El delincuente con más de 60 antecedentes que se lio a tiros en un pub por una copa y quiso huir del GEO con un mantón de Manila
El detenido, español de 58 años, se presentó en el bar de Alcalá de Henares con dos escopetas recortadas y disparó a dos mujeres
CARLOS HIDALGO
Madrid
19/09/2023 a las 20:00h.
Una copa de alcohol (y el que llevaba ya en la sangre) fue la espita que provocó la ira de un delincuente extremadamente peligroso que la emprendió a tiros en un bar de copas de Alcalá de Henares. A sus más de 60 antecedentes policiales, informan a ABC fuentes del caso, ahora suma, entre otros, dos intentos de homicidio. A las dos mujeres a las que alcanzó con las postas de una de las escopetas recortadas que llevaba. No contento con ello, se atrincheró en su casa y, delante del mismo GEO, intentó escapar por el portal travestido. Con mantón de Manila incluido. Acabó detenido y ya está en la cárcel.
El sospechoso, de 58 años y nacionalidad española, atesoraba ya reseñas múltiples por lesiones, atentado a agente de la autoridad y lesiones. Un tipo dado a la mala vida que se presentó en el local nocturno New Eden, en la avenida de Juan Carlos I, 13, en la zona de ocio de Garena Plaza. Se trata de un lugar de moda para tomar copas e incluso cuenta con restaurante y terraza. Y allí se presentó el individuo con un hombre y una mujer a los que había conocido esa noche y pidió una consumición.
Su estado no era el más apropiado. Y, además, eran ya casi las tres y media dela madrugada del viernes pasado, hora cercana al cierre. Por eso, en la barra, le advirtieron: «Puedo ponerte la bebida, pero en vaso de plástico y te la tienes que tomar fuera. Además, tenemos una fiesta particular con Dj». La respuesta fue de lo más airada; como un loco, la emprendió a golpes con el mobiliario del establecimiento e incluso rompió una mesa de cristal.
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Después de esa primera bronca, se marchó. A los diez minutos, aproximadamente, se personó otra vez en el New Eden. Lo hizo con dos escopetas recortadas. Con una de ellas disparó dos veces: un tiro dio en la puerta de cristal de un local vecino; y el otro, a una mujer que estaba allí, a la que alcanzó en las piernas. Las postas del mismo cartucho impactaron también con en la que lo acompañaba a él.
El pánico se desató de manera inmediata, como no podía ser de otra manera. Entonces, el agresor huyó y llegó la primera radiopatrulla de la comisaría de Alcalá. Ese primer indicativo encontró en el coche del huido, que había dejado ahí con la ventana del copiloto abierta, una escopeta y doso cartuchos compatibles con el tipo que había utilizado; sin embargo, esta arma larga era simulada.
El delincuente se había escondido en su piso, en la calle de Nuestra Señora de Belén. Ante la gravedad de los hechos y la peligrosidad del encartado, que ya estaba identificado, se hizo obligatoria la actuación de los agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO), la elite de las unidades de intervención. No tardaron en llegar por la A-2, pues tiene sede en la cercana ciudad de Guadalajara. Se estableció un perímetro de seguridad en torno a la manzana en la que reside el pistolero.
Ya clareaba cuando el portal de la calle de Nuestra Señora de Belén se abrió y apareció alguien con un atuendo extraño. Era el sospechoso, pero llevaba peluca (morena y de pelo largo), gafas de sol, un mantón de Manila y hasta dos calcetines doblados debajo de la ropa para simular la forma de unos senos femeninos. Pensaba que así daría esquinazo a los agentes.
Una vecina halla la escopeta
Y, claro, no se salió con la suya. Lo redujeron rápidamente y quedó detenido. Fue trasladado a dependencias policiales y allí se le tomaron fotos, a fin de que la Policía Científica amarrara en su atestado la sucesión de hechos. También se incautaron de 2 kilos de marihuana que hallaron en bolsas durante el posterior registro domiciliario.
Horas después, en la tarde-noche, una mujer que salió a dar de comer a los gatos que frecuentan el parque de los Nogales avisó a la Policía Nacional. Había encontrado una bolsa con una escopeta recortada y diversa munición. A la espera de que el análisis del laboratorio lo confirme, se trata del arma que sí detonó el ahora encarcelado en el bar de copas New Eden.