El policía condenado por matar a otro en la Vall d´Uixó siempre defendió que lo hizo El Solitario El ex agente asegura que una bala de Jiménez Arbe rebotó en un pilar e impactó en su compa?ero
juicio . García y su abogado antes de entrar a la vista oral en la Audiencia.
V. Contreras, Valencia El 10 de mayo de 2000, Jaime Jiménez Arbe, El Solitario, atracó una sucursal de la Caja Rural San Isidro de la Vall d'Uixó. Al salir le esperaban varios agentes de la Policía Local, entre ellos los agentes José Antonio García Segarra y Manuel Ferrandis Fenollosa. Se inició entonces un tiroteo entre los policías y el atracador que acabó con la muerte de Ferrandis, la detención de García por un delito de homicidio por imprudencia profesional y la huida de El Solitario, que siguió con sus fechorías hasta su arresto del pasado lunes.
La Sección Tercera de la Audiencia de Castelló condenó en octubre de 2004 al ya ex policía Jose Antonio García a un a?o y seis meses de prisión al encontrarle responsable de la ?muerte no querida pero evitable? de su compa?ero Manuel Ferrandis, ya que disparó contra El Solitario a pesar de que en la línea de tiro se encontraba el otro agente.
García, hoy en día jubilado y bajo tratamiento psiquiátrico, siempre ha defendido su inocencia, asegurando que disparó al atracador cuando ya había caído abatido su compa?ero y que fue una bala de El Solitario la que impactó en la cabeza de Ferrandis tras rebotar en un pilar de hierro.
Pero la Audiencia desacartó esta tesis del rebote que había mantenido la defensa. Según los hechos que el tribunal consideró probados en octubre de 2004, el acusado estaba ese día en las dependencias de la Policía Local de la Vall d'Uixó cuando fue avisado de un atraco en la Caja Rural San Isidro, por lo que cogió su arma, y en compa?ía de Manuel Ferrandis y de otro compa?ero, J. G., que era interino, se dirigió a la calle Xacó. Dos balas y un impacto Al llegar a la esquina, y oír varias detonaciones, los agentes retrocedieron y se refugiaron en los vehículos. Por su parte, El Solitario, protegiéndose tras los coches y un contenedor en la calle Xacó, pasó corriendo ante los agentes, cruzó a otra calle y se situó detrás de un coche, a unos 17 metros de los policías y realizó fuego de cobertura que, según el auto judicial, no iba dirigido a los agentes. El agente García retrocedió mirando hacia delante, se escondió detrás de un segundo coche aparcado y vio como se levantaba el atracador. ?Y como Ferrandis también se levantó y le dijo al primero (a El Solitario) algo similar a alto policía, disparando en ese momento el atracador y respondiendo el acusado (García) con su arma reglamentaria, disparando hacia el atracador, a pesar de que en la línea de tiro se encontraba su compa?ero, a quien impactó en la cabeza una de las dos balas disparadas por el acusado, cayendo al suelo después de que el impacto le levantara hacia arriba?, según la sentencia.
El tribunal basó la condena en el informe de la autopsia del Instituto Nacional de Toxicología y Balística descartando que la muerte del cabo de la Policía Local se produjera por un proyectil disparado por el atracador y que rebotara desde una barra de acero, como expuso la defensa. Eso sí, la investigación no pudo identificar el arma de la que salió el proyectil que acabó con la vida de Ferrandis pero sí que los restos de proyectiles hallados junto al cadáver fueron disparados desde pistolas con las mismas características que las de los policías, pero no consta que ningún otro agente disparase. Tirando a matar A pesar de esto, el agente condenado sigue defendiendo su inocencia y asegurando que, desde su posición era imposible matar a su compa?ero. Según García, el tribunal admitió que la bala que él disparó cambió su trayectoria 180 grados para impactar en Ferrandis, y que el juez no tuvo en cuenta que en un tiroteo de ese tipo -se realizaron alrededor de 200 disparos- hay que dirimir en décimas de segundos.
García asegura que El Solitario primero intentó herir a los agentes y después tiró a matar.