¿Credibilidad en Internet?
La credibilidad está relacionada tanto con el usuario como con la fuente. El que éste se decida por lo textual de la información o piense primero por sí mismo sobre su veracidad, es en parte cuestión de educación. El camino hacia la verdad básicamente se aprende desde pequeño
La credibilidad hace referencia a la capacidad de ser creído. No está vinculado a la veracidad del mensaje, sino a los componentes objetivos y subjetivos que hacen que otras personas crean (o no) en dichos contenidos. Para tener credibilidad, la persona o la información deben generar confianza. Para eso la persona debe saber evaluar lo que lee, ve o le cuentan. La fiabilidad está vinculada a la credibilidad de las personas y a su capacidad para convencer al prójimo.
Es importante tener en cuenta, que la credibilidad suele estar estrechamente relacionada con la verdad. La persona que ha demostrado que transmite la verdad, porque lo que dice es cierto gana en credibilidad; en cambio, quien es sorprendido con mentiras, porque sus fuentes son habitualmente poco fidedignas difícilmente logre construir credibilidad.
Un individuo puede estar diciendo la verdad sin que nadie le crea. En cambio, otro sujeto puede mentir mientras sus interlocutores creen que dice la verdad. La fiabilidad esta vinculada a la credibilidad de las personas y a su capacidad para convencer al prójimo.
Cualquiera puede publicar lo que desee por Internet. A pesar de eso, no se enseña a los niños a evaluar la fiabilidad de la información que leen allí. Como se demuestra en un reciente estudio, esto es absolutamente cierto, casi impactante, y puede tener implicaciones directas para el futuro de los jóvenes en cuestión, individualmente.
Para su estudio, Donald Leu, Profesor de Educación en la Universidad de Connecticut, y sus colegas, seleccionaron 53 de los mejores lectores de una clase de séptimo curso en escuelas de distritos modestos en Carolina del Sur y Connecticut. Hicieron creer a los niños que estaban ayudando a otros a evaluar la fiabilidad de la información de una página Web. “Nunca se les dijo que la información fuese cierta; se les pidió que evaluasen si era cierta”. El profesor Leu les mostró “Pequeños Misterios de la Vida”, un sitio web de Live Science.
La página en cuestión estaba dedicada a un animal conocido como el Pulpo del Árbol que habita en el noroeste del Pacífico. Sí, un pulpo de árbol – un animal acuático que, resulta que vive en los árboles. Por alguna razón desconocida, en 1998, alguien conocido como Lyle Shoe inventó un extenso relato describiendo el hábitat, estado de amenaza, peligros y recientes apariciones de esta extraña criatura, a pesar de que, obviamente, no existía en la realidad.
Pero la broma no fue obvia en absoluto para los miembros de la, supuestamente, generación de Internet: el 87, 5 por ciento de los sujetos de séptimo curso juzgó la página web como “fiable”. Más de la mitad llegaron a calificarla como “muy fiable”. El pequeño número de estudiantes que juzgó la página como no fiable procedía de la misma escuela, y había participado en una clase donde les enseñaron a sospechar de la información on-line, en la cual se usaba un ejemplo parecido al del pulpo del árbol.
El profesor norteamericano Leu considera que no se está dando ningún tipo de guía en cuanto a la información de internet
En otras palabras, de los chicos que leyeron por primera vez sobre el pulpo del árbol, la mayoría cayeron. Si hubieran transmitido por vía oral o escrita esta información a terceros, se creería que se trataba de una colección de mentirosos. Y no era así.
“Asumimos que, debido a que estos chicos tienen experiencia en el área de la cultura pop y la navegación por Facebook, serán buenos evaluando críticamente otras informaciones on-line. Pero en realidad no tienen mucha habilidad fuera de eso”, comentó el profesor Leu.
De acuerdo con Leu, no es que los chicos de hoy sean más crédulos o más tontos que las generaciones anteriores; simplemente lo que ocurre es que no están recibiendo ningún tipo de educación en sus escuelas basada en la veracidad media de la información de Internet su fuente de información primaria y casi única. Debido a que los profesores y administradores están ansiosos por evitar los casos de ciber-acoso, así como la simple pérdida de tiempo en Facebook, muchas escuelas no permiten que los chicos se conecten.
“La información que procede de los libros de texto, se filtra y se elimina de los mismos temas muy controvertidos, para no generar discusiones en la clase, por lo que los niños terminan por asumir que lo que leen es cierto”.
El problema es especialmente dramático en los distritos más pobres, dice Leu, donde las escuelas están bajo presión de enseñar las pruebas estandarizadas por el estado. Éstas no ponen a prueba las habilidades de evaluación crítica. De acuerdo con Leu, es necesario un cambio cultural para modificar eso: “Ahora mismo, la gente que hace la política no lleva una vida on-line”. Cuando esos que hacen la política están a cargo de los usuarios frecuentes de Internet, puede que integren su pensamiento en Internet dentro del currículo estatal.
Pero esta generación de jóvenes está siendo pasada por alto, y Leu cree que el mayor impacto a la larga se nota en el trabajo o profesión a que se dediquen. “Globalmente, los lugares de trabajo se están moviendo hacia el uso de Internet como una fuente crítica de información. Si no criamos una generación de gente preparada para pensar críticamente en la red, no van a ser objetivos en sus lugares de trabajo”.
“La otra gran implicación es para la política”, añade Leu. “Como dijo Jefferson en una ocasión, “nuestra democracia se eleva o cae basándonos en tener ciudadanos informados en las urnas”.
¿Informa Internet como debiera o trata de obtener credibilidad?