La forma más asequible en la que suelo hablar de esto, profano absoluto de historia política, es retrotrayendome a la Revolución Francesa. Una vez culminada esta, lo que queda es ver cómo se implanta la democracia tras el poder absolutista de la monarquía. El lado izquierdo de lo que intenta ser un organo constituyente, opta por la ruptura total con el Antiguo Régimen y con la Institución religiosa, devolviendo la soberanía a la masa social. La derecha, defiende la continuidad de las instituciones derrocadas y del papel mediador de la iglesia entre los intereses de las mismas y "lo público". La derecha cree que la seguridad basa los cimientos de la sociedad. Esa seguridad la proporciona la inamovilidad de las Instituciones. La izquierda, por el contrario, cree que el conservadurismo promueve la aparición de vicios en el poder y que el cambio continuo es la única solución. bueno pues es ahí donde encontramos, AiKiRoy, la primera característica (no sé si valor), de la derecha: un programa de acción política conservador que mantiene en su origen, de manera más o menos abierta, los beneficios ostentados por quienes ostentan el poder tradicional, actuando así como contrapunto a esa soberanía popular recien nacida. Y llegamos a la segunda característica de la derecha. Mientras que la izquierda fundacional busca homogeneizar las condiciones de vida de los recién estrenados ciudadanos, con la necesaria participación del estado en la redistribución de los bienes poseídos, la derecha inaugura su visión liberal de la igualdad y la defiende como "recompensa". Es decir, no considera que todos los individuos sean iguales por naturaleza, sino que son iguales ante las oportunidades para mantenerse o prosperar. Es decir, uno tendrá mayor recompensa, en la medida en que mayores sean sus méritos. Estamos pues ante su segundo valor tradicional: el liberalismo entendido en terminos estrictamente económicos. Y esto nos conduce a la tercera y no menos importante característica. Por todo lo anterior, se entiende que la izquierda prioriza la potencia de lo público como motor y sustento de la igualdad. La derecha, en contraposición, busca en lo público el límite necesario para potenciar lo privado, como ámbito de expresión de la capacidad de progreso del individuo frente a la masa.
Más o menos.
Salud y suerte.