La guerra en Siria y la lucha por el poder entre sunitas y chiitas en Irak convirtieron a la milicia en organización terrorista. Charles Lister, del Brookings Doha Center en Qatar, considera que hay entre 7.000 y 8.000 combatientes de ISIS en Irak y otros 5.000 en Siria. Entre ellos hay numerosos extranjeros de Chechenia, Afganistán o también Europa y Estados Unidos.
Hace algunos meses, los combatientes de ISIS llegaron a Anbar, en el oeste de Irak, procedentes de la provincia siria de Rakka. En la ciudad de Faluya se establecieron en enero, conquistaron depósitos de armas del Ejército iraquí y resistieron a los ataques de las tropas del Gobierno.
Inspirados en su momento por la organización terrorista Al Qaeda, los combatientes de ISIS se distanciaron de la red. En un mensaje de audio difundido en abril, señalaron que la dirección de Al Qaeda, liderada por Ayman al Zawahiri, se distanció de los principios de la "guerra santa".
Para conquistar territorios importantes estratégicamente, ISIS combate también a otros grupos radicales-islámicos. Actualmente se enfrenta en sangrientos combates a la milicia Frente Al Nusra, cercana a Al Qaeda, en la provincia siria de Deir as Saur. La zona es rica en petróleo y está ubicada entre los bastiones de ISIS en Rakka y Anbar.
Los yihadistas ya no dependen de ayuda del exterior. Tras la conquista de Mosul, el grupo dispone de aproximadamente 430 millones de dólares en el banco central. Con eso, sería la organización terrorista más rica del mundo. Los expertos estiman el patrimonio de Al Qaeda en entre 65 y 380 millones de dólares.
Al parecer, ISIS dispone también de material militar pesado como tanques y helicópteros. En Siria los combatientes ya se financian con las extorsiones que cobran a los cristianos que quedaron a cambio de protección.
El grupo terrorista es fuerte allí donde la población está dividida y los musulmanes sunitas son mayoría. En Siria, fueron bien recibidos al principio por la oposición mayoritariamente sunita al presidente Bashar al Asad, un alauita, como "enemigo del enemigo".
En Irak, muchos sunitas lo ven parecido. Se sienten discriminados por el Gobierno en Bagdad dominado por chiitas. Por eso, la milicia terrorista puede avanzar fácilmente y combatientes locales rebeldes se suman a sus filas.
Pero en Siria la oposición ya vivió una dolorosa experiencia: ISIS no sólo llegó para combatir. Los yihadistas llegaron para quedarse.