Dos agentes de la Policía Local de Granada han sido imputados por un juez en un delito de lesiones presuntamente cometidos contra dos jóvenes después de que mediasen en una pelea que estos últimos mantenían con otras personas en Gran Vía.
El altercado, registrado durante la madrugada d24 de septiembre de 2005, dio lugar a un cruce de denuncias entre los dos policías que intervinieron y los dos jóvenes que resultaron lesionados, uno de ellos con un traumatismo en la nariz que lo llevó directo al hospital. Con ellas, el juez inició una investigación que ha dado lugar a un auto en el que considera que todas las partes implicadas delinquieron. Así, además de los policías, también se?ala que los dos jóvenes heridos cometieron delitos de atentado y resistencia a la autoridad y lesiones, aunque en distintos grados.
En su auto, al que ha tenido acceso IDEAL, el juez instructor del caso se aleja de la visión de 'malos y buenos' que tanto la Policía Local como los jóvenes ofrecieron en sus respectivas denuncias tras registrarse el altercado.
Blanco y negro
Los primeros, en boca de un sindicato que los representa, negaron la agresión y llegaron a decir que la denuncia respondía a una tendencia generalizada en contra de la policía que ?tergiversaba la realidad?. Los segundos -sólo uno, el otro no recordaba nada- que recibieron los golpes de los agentes ?sin mediar palabra?. Pero, según el auto del juez, ni una cosa ni la otra.
Sobre la actuación de los jóvenes, el escrito se?ala que uno de ellos, el que acabó en el hospital con la nariz rota, dio una ?patada en la rodilla y un pu?etazo en el pecho? al policía que lo separó de otro joven al que pegaba ?excitado y agresivo? hasta el punto de ?arrancarle la camisa y contar los pu?etazos mientras le golpeaba la cara?. Tras recibir los golpes, el agente ?redujo? al joven, que ?tenía la cara ensangrentada? y tras lo que quedó ?un charco de sangre en el suelo?. El segundo agente se dirigió al amigo del primero, que amenazó a uno de los implicados en la reyerta previa a la intervención policial. Por sus palabras, el policía lo requirió para identificarlo y él ?echó a correr y tras él el otro agente, que llevaba una porra en la mano?. Como consecuencia de tal persecución, el joven también recibió una herida leve en la cabeza.
Una falta
La conducta de este chico de 18 a?os, que denunció a los agentes por él y por su compa?ero, el juez ve una falta de amenazas -no contra el agente- y otra de resistencia/desobediencia a la autoridad. Su colega acumula en su conducta delitos de lesión -por los pu?etazos dados a otro joven-, otro de atentado contra un agente vinculado a otro de lesiones, en este caso por la patada en la rodilla y el golpe en el pecho.
En el escrito, el juez considera que hay ?indicios racionales? de la comisión de los citados delitos ?imputables? a los implicados en la reyerta. Este auto abre la puerta al procedimiento penal. En un plazo de diez días, tanto la Fiscalía como las defensas representadas tendrán que acusar o solicitar el archivo de la causa.