La Psicología en las confesiones falsas

mentiraEn relación a los recientes descubrimientos sobre confesiones falsas hay que tener muy en cuenta los métodos de entrevista e interrogatorio empleados por la policía. Los estudios al respecto han demostrado que, en general, los investigadores policiales disponen de habilidades de entrevista muy pobres. Algunas de las técnicas de entrevista más cuestionables señaladas en los estudios son el interrumpir al sospechoso, hacer preguntas de forma muy rápida, poseer un grado muy limitado de flexibilidad durante la entrevista, secuencia de preguntas inadecuada, enunciar las preguntas de forma negativa, , empleo de terminología no neutral en las preguntas, lenguaje inapropiado y juicios de valor. Teniendo en cuenta estos resultados y el hecho de la policía pasa el 85% de su tiempo hablando con la gente, parece claro que los policía deberían recibir un entrenamiento apropiado en técnicas de entrevista policial. El entrenamiento debería poner énfasis en el abordaje de personas con algún problema mental o discapacidad intelectual.
Por otro lado, el sistema judicial debería tener más cuidado con la forma en que se obtienen determinadas confesiones de los sospechosos que se encuentran en custodia. El interrogatorio debería centrarse en obtener la verdad más que en asegurarse de conseguir una confesión. Cuando pregunta a un sospechoso potencial, el investigador debería asumir el papel de persona “no interesada” más que un papel de adversario. La investigación ha mostrado que la mayoría de las tácticas empleadas para persuadir a un posible sospechoso para que proporcione información no tienen ninguna utilidad y no sirven para modificar la respuesta inicial dada a la policía.
Relacionado con todo esto se encuentra la duración del proceso de interrogación que también parece tener su impacto en la posibilidad de una confesión falsa. Cuanto más largo es el interrogatorio mayor es la probabilidad de una confesión sin validez.
Para eliminar el sesgo y asegurar la fiabilidad y autenticidad de las confesiones, resulta imperativo que las confesiones se corroboren con las evidencias. En muchos juicios, ha sido únicamente la confesión la prueba aportada para condenar a alguien; y eso, teniendo en cuenta que, en numerosos casos, no existía evidencia material que asociara el delito a la persona que confesaba. En Escocia, por ejemplo, no se puede condenar a alguien únicamente sobre la base de una confesión.


Conclusiones del artículo. “The Psychology of False Confessions”. The Journal of Credibility Assessment and Witness Psychology, 1999.


Autor: Fernando Pérez Pacho.
Psicólogo desde hace casi 3 décadas, con título de Especialista en Psicología Clínica. Amplia experiencia en la formación a cuerpos de seguridad y personal de emergencias.


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