Javier, el guardia civil que 'ha adoptado' a Pilar, la hija de la inmigrante embarazada a la que salvó- Lydie, embarazada de 7 meses, cayó al mar desde la patera en la que viajaba. Javier la salvó. Después apadrinó a su hija, que se llama Pilar como la patrona de la Benemérita. Ahora va a convertirse en tu tutor legal.
Javier González Ferrón no lo dudó un instante. Aquel frío 10 de noviembre de 2011 estaba en el puerto de Melilla cuando vio cómo Lydie Vanina, costamarfileña de 28 años y embarazada de siete meses, caía al mar desde la patera en la que trataba de alcanzar la costa.
No reparó, se quitó el cinturón con su pistola y las botas y se lanzó al agua helada. Hoy Javier es cabo del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil y todavía se emociona al recordar aquella noche.
Buceó hasta encontrar a Lydie y cuando subía con ella hacia la superficie se topó con otro hijo de la inmigrante, Aka, de seis años, que también había caído al mar. Los cogió a ambos y los llevó hasta el barco que luego los conduciría a tierra firme.
"Esa es la función principal de la Guardia Civil: salvar vidas", ha contado orgulloso el cabo en una entrevista con Efe, pero ahí no acaba su heroica historia. Es más, podríamos decir que aquí empieza. Porque lo que hizo después Javier con esa familia demuestra que este hombre tiene un enorme corazón.
Lydie fue ingresada entonces en el Hospital Comarcal y allí dio a luz a una niña poco después. Decidió ponerle Pilar en honor al agente, porque supo que esta virgen es la patrona de la Benemérita.
Ni corta ni perezosa, Lydie se plantó en la comandancia de Melilla cuando le dieron el alta, con su niña, preguntando por el agente que había salvado la vida a su familia y le había permitido la dicha de tener a la pequeña entre sus brazos.
"Cuando vi a la niña entre sus brazos, se me rompió el corazón, no me imaginé la magnitud del rescate hasta que vi aquella escena", comenta el agente, a quien Lydie pidió que fuera el padrino de su pequeña.
La comandancia de la Guardia Civil de Melilla preparó un acto oficial en el que se produjo el reencuentro de Lydie y la niña con su 'ángel de la guarda'.
Desde entonces, Javier y su pareja, Marina, han mantenido una estrecha relación con ellas, con visitas al Centro de Internamiento de Inmigrantes (CETI), hasta que fueron trasladadas a la península, y después con una 'custodia compartida' que les ha permitido seguir viendo a Pilar durante los veranos.
Ahora, casi cuatro años después de aquel terrible naufragio, según ha contado Javier, "le propusimos a la madre el tema de la tutela legal", a lo que esta ha respondido afirmativamente, lo que se traduce en que "a finales de diciembre Pilar vendrá a vivir a Melilla con nosotros" y su madre la podrá visitar cuantas veces ella lo desee.
"He hablado con ella y me ha dicho que se quiere venir ya", ha comentado el padrino y ahora tutor, que dice que para él "es como ser padre, tienes una cría, que está a tu cargo, tienes que darle una educación, unos estudios, tienes que darle lo mejor que tienes".
El cabo Ferrón, además, asegura que en el plano profesional le ha supuesto "ver el drama de la inmigración que mucha gente no quiere ver" y se alegra de la repercusión mediática de su caso "porque así la gente, los escépticos, pueden ver la verdadera cara de la Guardia Civil".
"La cara de la Guardia Civil es Pilar, la cara de lo que hacemos a diario: salvar vidas", ha resumido, feliz, el agente.
Ahora la familia de Pilar vive en el País Vasco, donde su padre y su madre trabajan. Pero ella vivirá en Melilla, de la que le gustan la playa y el sol, ha señalado el agente, que ha puntualizado que por supuesto su familia biológica podrá verla tanto como desee.