llegaríamos al mismo punto que ya se dió durante mucho tiempo con la Policía Local de Bilbao. En esa época el CNP, además de las funciones que le llevaban más dedicación en Euskadi, se dedicaba fundamentalmente a la autoprotección, dejando en manos de la local el peso específico de la seguridad ciudadana (tal y como aquí lo estamos entendiendo).
En escueta contestación a lo de bilbao, cuando era la propia policia local la que colaboraba directamente con la organización terrorista ETA y la infraestructura de la P.L. la que atentaba, movia explosivos, pasaba información e incluso colocaba bombas. ?a esa seguridad ciudadana te refieres?
DIARIO EL MUNDO, 8 DE AGOSTO DE 2000.
El alcalde de Bilbao, el peneuvista I?aki Azkuna, se trasladó a lugar de los hechos nada más conocer la noticia. Visiblemente afectado declaró: ?He visto una tragedia, una gran tragedia. He visto cuerpos destrozados, cuerpos calcinados. Una tragedia de gente joven,
Que palabras mas bonitas, ahora te pongo la noticia entera:
Mueren cuatro etarras al estallarles el coche en el que circulaban por Bilbao
Uno de los fallecidos es el jefe del comando Vizcaya, Patxi Rementería - La Policía, que encontró varias armas junto al vehículo, sospecha que hacían un traslado de explosivos para atentados
OSCAR SUBIJANA
BILBAO.- El presunto jefe del comando Vizcaya de ETA, Patxi Rementería, falleció ayer al explotar el vehículo en el que transportaba armas y explosivos junto a otros tres miembros de la banda. El coche circulaba por el barrio bilbaíno de Bolueta cuando se produjo la explosión que acabó con la vida de los terroristas, cuyos cuerpos quedaron destrozados.
Los hechos se produjeron a las 22.55 horas. Hubo dos focos de incendio, separados por 50 metros, que cortaron la carretera Bilbao-Galdácano.
Al parecer, el coche circulaba por la citada carretera y, en el momento en que se vio obligado a ralentizar la marcha en el semáforo que da paso a la carretera en dirección al alto de Miraflores o a Basauri, hizo explosión.
La potencia de la deflagración lanzó restos del vehículo, al parecer un Renault Clio matriculado en Bilbao -según algunas fuentes su matrícula era de Madrid- y de color blanco, y restos humanos de sus ocupantes hasta a 300 metros de distancia. Destrozó los escaparates de un edificio comercial cercano, así como los cristales y enseres de las viviendas cercanas. El coche fue visto por varios testigos estacionado en doble fila hacia las 19.30 horas en un peque?o aparcamiento de las inmediaciones.
Restos considerados pertenecientes a dos de los fallecidos quedaron diseminados por las inmediaciones del lugar de la explosión. El cadáver de un tercer ocupante quedó atrapado entre los amasijos del vehículo en llamas. Hasta altas horas de la madrugada la Policía no confirmó la existencia de una cuarta víctima.
La Ertzaintza detectó en una primera inspección pistolas y diferente armamento en el interior del vehículo, lo que hace pensar que se trataba de un comando terrorista dispuesto a colocar el artefacto explosivo en algún lugar de las cercanías. Fuentes del Ministerio del Interior trabajan con la hipótesis de que los terroristas transportaban explosivos.
En escasos 500 metros a la redonda del lugar en el que se produjo la explosión, están ubicadas las redacciones, talleres y oficinas de tres de los principales periódicos vascos: Deia, El Correo y EL MUNDO DEL PAIS VASCO.
Efectivos de la policía autónoma acordonaron la zona en un primer momento. El cordón, de escasos 100 metros, dejaba fuera numerosos restos humanos y del vehículo afectado. Asimismo, voluntarios de la DYA procedían a tapar con sábanas y mantas los restos humanos más visibles.
Numerosas personas, vecinos de la zona y curiosos, circulaban extra?ados por las cercanías sin saber muy bien qué había pasado. Un joven, visiblemente aturdido, se llevaba una mano al oído izquierdo del que perdía sangre, mientras era tranquilizado por un compa?ero.
El ir y venir de vecinos de Bolueta era constante. Algunos se disponían en el momento de la explosión a meterse en la cama como Juan, un joven al que le saltó de las manos el cepillo de dientes. ?Estaba aseándome en casa cuando sonó un ruido superfuerte y solté el cepillo, me puse una camiseta y bajé inmediatamente para ver lo que pasaba?. Lo único que vio fue una densa humareda que salía de los restos del vehículo destrozado en mitad de la carretera. ?No se veía nada porque la policía llegó muy rápido. Pero he visto restos de un cuerpo aquí mismo?, mientras se?alaba las escaleras de acceso a la iglesia de Santa Ana.
El alcalde de Bilbao, el peneuvista I?aki Azkuna, se trasladó a lugar de los hechos nada más conocer la noticia. Visiblemente afectado declaró: ?He visto una tragedia, una gran tragedia. He visto cuerpos destrozados, cuerpos calcinados. Una tragedia de gente joven, posiblemente integrantes de un comando de ETA. Y después de cuanto he visto sólo digo en esta noche bilbaína, trágica, que sobran las bombas y las pistolas. Que hace falta el diálogo y que esto acabe. Que acabe de una vez?.
El delegado del Gobierno, Enrique Villar, aseguró que siente ?todas las muertes? pero que se congratulaba que no se produjera el atentado que presuntamente iban a cometer los fallecidos.
El secretario general del PSE de Vizcaya, PatxiLópez, se?aló que es ?una muestra más de la irracionalidad de la violencia? y que no se puede olvidar que se pretendía atentar contra otras personas. El líder de EB-IU, Javier Madrazo, tras mostrar su condolencia a las familias, dijo que estas muertes deben servir de ?lección? a ETA. Gorka Knorr, secretario general de EA, insistió en que se ha demostrado ?de una manera dolorosa, la inutilidad de la violencia?.