preguntas repetidas. A menudo suele entrevistarse varias veces a los niños testigo, tanto en entornos forenses como informales, por lo que están expuestos a muchas preguntas repetidas. Los efectos de esta repetición, entre entrevistas, depende de la situación específica y de si las preguntas eran sugerentes. Los beneficios de preguntar varias veces lo mismo son, primero, obtener nueva información utilizando preguntas abiertas (los niños de pre-escolar, por ejemplo, suelen proporcionar diferentes detalles en diferentes entrevistas. Segundo, puede demorar la pérdida de información por el paso del tiempo. Finalmente, mejora la capacidad del niño para revelar más información empleando pocas preguntas específicas.
Sin embargo, el entrevistador sesgado puede hacer repetidamente la misma pregunta hasta que obtiene la información esperada. Esto es especialmente problemático dentro de la entrevista. Los niños suelen cooperar y ser complacientes en las entrevistas. Suelen ver a los adultos como sinceros y que no les quieren engañar. Cuando los adultos hacen una pregunta, los niños suelen asumir que hay una respuesta verdadera. Algunas veces intentan que sus respuestas concuerden más con lo que creen son los deseos del entrevistador que con el verdadero conocimiento que tienen de los acontecimientos. Por lo tanto, pueden intentar dar respuestas aunque las preguntas sean extravagantes. Cuando se les pregunta varias veces lo mismo, pueden cambiar la respuesta.
Preguntar lo mismo repetidas veces sólo sirve para confundir al niño y llevarle a realizar declaraciones inconsistentes. Y esto suele ser así para las preguntas específicas. Cuando se emplean ppreguntas abiertas ello suele verse como la solicitud de más información. Los niños en edad de guardería son los más vulnerables a este tipo de manipulación.

5. "Frases de aliento." El sesgo del entrevistador se efleja en el ambiente de la entevista. Los entrevistadores de niñoos dan especial importancia a generar confianza, de forma que el niño se sienta relajado y no experimente temor. Sin embargo, las "frases de aliento" pueden perder rápidamente su tono imparcial reforzando selectivamente las respuestas de los niños (asintiendo con la cabeza o sonriendo) que son consistentes con las hipótesis o creencias del entrevistador. Sabemos que los niiños pueden proporcionar información incorrecta sobre eventos que no recuerdan si el entrevistador genera en ambiente de acusación. El entrevistador también puede crear una "atmósfera de acusación" estimulando las respuestas que favorezcan la ocurrencia del abuso y criticando aquellas respuestas que contradigan el abuso. En ocasiones, las respuestas que parecerían suavemente alentadoras son, en realidad, amenazantes. Esto lo encontramos en aquellas frases que - implícita o explícitamente - amenazan, sobornan o premian: "te encontrarás mejor si lo cuentas", "no tengas miedo de contarlo." Este tipo de frases generar un tono acusador.

Técnicas de entrevista que se han valorado como problemáticas en algunos estudios:

1. Preguntas sugerentes. Cuando el entrevistador introduce una información que el niño todavía no ha proporcionado. Por ejemplo, "¿Te tocó el culo?"

2. Otras personas. El entreviistador le dice al niño que ya ha recibido información de otras personas sobre los temas de los que van a hablar. Así, el entrevistador genera presión hacia la conformidad, que se puede definir como "la tendencia a cambiar o modificar nuestras propias conductas de manera que sean consistentes con las de otras personas."

Se ha argumentado que hacer que se encuentre presente en la entrevista un adulto que conozca al chico podría ser una garantía de que el niño dice la verdad, de tener otro testigo de las revelaciones del niño o para proporcionar apoyo emocional. Sin embargo, parece que la presencia de adultos extra puede inclinar la balanza hacia revelaciones falsas por dos motivos:

A. La presencia de otro adulto que mantiene las mismas creencias acerca de lo que puede haber ocurrido, puede inducir al niño a unirse a ellas.

B. La presencia de adultos extra multiplica las cuestiones a las que el niño tiene que responder sobre el mismo tema.

3. Consecuencias positivas y negativas. Positivas: el entrevistador El entrevistador proporciona, promete, o su conducta implica, elogios, aprobación o acuerdo u otras recompensas al niño, o indicará que el niño demostrará cualidades deseables si hace determinadas afirmaciones. Por ejemplo, "eres muy listo ..." Negativas: el entrevistador critica o muestra su desacuerdo con los comentarios del niño, o señala que su declaración es incompleta, inadecuada o decepcionante

4. Preguntas ya respondidas. Cuando el entrevistador hace al niño una pregunta que ya ha respondido de forma no ambígua en esa misma entrevista. Cuando estas preguntas se emparejan con preguntas sugerentes es más probable que reduzcan la fiabilidad.

5. Invitar a la especulación. Se produce cuando el entrevistador pide al niño que opine o especule sobre eventos pasados o que estimule al niño a emplear la imaginación durante la entrevista (ej., haciendo ver que ...) o como resolviendo un misterio (ej., figurando que ...) Por ejemplo, "qué crees que pasó?"

Otra de las técnicas que se emplean cuando se entrevista a niños son los muñecos anatómicos. Se suele dar estos muñecos a los niños con la idea de que representen los supuestos abusos. Aunque su uso está ampliamente difundido, también han sido objeto de controversia.

Boat & Everson (1994) han analizado el debate al respecto y han señalado siete usos distintos que se ha dado a los muñecos en las entrevistas con niños:

1. De confort: para ayudar a crear un entorno más relajado y confortable para el niño, que se encuentra en una situación poco cómoda.

2. Romper el hielo: los muñecos pueden ayudar al niño a centrarse, de forma no amenazante, en temas sexuales y partes del cuerpo.

3. Modelo anatómico: para evaluar como etiqueta el niño las partes del cuerpo, su comprensión de las funciones corporales y la mecánica del acto sexual.

4. Ayuda para la demostración: es la función más aceptada y empleada de los muñecos. Ayudan a que el niño "muestre" más que "cuente" lo que ha pasado.

5. Estimular la memoria: en un ambiente de apoyo, puede ayudar a desencadenar recuerdos del niño sobre acontecimientos específicos de posible natualeza sexual y proporiona la oportunidad para que el niño revele espontáneamente sus intereses, preocupaciones o conocimientos sexuales. Generalmente, se le da l niño la oportunidad de manipular y explorar libremente el muñeco, mientras el evaluador observa el juego del niño, sus reacciones y comentarios. Las conductas o comenaios sexuales que se consideran poco habituales se emplean como temas para la entrevista.

6. Prueba diagnóstica: se asume que los niños que han sido abusados sexualmente juegan de forma distinta con los muñecos que los niños de la misma edad que no han sufrido abusos. Esta es la utilidad más problemática, ya que esta conclusión se basa en la interpretación clínica del comportamiento de los niños con los muñecos.

Cohn (1990) llevó a cabo un estudio en el que participaron niños que habían sufrido abusos sexuales y niños que no. Todos ellos jugaron con muñecos. Se hipotetizó que los niños que habían sufrido abusos sexuales mostrarían mas ansiedad, agresividad, incomodidad y conductas más explícitamente sexuales al jugar con los muñecos. La conclusiones de este estudio son muy valiosas. Primero, que los muñecos no generaban ansiedad. Segundo, que el abuso sexual no puede diagnosticarse únicamente sobre la base del juego con muñecos: ambos grupos introdujeron sus dedos en los orificios de los muñecos. Por último, los invedtigadores recomiendan a los profesionales se apoyen en evidencias adicionales y físicas cuando tengan que resolver sobre la ocurrencia de posibles abusos sexuales.abuso sexual
Este estudio tiene que ver con el escepticismo en torno al empleo de muñecos en la evaluación de abusos sexuales. El principal problema es el solapamiento existente entre elos síntomas conductuales mostrados por los niños abusados y los que no. Segundo, no existe una guia estándar para la evaluación y la práctica (por ej., en qué momento de la entrevista hay que introducir los muñecos o cuántos muñecos hay que introducir a la vez). El último aspecto de la crítica es que los muñecos son sugerentes y que, por su naturaleza, animan a los niñoos a realizar juegos sexuales, incluso si el niño no ha sufrido abusos sexuals.
Otra técnica sugestiva que se relaciona directamente con el empleo de muñecos es la manipulación del muñeco en diferentes posturas sexuales explícitas por parte del entrevistador. Los investigadores también señalan que cuando el niño llega a los cinco años su habilidad verbal es suficiente, por lo que el empleo de muñecos puede no resultar de mucha utilidad.


Autor: Fernando Pérez Pacho.
Psicólogo desde hace casi 3 décadas, con título de Especialista en Psicología Clínica. Amplia experiencia en la formación a cuerpos de seguridad y personal de emergencias.

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