No al acuerdo de paz en Colombia ¿Y ahora qué?
Hacer el plebiscito ha sido una decisión de alto riesgo, ya que la negociación no ha estado precedida de un acuerdo entre las fuerzas políticas
Son muchos los colombianos que respaldan lo negociado por el Gobierno, pero otros ven los acuerdos con sospecha y desconfianza
La paradoja es que en las zonas que más han sufrido la guerra, las golpeadas por el conflicto y con más víctimas, han dicho 'sí' de forma unánime al acuerdo de paz
informacionsensible.com
03 de Octubre del 2016 a las 11:01
Colombia ha votado NO al acuerdo de paz firmado entre el Gobierno y las FARC que ponía fin a 52 años de guerra. Contra todo pronóstico y ante un nuevo fallo estrepitoso de las encuestas, los colombianos, por una ajustada minoría de un 0,43% de diferencia con el 'sí' y con una alta abstención, dicen al presidente Juan Manuel Santos que no están de acuerdo con lo que han pactado con los guerrilleros para que dejen las armas. ¿Y ahora qué? Colombia se asoma al abismo.
El 'no' deja al país en el limbo. El Gobierno no podría implementar nada de lo pactado y no parece que tengan un "plan B", como reconoció el presidente Santos hace unos días. Santos advertió de que "esto sería catastrófico". "Si llega a ganar el 'no', volvemos a lo que teníamos al comienzo de este Gobierno, volvemos al conflicto armado", declaraba hace unos días. En la misma línea se expresaban entonces las FARC. "No existe la más mínima posibilidad de que lo acordado en La Habana sea renegociado", subrayaba Carlos Antonio Lozada, miembro del Secretariado de la guerrilla.
Hacer el plebiscito ha sido una decisión de alto riesgo, ya que la negociación no ha estado precedida de un acuerdo entre las fuerzas políticas. Santos ha tratado durante todo el proceso de imponer su agenda, de cerrar el acuerdo aún cuando hay muchos flecos por resolver y ahora Colombia pagará el precio.
Ahora, hay que esperar la reacción de los principales implicados, saber qué va a hacer ahora el presidente Santos y su Gobierno, cómo reaccionan las FARC y que papel adoptará el "ganador" del referéndum, el expresidente Álvaro Uribe.
Las primeras horas tras conocerse el resultado del plebiscito han sido de nervios, incertidumbre y lágrimas, con un pesimismo que ha dado paso a cierta posibilidad de poder reconducir la situación ¿Qué ha cambiado? El presidente Santos dice que seguirá trabajando por el acuerdo, las FARC se manifiestan para hablar de paz y Uribe se ha mostrado dispuesto a dialogar.
La claves del NO
Colombia es en estos momentos un país dividido y polarizado. Son muchos los colombianos que respaldan lo negociado por el Gobierno, pero otros ven los acuerdos con sospecha y desconfianza. Eso los que lo conocen. Realmente, hay una gran falta de información en el país y muchos ciudadanos desconocen qué es lo que se ha pactado. El Gobierno ha tenido poco más de un mes para explicar los acuerdos y convencer a la ciudadanía para que vote “sí”.
Muchos ciudadanos no ven con buenos ojos que ahora los guerrilleros se conviertan, de la noche a la mañana, en diputados y senadores, ya que podrán ostentar un cargo institucional todos los que no estén en la cárcel y tendrán cuotas de representatividad aseguradas. Por otro lado muchas de las víctimas de las FARC han mostrado su descontento con el acuerdo, si bien es cierto que otras han abogado incansablemente por la paz.
Además, hay sectores de la población que consideran inaceptable el nivel de impunidad que se alcanza en los acuerdos, porque los guerrilleros, incluso los que hayan cometido crímenes graves, podrían evitar la cárcel a cambio de servicios a la comunidad. Los defensores del proceso no creen que se trate de impunidad, si no de normalización del país y de ser referencia internacional en materia de justicia transicional y restaurativa.
La paradoja es que en las zonas que más han sufrido la guerra, las golpeadas por el conflicto y con más víctimas, han dicho 'sí' de forma unánime al acuerdo de paz. Esto lo muestran las cifras de votaciones en municipios históricamente asediados por el conflicto como Cauca, Guaviare, Bojaya, Nariño, Caquetá, Antioquia, Vaupés, Putumayo, Meta y Chocó. Sin embargo, en las zonas urbanas, las centrales y más alejadas del conflicto es donde gana el 'no'. Otra vez la polarización, otra vez la brecha entre lo rural y lo urbano, el centro y la periferia, que tanto daño hace en América Latina.
Es el resultado de llevar la paz al terreno de las ideas. La tensión política entre el actual presidente Santos, con muy bajos niveles de popularidad y el expresidente Álvaro Uribe, opositor al proceso de paz y muy popular en muchos sectores de la población, ha sido clave. Así, el debate a lo largo de la campaña parecía, por el lado de Santos, que la paz absoluta, sin matices ni complicaciones estaba al alcance de un simple voto en la urna, mientras que por el otro, el uribista, el camino sin retorno al castrochavismo y al colectivismo socialista eran el destino de Colombia si vencía el 'sí'.
El debate político se fue tensando en los últimos días de forma alarmante, con todo tipo de acusaciones y descalificaciones cruzadas que sólo polarizan aún más a la sociedad.
La reacción de Santos
Pese al revés de las urnas, el presidente Juan Manuel Santos ha asegurado que el alto el fuego bilateral y definitivo con las FARC seguirá adelante. "El cese el fuego bilateral y definitivo sigue vigente y seguirá vigente", aseguró el jefe de Estado en una breve comparecencia desde la Casa de Nariño, sede del Gobierno para tranquilizar al país.
El adverso resultado del plebiscito obliga al presidente a tender la mano a sus opositores, a los que solía calificar como "enemigos de la paz" por criticar el proceso de paz. "Todos sin excepción quieren la paz. Mañana mismo convocaré a todas las fuerzas políticas y, en particular, a las que se manifestaron por el no para buscar el camino a seguir", afirmó una vez analizó con su equipo el veredicto de las urnas. "Soy el garante de la estabilidad de la nación. No debe afectar dicha estabilidad. "Conservo mis facultades para negociar la paz. El cese al fuego bilateral y definitivo sigue vigente y seguirá vigente".
Santos anunció que este lunes viajarán a La Habana los negociadores del gobierno para hablar con las FARC. "Vamos a decidir entre todos cuál es el camino que tenemos que tomar para que la paz que todos queremos sea posible", dijo. "Seguiré buscando la paz hasta el último minuto de mi mandato".
Uribe, el verdadero artífice del NO
La campaña por el 'no', liderada por los ex presidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana, rechazaba un acuerdo de paz que, desde su perspectiva, da impunidad a las FARC y condiciona el futuro desarrollo de Colombia. Sin embargo, con el 'no' ya en el resultado, Uribe se muestra a favor de la paz y asegura que aún sería posible renegociar un acuerdo mejor.
Así, tras conocer el recuento, el expresidente colombiano se ha declarado dispuesto a aportar a "un gran pacto nacional". "Queremos aportar a un gran pacto nacional, nos parece fundamental que en nombre de la paz no se creen riesgos a los valores que la hacen posible", afirmó Uribe, senador del Centro Democrático, en una declaración leída ante periodistas y seguidores en su finca en Rionegro, municipio cercano a Medellín.
La respuesta de las FARC
Por su parte, el máximo líder de las FARC, Timoleón Jiménez, 'Timochenko', afirma que esa organización mantiene "su voluntad de paz" "y su disposición de usar solamente la palabra como arma de construcción hacia el futuro".
"Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia lamentan profundamente que el poder destructivo de los que siembran odio y rencor haya influido en la opinión de la población colombiana", dijo Timochenko en una primera declaración tras conocerse la victoria del "no".