?Ojo a los falsos policías!
Falsas placas de policía interceptadas en Madrid | ABC
TATIANA G. RIVAS | MADRID
Bien saben algunos lo caro que puede resultar fotografiar a un criminal. Los rumanos Niculae, Marian y Eugen, de 52, 38 y 43 a?os, caminan por el centro de Madrid. Van vestidos de paisano. Nadie se percata de sus oscuras intenciones. Miran a un lado, a otro. Buscan a sus nuevas víctimas. Intentan actuar en un lugar donde no haya presencia policial ni demasiados testigos, algo complicado en pleno centro. De pronto, el matrimonio de Manfred y Karim, dos alemanes de 60 y 59 a?os, se cruza en su camino.
Niculae, cámara de fotos en mano, se aleja de su grupo de malhechores para alcanzar a los alemanes. ?Disculpen, me pueden hacer una foto?. Niculae les entrega la cámara y se lleva a la pareja hasta un punto más recóndito.No hay nada turístico alrededor que merezca la pena inmortalizar, pero los alemanes no caen en la cuenta.
Fotografiar a un criminal
Cuando el matrimonio se dispone a capturar la imagen, los compa?eros de Niculae se dirigen hasta el lugar y muestran a los teutones dos placas falsas de policía. ?Están tomando una fotografía a un criminal?, les reprenden. En ese momento, los impostores comienzan a cachear a los sorprendidos turistas. Después del rastreo corporal, nada de valor queda en la indumentaria del matrimonio alemán.
Los falsos policías emprenden la marcha y comienzan a correr en dirección a Arenal. A escasos metros de ellos, verdaderos agentes de la Policía Municipal se encuentran desplegados por la zona, precisamente con el objeto de prevenir delitos sobre los turistas.
La alerta se acciona en los agentes al ver que los tres rumanos corren en actitud vigilante y mirando hacia atrás en repetidas ocasiones. Cuando los rumanos se percatan de la presencia de las autoridades, frenan su carrera y los policías interceptan a los sospechosos.
Comienza el registro. Los municipales extraen: una cámara de fotos; carteras con más de 500 euros. Aparte, 250 euros más; 180 dólares; una cartera porta placas con la leyenda ?Rendorseg Police?; 27 billetes de un leu (moneda rumana), envueltos en dos billetes de 20 euros.
Algo huele mal. Con la intención de localizar a posibles víctimas, varios agentes toman rumbo al lugar de donde procedían los delincuentes. La pareja de alemanes acude a los funcionarios reclamándoles auxilio: ?Tres individuos se han identificado como policías y nos han robado?. Les cuentan su modus operandi y los policías municipales trasladan a las víctimas hasta la comisaría para que presenten denuncia. Una vez allí, todo encaja. Los turistas identifican a los tres individuos como los autores de la farsa. A partir de ese momento, los delincuentes pasan a disposición policial por delitos de estafa y usurpación.
Focalizado en el centro
El hecho narrado ocurrió el pasado 30 de septiembre. Este tipo de actuaciones delictivas continúan produciéndose en la capital en situaciones muy concretas. ?No es un problema de dimensiones incorregibles, pero existe?, informa una portavoz de la Policía Municipal de Madrid.
Según fuentes policiales, antes había tres zonas sensibles para cometer estas fechorías: la zona de los museos, el barrio de Salamanca y la zona centro. ?Ahora queda un reducto en el centro, pero actúan de forma esporádica?, aseguran.