Madrid 2016, una mala idea en el peor momento
Por Pablo Elorduy
DIAGONAL
El Ayuntamiento aprobó unos presupuestos ?al límite de sus posibilidades? paralos JJOO de Madrid 2016, pero esto no influirá en la promoción de lacandidatura para organizar los juegos olímpicos de verano de 2016.
Desde que Juan Antonio Samaranch saltó desde la modesta Federación Espa?ola deHockey a la presidencia del Comité Olímpico Internacional (COI), aquellaalocución griega Citius, altius, fortius (más rápido, más alto, más fuerte) seha convertido en un lema publicitario que parece justificar una concepción deldeporte basada en el patrocinio, los focos y la farmacopea.
Los juegos olímpicos no natos de Madrid 2016, ?los juegos de las personas?,como los ha bautizado Alberto Ruiz Gallardón, afrontarán a principios de a?o larecta final de la segunda fase en el camino hacia la designación. De momentoChicago, la ciudad de Obama es hoy por hoy la gran favorita para organizar eléxtasis olímpico de 2016.
Andrés Naya, del movimiento vecinal de Barcelona, recuerda para DIAGONAL lo quesupuso la organización de los juegos de 1992: ?El optar a ellos se convirtió enun asunto de Estado. Nosotros nos metimos sólo con la Barcelona olímpica, esdecir, con las intervenciones que se preparaban para ser sede: estadio,comunicaciones, comunicaciones, villa olímpica, etc.?
Como ha comentado para este periódico María Ángeles Nieto, de Ecologistas enAcción, el deporte es una excusa para el flujo de capitales.Los Juegos Olímpicos traerían pocos beneficios a la ciudad, ?porque exigen unasinversiones muy elevadas en una serie de infraestructuras que realmente no sonnecesarias, que enla mayoría de los casos son muy elitistas y que luego tienen un escaso usosocial por parte de la mayoría de la población?.
?M2016? pasa desapercibido
Nieto reconoce que, en esta ocasión, el movimiento anti-olímpico madrile?o estádesorganizado: ?Creo que se tiene la sensación de que no existen posibilidades.
Aunque nunca se sabe, porque el COI es muycorrupto?. Para Naya no es una cuestión de posibilidades, la clave es que losayuntamientos necesitan amortizar un proyecto que ha supuesto recalificarterrenos y solares: ?Si no se llevan a cabo deprisa los Juegos Olímpicos, almenos parte de ese proyecto, que se ha hecho sin discutir, se perderá?.
En cualquier caso, no parece el momento para embarcarse en gastos faraónicos,ya que el Ayuntamiento presentó los presupuestos para 2008 y 2009, que la oposicióncalificó de ?antisociales, despilfarradores y poco equilibrados?. Dichasprevisiones contemplaban caídas de un 26% en las inversiones, un 9% enurbanismo y vivienda y un 5% en Medio Ambiente. Gerardo Corral, director financierode Madrid ?16, anunció que, a pesar de la recesión, no se iban a escatimargastos: ?No tenemos mucho margen de recorte. Los viajes, las visitas, eldossier, la promoción... todo eso ha habido que hacerlo. Sólo podemos recortar,y ya lo hemos hecho, en las campa?as de comunicación nacionales. Si se comparancon las que hicimos con la candidatura de 2012, el nivel es menor?.
La Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), aseguraque desde la Federación se va a vigilar que los recortes presupuestariosanunciados por el consistorio no se produzcan en equipamientos sociales, ?entodo caso que se recorte de los fastos de Madrid ?16 o de obras polémicas comoel eje Prado-Recoletos o la carretera de los pantanos (M-501)?.
Asimismo, la FRAVM critica la opacidad con la que se está produciendo lanegociación en el asunto Mahou- Vicente Calderón y el traslado del campo delAtlético de Madrid al estadio olímpico de ?La Peineta?. Otro aspecto quepreocupa a la Federación es el de las deudas. Se calcula que cada madrile?odebe 2.032 euros de una deuda total que asciende a 6.000 millones.
El mito de los beneficios
Si no sale elegida, Madrid habrá gastado más de 10,7 millones de euros en lafase de elección de candidaturas y aproximadamente 29,7 millones en la fase II. En el caso de que seadesignada como sede, obviamente, la cifra se disparará. La crisis económicaafecta sobremanera a los presupuestos olímpicos, tanto de Londres como de lasciudades aspirantes, ya que las expectativas de recaudación se rebajan ostensiblemente.
A esto se une el hecho de que el principal ingreso de los juegos, la venta dederechos televisivos, va a parar directamente a las arcas del COI. Según HolgerPreuss, profesor de la German Sport University de Colonia, los Juegos Olímpicosy Paralímpicos se encuentran en la frontera de la viabilidad económica. Elfracaso de Montreal ?76 es el más célebre: la ciudad tuvo pérdidas por valor de2.729 millones de dólares.
Los habitantes de Montreal tuvieron a?os para acostumbrarse a un ?impuestoolímpico? que han pagado hasta el a?o 2006. A raíz de eso, el plan depatrocinios del COI cambió la concepción del negocio del deporte; desdeentonces, la organización de los juegos es el objetivo de ciudades que quieren?modernizar? sus instalaciones.
Las fuentes consultadas recuerdan que las ciudades rara vez reutilizaninfraestructuras, al contrario, casi siempre se construyen nuevas parafavorecer el movimiento del ?ladrillo?.
Según apunta Carolina del Olmo en su texto Poco pan y mucho circo: ?Cuando setrata de organizar un macro evento, el dinero que realmente afluye a una ciudades, en primerísimo lugar, dinero público que pasa a manos de empresasprivadas?. En este sentido, hay que recordar que los ?patrocinadorespreferentes? de Madrid ?16 son las adjudicatarias habituales de obras públicas: FCC, Dragados, Sacyr,Ortíz o Ferrovial, entre otras. Nieto redunda en el hecho de que?ese mito de que trae beneficios no es cierto, en todo caso son beneficios paracuatro. Por ejemplo, el COIexige una serie de plazas hoteleras que la ciudad no necesita. No hay un planposterior que lo haga creíble?.
El incremento de precios en el alquiler y la compra de vivienda en losbarrios olímpicos y en las partes más ?atractivas? para el turismo, expulsa de estas zonasa los antiguos vecinos. Algo parecido pasa con las zonas verdes. AnaMéndez, urbanista especializada en paisajes, explica que los gobiernos localestienden a arrasar la vegetación, de forma que se pierde la diversidad. En suopinión, los Juegos Olímpicos ?no dan tiempo ni permiten ninguna capacidad dereacción ni de autorregulación. No permiten que la ciudad se pare a pensar dosveces si la remodelación es una buena idea?.