Autor Tema: Nos estamos convirtiendo en xenófobos?  (Leído 172210 veces)

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Re: Nos estamos convirtiendo en xenófobos?
« Respuesta #1700 en: 21 de Febrero de 2020, 15:49:14 pm »

“Hoy tenemos más miedo que ayer”


Los habitantes de la ciudad de Hanau destacan su carácter multicultural y el temor ante el auge del discurso del odio

SILVIA AYUSO (ENVIADA ESPECIAL)

Hanau 21 FEB 2020 - 13:21 CET


Yussuf se aferra con fuerza a la vela que ha traído y, mientras protege con la otra mano la débil llama, respira hondo. No le resulta fácil hablar de lo que pasó la noche del miércoles en Hanau, donde un ciudadano alemán entró en dos bares shisha (pipa de agua) de esta ciudad del Estado alemán de Hesse y mató a nueve personas, la mayoría de origen extranjero y musulmán, en lo que ya ha sido calificado como un atentado de carácter xenófobo. Yussuf no solo perdió esa noche un poco más la confianza en el país al que llegó de pequeño desde Afganistán y que considera su hogar, pero en el que lleva viviendo desde hace tiempo con preocupación, dice, un aumento del discurso xenófobo. También perdió a dos amigos de la infancia, un joven kurdo y otro afgano que figuran entre las víctimas, aún no oficialmente identificadas, del ataque que ha conmocionado a esta ciudad, que todos coinciden en definir como multicultural, y a todo el país.

“Dos de mis amigos han muerto en el atentado. Porque eso es lo que ha sido, un atentado. Y ha sido un atentado racista”, decía el jueves por la noche con pena y rabia contenida este joven de 21 años y alemán impecable que acudió, como miles de conciudadanos, a la céntrica Marktplatz, la plaza del mercado. Allí, guardó un minuto de silencio por las víctimas y manifestó, junto a las más altas autoridades, incluido el presidente, Frank-Walter Steinmeier, su rechazo a un acto xenófobo y de odio que, por desgracia, empieza a ser demasiado común en Alemania y otras partes de Occidente.

Hasta la Marktplatz, muy cerca del lugar del primer escenario de la matanza, también se acercó Ali Znar, de origen kurdo: “Hoy tenemos más miedo que ayer”. Tras el atentado, le ha pedido a su esposa que se quede en casa con su hijo de un año “por seguridad”. Varios jóvenes de origen extranjero que escuchaban sus palabras asentían. “Hanau es una ciudad multikulti", decía uno de ellos usando la popular forma alemana de decir multicultural. “Todos hemos crecido aquí, pero hoy nos sentimos menos seguros”, agregó el joven, que también conocía a varios fallecidos y que prefirió no dar su nombre. Tras el acto en la plaza central, muchos caminaron en un batiburrillo de conversaciones en varios idiomas, otro símbolo de la mezcla cultural de esta ciudad de casi 100.000 habitantes a apenas 20 kilómetros de Fráncfort, hasta la calle de Heumarkt. Ese es el lugar donde Tobias R., de 43 años, comenzó su mortal periplo a las 22.00 del miércoles.

Envalentonados
Hasta entonces, aquella había sido una noche tranquila. Los pocos ciudadanos que habían salido se refugiaban en locales como el Midnight, un bar de cachimbas de cristales tintados bastante popular entre los jóvenes de esta zona políglota de Hanau. También permanecía abierto el miércoles, al lado, otro pequeño bar, La Votre, aunque ahí había menos ambiente. Solo estaba el responsable, un búlgaro de 32 años. Él, y el dueño del Midnight, están entre las primeras víctimas de los disparos de Tobias R.


En vídeo, concentración en Berlín contra el ataque de Hanau. VÍDEO: REUTERS-QUALITY
“Los dos eran muy amables”, recordaba este jueves Bilana, recepcionista búlgara del hotel Domino, situado frente a los dos bares. Su turno acababa de terminar y el ataque le sorprendió en otro local cercano. “Teníamos miedo, en mensajes de WhatsApp nos decían que había muertos, que no saliéramos”, recordaba. Desde el ataque, cierra la puerta del hotel con llave y solo abre cuando llega un cliente.

Toda la calle seguía anoche sellada y vigilada por la policía, que aunque impedía el paso, colocaba con cuidado cerca del lugar del crimen las velas y flores que muchos ciudadanos traían en homenaje a las víctimas. Varias bicicletas esperaban aparcadas frente al lugar de la matanza a dueños que quizás no las vayan a recoger nunca. En Heumarkt murieron cuatro personas, casi todos jóvenes y en su mayoría de origen foráneo, igual que en el segundo ataque, en otro bar de pipas de agua en la periferia de Hanau, en Kesselstadt, donde también vivía el asesino.

Tobias R, según la reconstrucción de los hechos, cubrió el corto trayecto entre los dos locales en coche y, al igual que la primera vez, llamó a la puerta del Arena Bar & Café y la emprendió a tiros en la zona de fumadores, matando a otras cinco personas. Según el sensacionalista Bild, entre las víctimas hay una mujer de 35 años que estaba embarazada. No había transcurrido ni media hora desde el comienzo de la matanza.

Una vez identificado el coche del asesino, la policía localizó su casa y dio con él. Presuntamente se quitó la vida. Junto a él estaba, muerta, su madre, de 72 años.

Ute Nágag-Ehnes nació cinco días después del fin de la Segunda Guerra Mundial y ha sido, toda su vida, profundamente “antifascista”. Lo que ha pasado en su ciudad la ha sacudido, pero no le sorprende. “Desde que tenemos a Alternativa para Alemania (AfD), los nazis tienen más valor para salir de sus agujeros, se sienten seguros para cometer atentados”, lamentaba este jueves. No comprende cómo puede permitirse el auge de la ultraderecha en un país como Alemania. “Casi me siento avergonzada de ser alemana”, añadió.

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Re: Nos estamos convirtiendo en xenófobos?
« Respuesta #1701 en: 22 de Febrero de 2020, 07:02:45 am »
Nadie se percató en tres ocasiones de su desequilibrio?
Nadie le investigó y supo que tenía licencia de armas?



El autor del atentado xenófobo en Alemania creía en "sociedades secretas" y veía en los extranjeros una "fuerte amenaza"

    "Tu país está bajo el control de sociedades secretas e invisibles. Utilizan métodos de control mental diabólicos y desconocidos", había indicado el atacante en un vídeo
    El supuesto responsable del ataque, que aseguraba que contaba con una ventaja telepática que le permitía conocer ciertos asuntos de manera privilegiada, tenía una licencia de armas
    El atacante había tratado de denunciar en tres ocasiones ante la Policía que estaba siendo espiado

infoLibre
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Publicada el 21/02/2020 a las 09:24 Actualizada el 21/02/2020 a las 09:56

El autor del atentado xenófobo que ha tenido lugar en la ciudad de Hanau y se ha saldado con diez muertos había grabado un vídeo en el que hablaba de "sociedades secretas que buscan controlar las mentes" y veía en los extranjeros, a los que quería "echar del país", como una "fuerte amenaza".

"Tu país está bajo el control de sociedades secretas e invisibles. Utilizan métodos de control mental diabólicos y desconocidos", había indicado el atacante en un vídeo difundido en Internet.

Tras analizar el material difundido por el atacante, las autoridades alemanas, que lo han identificado como Tobias R., han señalado que el vídeo incluye diversas teorías de la conspiración y aborda cuestiones como la "destrucción completa" de un grupo de personas.

En el vídeo, que dura aproximadamente una hora, también expresa su desprecio hacia los extranjeros. Así, hace referencia a un robo que tuvo lugar en 1999 en una sucursal bancaria y del que fue testigo. "Al ir a identificar a los presuntos responsables", explica, "la mayoría de aquellos que fueron señalados por la Policía eran extranjeros, de Oriente Próximo y el norte de África".

En este sentido, recalca que "de haber tenido un botón para hacerlos desaparecer, lo habría pulsado". Tal y como ha señalado la Policía, en gran medida las ideas defendidas por el atacante en sus vídeos concuerdan con las de otros criminales de extrema derecha que han llevado a cabo ataques similares.

Los agentes han advertido de que este tipo de personas, que no dan el perfil de los criminales de extrema derecha ni realizan anuncios públicos, son difíciles de detectar para las autoridades.

No obstante, Tobias R. había levantado la sospecha con otro de sus vídeos, en el que aseguraba que "todo lo que queda al final es el pueblo", lo que podía ser una clara alusión racista en la que el pueblo fuera únicamente el alemán.

Asimismo, el atacante había tratado de denunciar en varias ocasiones ante la Policía que estaba siendo espiado. Dichos intentos tuvieron lugar en 2002, 2004 y 2019.

"Si no crees en esto, mejor despierta ya", aseguraba el sujeto, que decía tener informaciones que harían que los datos revelados por el exagente de la CIA Edward Snowden "parezcan una fiesta de cumpleaños infantil".

El supuesto responsable del ataque, que aseguraba que contaba con una ventaja telepática que le permitía conocer ciertos asuntos de manera privilegiada, tenía una licencia de armas y había abordado en algunos vídeos el atentado del 11 de septiembre de 2001.

"Por todos estos motivos, no me queda más opción que actuar como lo he hecho para recibir la atención necesaria", manifiesta el atacante, que considera que una "elite pequeña tiene acceso a conocimiento secreto que buscan apartar de las masas".

Todas las víctimas mortales de los tiroteos son extranjeras

Un responsable de las fuerzas de seguridad alemanas ha confirmado a DPA que todas las víctimas mortales de los dos tiroteos son ciudadanos extranjeros. Entre los fallecidos figuran cinco ciudadanos turcos, según ha explicado el embajador turco en Berlín, Kemal Aydin, en declaraciones publicadas por la agencia de noticias turca Anatolia.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha condenado el atentado y ha emplazado a las autoridades germanas a hacer todos los esfuerzos para aclarar lo sucedido en el ataque. Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía ha dicho en un comunicado que el "racismo" y la "islamofobia" están al alza en Europa.

A él se han sumado el primer ministro británico, Boris Johnson, el presidente francés, Emmanuel Macron, el dirigente italiano, Giuseppe Conte, y la Unión Europea, que han lamentado lo sucedido.





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Re: Nos estamos convirtiendo en xenófobos?
« Respuesta #1702 en: 22 de Febrero de 2020, 10:53:21 am »


La clase política pide poner a AfD bajo vigilancia de los servicios secretos de Interior tras el atentado de Hanau



"El extremismo de derechas es la mayor amenaza para la seguridad en Alemania en estos momentos", dice el ministro de Interior. Se va a aumentar la presencia policial en los puntos sensibles: aeropuertos y estaciones, fronteras, sinagogas y mezquitas


Un ultraderechista asesina a 10 personas en Alemania en un doble atentado

"Todavía tengo en los oídos el ruido de los disparos y en la retina de mis ojos la sangre"

Tobias R, el autor del atentado en Alemania que "no había tenido nunca una relación con una mujer"

Odio al extranjero: el aumento de los delitos xenófobos en Alemania en los últimos años

CARMEN VALERO | BERLÍN
21/02/2020 13:04

Después del doble atentado en Hanau, con nueve inmigrantes muertos, la mayoría de origen turco además de un rumano, las miradas se dirigen ahora a la populista Alternativa para Alemania (AfD), partido que quieren poner bajo vigilancia de la Oficina Federal de Protección de la Constitución por esparcir racismo y xenofobia en su discurso político y tolerar en sus filas a individuos próximos al nacionalsocialismo. La presidenta de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Annegret Kramp-Karrenbauer, habló directamente de "nazis".

"Los atentados de Hanau tuvieron claramente una motivación racista", ha declarado hoy el ministro de Interior, Horst Seehofer, que calificó de "muy alto" el deterioro de la situación en Alemania por el racismo, el odio y la xenofobia. "El de Hanau ha sido el tercer atentado terrorista de la ultraderecha en los últimos meses", subrayó el ministro para anunciar luego que "vamos a incrementar sensiblemente la presencia policial en toda Alemania especialmente en los puntos sensibles, en estaciones, en aeropuertos, en sinagogas, en las fronteras y en las mezquitas".

Seehofer informó de que en los últimos días se han incrementado los registros en distintos puntos del país y se han requisado numerosas armas, material explosivo y hasta granadas de mano. "El extremismo de derechas es la mayor amenaza para la seguridad en Alemania en estos momentos", dijo.


La Fiscalía Federal ha confirmado entre tanto que el autor de los disparos, un alemán de 43 años con licencia de armas era "un perturbado" y no sólo por el material que se encontró en su domicilio, sino por las anotaciones halladas en los registros de la Oficina de Investigación Criminal.

Según el fiscal general, Peter Frank, el ministerio público tuvo contacto con el agresor en noviembre, cuando este puso una denuncia contra una organización poderosa que se había infiltrado en la mente de las personas para obligarlas a hacer cosas terribles. Por el sentido de la denuncia, que no dejó entrever que Tobias Rathjen era un racista, no se llevó a cabo ninguna investigación. También el padre del agresor estuvo en el pasado en contacto con las autoridades, mediante una serie de cartas de las que no ha transcendido por el momento el contenido. La Fiscalía le ha tomado declaración en calidad de testigo.

Tobias Rathjen acabó el miércoles con la vida de nueve inmigrantes disparándoles en algunos casos directamente a la cabeza, como han relatado algunos supervivientes, en dos escenarios distintos. Después condujo hasta su domicilio, mató a su madre, de 72 años, y se suicidó. Ambos presentaban impactos de bala.


Que el agresor no parecía estar en su sano juicio era una posibilidad que cobraba fuerza a medida que la Fiscalía avanzaba ayer en la aclaración de los hechos. El líder del partido liberal, Christian Lidner, pidió, sin embargo, acabar con el clima político que favorece el odio. "Si escuchamos a ciertos líderes no hay que hilar fino para imaginar que su propaganda puede influir en individuos o grupos", declaró.

"AFD ES EL BRAZO POLÍTICO DEL ODIO"
"El odio es una manifestación de locura, sí, pero si se focalizaba en un grupo de la población muy determinado, hay que pensar hasta qué punto influye en esa manifestación el discurso político nocivo", agregó

El debate sobre la tragedia de Hanau continúa y, al margen del perfil del agresor, hay coincidencia en la clase política en que los atentados de Hanau deben marcar un antes y un después.

"AfD es el brazo político del odio", ha afirmado Cem Özdemir, una de las figuras más respetadas del partido de Los Verdes, que piden como partido extraer consecuencias de unos atentados que, pese a la fortaleza de la democracia en Alemania, ahondan la brecha ya abierta por la ultraderecha.

Para el secretario general del Partido Socialdemócrata (SPD), Lars Klingbeil, esas consecuencias pasan por poner a AfD bajo vigilancia de la Oficina Federal de Protección de la Constitución (servicios secretos de Interior). "Ha quedado claro que AfD debe ser puesta bajo observación y espero que los órganos de seguridad del Estado adopten y pongan en práctica esa decisión rápidamente", ha declarado.


En términos similares se ha pronunciado también hoy el portavoz del grupo parlamentario del partido liberal (FDP), Konstantin Kuhle, para quien basta con escuchar el discurso de algunos de sus líderes para concluir que el partido se mueve en una dirección crítica para el Estado. Uno de los líderes de AfD que siempre vienen a colación es Björn Höcke, jefe de la agrupación del estado federado de Turingia y exponente del ala más radical del partido.

Contra Höcke pesan varias denuncias por incitación de la población al odio y los miembros de su corriente -Der Flügel, (El Ala)- ya son objeto de vigilancia por parte de los servicios secretos de Interior. La última denuncia partió de la propia Fiscalía de la ciudad de Dresde tras un discurso al borde del marco legal en un acto el fin de semana del movimiento antimigración Pegida.

Höcke, sin embargo, fue uno de los primeros dirigentes de AfD que hizo declaraciones tras el doble atentado en Hanau. Expresó sus condolencias a las víctimas y allegados, calificó la matanza de "sinrazón" y dijo que "la locura avanza en este país".

Poco después, AfD cerró filas y respondió a las acusaciones más o menos veladas de responsabilidad en la propagación del racismo y la xenofobia con el argumento de que su autor era un perturbado, a tenor del vídeo y el manifiesto hallados por la Fiscalía Federal.


MANIFIESTO
Efectivamente, el testamento vital del agresor, un alemán de 43 años con licencia de armas, rezuma delirio paranoico, construye teorías conspirativas y contiene un odio a los extranjeros enfermizo, profundo y perverso.

Por todo ello "involucrar a AfD en este asunto es un intento vergonzoso de instrumentalizar los atentados para atacar a un rival político", sentenció el ex presidente del partido y jefe del grupo parlamentario, Alexander Gauland.

Según el portavoz de Interior del grupo parlamentario de la CDU, Mathias Middelberg, la facción ya ha empezado a trabajar en un cambio de la ley federal de Protección de la Constitución con la finalidad de eliminar trabas a la vigilancia de los servicios secretos de Interior.

Esos servicios "examinan" el caso de AfD desde el pasado año, tras haberse detectado tendencias extremistas en algunos sectores del partido, y muy especialmente en 'El Ala' y entre las juventudes. Examinar no significa "observación formal" o vigilancia, que sería el siguiente paso. La diferencia estriba en que en el examen los servicios secretos no pueden hacer uso de sus recursos técnicos para interceptar comunicaciones o poner en marcha ciertos métodos de espionaje, como el uso de confidentes. La rama de AfD en Turingia que dirige Höcke sí está bajo vigilancia.

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Re: Nos estamos convirtiendo en xenófobos?
« Respuesta #1703 en: 22 de Febrero de 2020, 19:24:03 pm »

POTENCIALMENTE PELIGROSOS


Crece el terrorismo de ultraderecha: en cinco años ha aumentado un 320% en Europa, América del Norte y Oceanía



Los datos son alarmantes: en 2017, este terrorismo dejó 17 víctimas; en 2018, 26; y en 2019, 77.

laSexta.com

  Madrid | 22/02/2020
 
Los desfiles con paso marcial han vuelto a verse en algunas calles de todo el mundo. También en Alemania, con imágenes que recuerdan a otra época como los miembros de 'Tercera vía', uno de los grupos de extrema derecha alemanes, organizaciones minoritarias pero en crecimiento.

"Es un movimiento que tiene su consistencia en el tiempo, sobre todo, desde la caída del muro de Berlín", ha explicado el periodista y documentalista Antonio Maestre, que ha añadido: "Hay partidos nacionalsocialistas que se han refundado y muchos operan con normalidad". El último informe de los servicios secretos alemanes cifra en más 24.000 los ultraderechistas en el país. Casi 13.000 de esos ultras están considerados potencialmente violentos y más de 900 tenían a finales de 2018 permiso de armas.

"Las órdenes de detención de miembros de extrema derecha se han triplicado desde 2012. La situación está aumentando en términos de violencia y de peligro", ha alertado Franco Delle Donne, doctor por la FU de Berlín y autor de 'Epidemia ultra'. Se pudo ver recientemente tras ser desarticulada una red terrorista de extrema derecha que quería atentar contra políticos de izquierdas y refugiados. Uno de los 12 detenidos había trabajado para la policía.

Eso abre el debate sobre el vínculo de estos grupos ultra y las fuerzas de seguridad. "Ciertos sectores de las fuerzas de seguridad son cercanos a grupos de extrema derecha", ha precisado Delle Donne.

Sus actos racistas se ven respaldados por el auge de discursos políticos xenófobos. "Mientras haya atentados terroristas de extrema derecha, el debate que legitima estos actos se produce con total normalidad, tanto en Alemania como en España y en el resto de Europa", ha puntualizado Maestre. Alternativa por Alemania es ya el principal partido de la oposición en el Parlamento.

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Re: Nos estamos convirtiendo en xenófobos?
« Respuesta #1704 en: 22 de Febrero de 2020, 20:55:38 pm »
El de ultraizquierda es que es mejor taparlo,que haberlo haylo

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Re: Nos estamos convirtiendo en xenófobos?
« Respuesta #1705 en: 22 de Febrero de 2020, 22:08:36 pm »
Pero porque organizaciones de ultraizquierda cometan asesinatos.......lo tienen que cometer también las organizaciones de ultraderecha?
Porque la republica cometió asesinatos,también los tuvo que cometer la dictadura de Franco?

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Re: Nos estamos convirtiendo en xenófobos?
« Respuesta #1706 en: 22 de Febrero de 2020, 22:42:52 pm »
El fanatismo no es bueno,pero si hay de unos,que saquen también lo de otros.

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Re: Nos estamos convirtiendo en xenófobos?
« Respuesta #1707 en: 22 de Febrero de 2020, 23:26:29 pm »
Ya lo sacan.
ABC,ok diario,el mundo,la razón, libertad digital,la cope,13tv.....seguimos?

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Re: Nos estamos convirtiendo en xenófobos?
« Respuesta #1708 en: 26 de Febrero de 2020, 06:33:21 am »

Nazis en Mongolia: los hijos de Gengis Khan que admiran a Franco

Adelantamos aquí por su interés uno de los capítulos de 'Adiós a Mongolia', el fascinante libro de viajes del periodista español Zigor Aldama

Nazis en Mongolia. (Reuters

Autor
Zigor Aldama

26/02/2020 05:00

La culpa de todo es de Carlos Barria. Este fotógrafo de Reuters, al que luego conocí en China, fue el primero que retrató a los neonazis mongoles de Tsagaan Khas, literalmente "esvástica blanca". Su reportaje fotográfico, publicado en 2013 por numerosos medios de comunicación, no proporcionaba mucha información sobre los miembros de la organización, a los que definía como activistas medioambientales contrarios a las relaciones interétnicas, y despertó nuestra curiosidad. Además, gráficamente el tema era fascinante. Sus fotografías mostraban a un grupo de hombres y mujeres vestidos con uniformes propios del Tercer Reich y con brazaletes adornados con la esvástica blanca sobre fondo rojo de Hitler. Aparecían en minas, junto a los gers de nómadas, e incluso en tiendas de lencería. El retrato de uno de sus miembros sentado frente a una cruz gamada y con un osito de peluche azul en la mesa me convenció de que teníamos que entrevistarlos. Y a Miguel Candela la idea no le pudo parecer mejor.

Pero dar con un grupo neonazi no es sencillo. No tienen página web, y tuvimos que bucear a fondo en las redes sociales para encontrar a uno de sus fundadores, Ariunbold Altankhuum. En su foto de perfil aparece con una gorra militar negra y una cruz de hierro nazi. No hay duda: es él. Pero no habla inglés, así que le pido a mi amiga Enkhmaa, a la que ya hemos involucrado en mil historias surrealistas, que le envíe un mensaje y trate de concertar una entrevista aprovechando que nos encontramos en Ulán Bator. Para mi sorpresa, me responde rápidamente diciendo que le ha enviado su número de teléfono.

—¿Qué le digo? —me pregunta con una mezcla de extrañeza y diversión. Enkhmaa se ha acostumbrado ya a buscar elementos excéntricos de la sociedad mongola para nosotros, pero desconocía la existencia de esta organización y le choca bastante.

—Coméntale que queremos hacerle una entrevista en profundidad para conocer su ideología y que nos gustaría hacer un seguimiento durante sus actividades.

Enkhmaa me escribe por Viber poco después para decirme que aceptan, pero con condiciones. Al parecer no están contentos con el resultado del reportaje de Barria y ahora desconfían de la prensa internacional. Quedamos en vernos a nuestro regreso de la estepa, a la que vamos en busca de los "ninjas" del oro.

Algo sucede allí que nos sorprende todavía más.

Esvásticas en la estepa

Conducimos por un manto verde cuando, a lo lejos, vemos un coche parado y lo que parece una familia tratando de arreglarlo, de modo que nos acercamos para echar una mano. Nuestro conductor ayuda con el cambio de la rueda que ha pinchado y entonces me fijo en un detalle de la camiseta de uno de los ocupantes: es roja, tiene un círculo blanco en el pecho y dentro hay una esvástica negra. Es el diseño de Hitler y no uno budista; no hay posibilidad de confusión.

Aprovechamos nuestro inesperado encuentro para hacerle unas fotos al hombre que viste la camiseta, que no tiene inconveniente en posar para nosotros en medio del camino de tierra. Pero cuando le preguntamos por qué luce la cruz gamada se encoge de hombros y prefiere no responder. Tampoco nos deja claro si pertenece a Tsagaan Khas o no. De hecho, termina rehuyendo nuestras preguntas y metiéndose en el coche. Nos despedimos con la sensación de que algo se nos escapa y con más ganas aún de saber qué hay detrás de esta inesperada querencia por la simbología nazi.

"Algo se nos escapa, cada vez tenemos más ganas de saber qué hay detrás de esta inesperada querencia por la simbología nazi"

De nuevo en Ulán Bator, Enkhmaa concierta la entrevista para una tarde. Contratamos a una traductora joven, Bulgamaa, que está libre y necesita el trabajo. Eso sí, cuando le explicamos qué es lo que vamos a hacer se queda tan blanca como la esvástica. "Pensaba que era una entrevista normal —dice azorada—. Espero que no sea peligroso". Es demasiado tarde para echarse atrás, y no creo que haya ningún peligro.

Pero es evidente que a los miembros de Esvástica Blanca les gusta infundir misterio. "Enviaremos un coche a recogeros en el UB Mall para que os lleve a un lugar seguro", explica por teléfono Ariunbold, que cuelga como en las películas, sin decir adiós. También les gusta hacerse de rogar. Esperamos sentados en la marquesina de una parada de autobús frente al centro comercial, que está cerrado por ser festivo, y miramos detenidamente cada coche que pasa por delante. Los minutos pasan y ninguno parece interesarse por nosotros.

—¿Y si nos están gastando una broma? —pregunta Miguel, siempre optimista.

La idea parece aliviar a la traductora. Sin duda, ella preferiría que lo fuese.

Al final, casi con media hora de retraso, un Nissan negro se acerca despacio al punto de reunión, como si Ariunbold quisiera acentuar la sensación de que formamos parte de una trama de espías. Pero no hay duda de que es él: viste un uniforme militar negro tipo SS tocado con una gorra en la que un águila plateada abre las alas sobre una esvástica. Por si hubiese dudas, la tapicería del coche es roja y cada asiento tiene su cruz gamada sobre fondo circular blanco. Miguel y yo subimos a la parte de atrás, esperando que Bulgamaa se siente en el lugar del copiloto. Pero nos dice con la mirada que nos apretujemos, que ella no quiere ir delante. Ariunbold saluda con un gruñido y exige ver una acreditación de prensa.

—Tenemos que ser muy cuidadosos, porque los servicios de inteligencia nos espían —justifica.

Satisfecho, arranca en dirección desconocida. Tengo que reconocer que, aunque todo me parece una puesta en escena impostada, resulta algo tenebroso.

—Nada de fotos —advierte Ariunbold para frustración de Miguel.

Sorprende que un neonazi se pueda mover por la ciudad de esta guisa sin que los policías que nos ven pasar le den el alto. También hay ciudadanos que se giran y miran con curiosidad el coche, pero a nadie parece sorprenderle, y menos aún inquietarle. Cada vez tengo más interés por conocer qué hacen.

"Francisco Franco fue un buen tipo" —rompe el hielo Ariunbold mirando por el retrovisor y levantando un pulgar en gesto de aprobación

—Francisco Franco fue un buen tipo —rompe el hielo Ariunbold mirando por el retrovisor y levantando un pulgar en gesto de aprobación—. Nosotros comenzamos a trabajar por la protección de la soberanía y la cultura de Mongolia en 1986, cuando estallaron los primeros enfrentamientos con los comerciantes chinos por su falta de respeto hacia el país y sus habitantes. Nos insultaban, se acostaban con nuestras mujeres y abusaban de ellas. Lo corrompen todo y ahora están destruyendo el país con sus proyectos industriales y mineros.

Bulgamaa traduce balbuceante.

Odio a China

El odio de Mongolia hacia China data de hace casi un milenio. Se remonta a las conquistas de Gengis Kan, el hombre que consiguió unificar a las tribus nómadas en el siglo xiii para construir el mayor imperio asiático. Tal fuerza tenían sus hordas que los emperadores chinos tuvieron que levantar la Gran Muralla para tratar de contenerlas, sin mucho éxito. En el siglo XVII cambiaron las tornas y fue la dinastía Qing la que conquistó el territorio del Kan. Ahora China está construyendo un imperio al que no detendrá ninguna muralla. El suyo es un poderío económico que se siente con fuerza en Mongolia, cuya épica bravura se viene abajo rápidamente ante el retrato de Mao Zedong impreso en los billetes de los yuanes. No en vano el 66% de las exportaciones mongolas en 2018 acabaron en China, un país con el que mantuvo un comercio bilateral valorado en 8.400 millones de dólares.


Nazis en Mongolia. Foto: Carlos Barria (Reuters)

—Con el beneplácito de nuestros gobernantes corruptos, que se llenan los bolsillos con los sobornos, las potencias extranjeras, con China a la cabeza, están esquilmando nuestro país y erosionando nuestra cultura —dispara Ariunbold mientras conduce por un barrio obrero de la capital.

No obstante, es evidente que el rápido crecimiento de Mongolia también está beneficiando al grueso de la población, cuyo poder adquisitivo se ha multiplicado por cuatro en los últimos quince años.

—Las apariencias engañan. También han aumentado notablemente las desigualdades sociales —replica el neonazi, que siempre tiene un ojo en el retrovisor para escudriñar nuestros gestos.

Después de veinte minutos de viaje bregando con el intenso tráfico de la capital, el Nissan se detiene frente a un bloque de viviendas de corte comunista y el conductor hace una llamada.

—Nuestros líderes hablarán con vosotros, pero por seguridad no quieren que toméis fotografías —dice.

El reportaje de Barria les ha creado problemas con las autoridades mongolas y ellos prefieren mantenerse en la sombra.

Ariunbold camina hasta un bar. Parece uno de esos saloons del Oeste, en los que, si hubiese clientes, todos se girarían para mirar fijamente al forastero mientras suena música de Ennio Morricone de fondo. Pero está vacío. Nuestro anfitrión señala unas escaleras que llevan a un sótano, así que bajamos. No hay cobertura en el móvil y el aire está viciado. El humo del tabaco lo hace pesado.

Ante nosotros se abre una sala con el techo muy bajo, el suelo y los muebles de madera y unas paredes rojas algo psicodélicas, decoradas con trazos blancos aparentemente hechos al azar.
Cruces de hierro

Alrededor de una mesa rectangular están sentados Uranjargal, una joven cuya ideología cuelga de su collar en forma de cruz de hierro, y Erdenezaya, un antiguo campeón de lucha libre mongola que se presenta como responsable de Tsagaan Khas y cuyas proporciones superlativas hacen honor a los logros deportivos de los que se enorgullece. No lucen cabezas rapadas, pero sí cortes de pelo militares. Con el semblante tan serio que dan ganas de reírse, nos preguntan por nuestra ideología. Como tampoco queremos antagonizar con ellos, no sabemos si tirar por la vertiente franquista, incidiendo en el hecho de que Miguel es originario de Alicante, uno de los principales abrevaderos del fascismo español, o si jugar la baza de la admiración que Hitler supuestamente sentía por los vascos. Al final nos declaramos neutrales en virtud de nuestra profesión.

"Aunque consideramos que fue un gran líder, tampoco nos guiamos por la doctrina de Adolf Hitler, cuya barbarie condenamos"

—Antes de nada, quiero dejar claro que ya no abogamos por la violencia para imponer nuestra ideología y que, aunque consideramos que fue un gran líder, tampoco nos guiamos por la doctrina de Adolf Hitler, cuya barbarie condenamos —arranca Erdenezaya.

Al preguntarle por la naturaleza de los símbolos de los que hacen gala sus miembros, y que no parecen apuntar precisamente a una condena del nazismo, responde con la celeridad de quien sabe que llegará esa pregunta.

—No somos nosotros quienes tomamos prestada la simbología nazi, sino al revés. Fue Hitler quien se apropió de elementos que han sido siempre un reflejo de la fuerza de Mongolia, desde el primer Imperio del Fuego, que estuvo regido por el chamanismo, hasta Gengis Kan, a quien Hitler admiraba, pasando por los hunos de Atila. La cruz de hierro, la esvástica o el águila del Reich han sido utilizadas en Mongolia desde tiempos inmemoriales y fueron adoptadas luego por imperios como el romano o el bizantino. Ahora se asocian a la violencia, pero en el fondo son reflejo de una cultura. No somos imitadores, que también los hay, sino gente culta que estudia la historia y que, como puede ver, utiliza también otros símbolos, como el escudo nacional.

No miente. Sus uniformes militares tienen el cuello adornado con el escudo mongol bordado en hilo dorado. En cualquier caso, según avanza la conversación y va perdiendo su actitud almidonada, insisto en la simbología y Erdenezaya termina reconociendo que hay similitudes entre la sociedad que ellos promulgan y la que trató de imponer el caudillo alemán.

—Respetamos a Hitler porque hizo de Alemania una gran potencia. En los noventa, cuando éramos jóvenes, compartíamos más aspectos de su ideología, pero luego, con la llegada de la democracia, hemos evolucionado. Condenamos que Hitler invadiese otros países y ordenase la matanza de minorías étnicas y religiosas, pero creemos en la necesidad de mantener la pureza de la raza mongola para evitar su desaparición, y por eso estamos en contra de los matrimonios interraciales que abundan ahora. De hecho, la única política del Gobierno con la que estamos de acuerdo es la que trata de elevar la natalidad de nuestra población. Somos muy pocos y necesitamos un mayor peso demográfico para defendernos.

Erdenezaya comulga con el ejemplo y ya es padre de cuatro criaturas.

—No queremos convertirnos en un país como Francia, donde los franceses son negros y árabes —explica, mientras los otros miembros del grupo asienten con la cabeza, y a continuación sentencia—: Somos los nacionalistas más puros de Mongolia.
Etnias en lucha

Aunque su indumentaria causa estupefacción y cierto malestar entre sus compatriotas, lo cierto es que la postura de Tsagaan Khas es compartida por una gran parte de la población. "Necesitamos una política restrictiva para evitar que todas las concesiones mineras acaben en manos de los chinos", aseguró un antiguo viceministro de Exteriores apellidado Tsolmon en una entrevista con el diario estadounidense Christian Science Monitor. "De lo contrario, un día puede que nos despertemos y descubramos que todo nuestro territorio está controlado por China. Y eso no sería nada bueno", apostilló.

Erdenezaya señala que ya existe un precedente para saber qué sucedería: la región autónoma de Mongolia Interior.

—Desde el Gobierno central de Pekín se ha promovido una emigración masiva que ha convertido a la etnia han en la mayoritaria dentro de Mongolia Interior, y se ha llevado a cabo una asimilación cultural de los habitantes de etnia mongola, cuyas costumbres y cultura han sido arrasadas por los chinos. El Tíbet y Xinjiang son también una clara muestra de que China es un país invasor por naturaleza. Necesita materias primas para sustentar su enorme población, fruto también de sus políticas expansivas —interviene Uranjargal, mientras los otros dos miembros de Tsagaan Khas fuman un cigarrillo tras otro y beben refrescos de frutas enriquecidos con vitaminas.

"Al principio creíamos que la violencia era el único camino para evitar la asimilación cultural. Ahora, sin embargo, buscamos vías pacíficas"

—Al principio creíamos que la violencia era el único camino para evitar la asimilación cultural. Ahora, sin embargo, buscamos vías pacíficas para sumar gente a nuestra causa. Utilizamos las ideas y la razón para convencer a los jóvenes que muestran interés por nuestra lucha —añade Erdenezaya, que informa de que la organización cuenta con casi trescientos miembros en Ulán Bator y varios cientos más por todo el país.

Me pregunto si el que nos encontramos en la estepa es uno de estos últimos.

—No reclutamos a la gente de forma activa. Dejamos que sean quienes están interesados los que se acerquen a nosotros. Cada uno tiene su propio trabajo, pertenecemos a sectores muy diferentes, desde la medicina hasta la televisión, y todos actuamos sin ningún ánimo de lucro. De hecho, donamos parte de nuestros
sueldos y llevamos a cabo acciones caritativas de todo tipo. De momento concentramos nuestras acciones en la inspección de empresas extranjeras que contaminan o degradan el medio ambiente —explica el líder.

Su discurso me recuerda un poco al del Hogar Social de Madrid, que oculta su ideología ultra detrás de programas sociales que ofrecen ayuda únicamente a españoles.

—Se están destruyendo los bosques y se degrada la tierra de forma que no sirve ni para su cultivo ni para el pastoreo. No obstante, la mayoría de los beneficios económicos no se quedan en Mongolia. De ahí que una de nuestras demandas sea la nacionalización de la minería y la expulsión de las multinacionales extranjeras que explotan el sector, porque no nos podemos quedar de brazos cruzados —vuelve a intervenir Uranjargal.

Sin duda, no solo determinan quiénes son los culpables, sino que con sus acciones también se encargan de amedrentarlos.

Erdenezaya continúa criticando el capitalismo y la democracia actuales.

—Estamos desencantados con el sistema, porque nos aseguraron que los mongoles serían quienes tendrían el poder, pero el Parlamento no representa a la gente, sino a una minoría que se ha enriquecido gracias a la corrupción. ¿Cómo es posible que siendo solo tres millones de personas y teniendo tantísimos recursos naturales los pobres sean mayoría? Exigimos una democracia real.

Gloria a Gengis Khan

Choca escuchar estas palabras de quien lleva prendida en el corazón una chapa de las SS —ese sí que no es un símbolo mongol—, saluda a sus compañeros con un choque de tacones y el brazo en alto y glorifica el sangriento imperio de Gengis Kan. Así se lo señalo. Temo que resultar inquisitivo pueda dar al traste con la entrevista, pero ahora que ya han dejado clara cuál es su ideología, creo que no está de más enfrentarlos con sus propias contradicciones.

—Puede parecer una contradicción teniendo en cuenta que criticamos el expansionismo de China. Pero lo que el Gran Kan consiguió fue unir diferentes culturas, mientras que el Gobierno de Pekín lo que quiere es dividirnos y enfrentarnos. Por eso continuaremos promulgando la independencia de Mongolia con la fuerza de las ideas, y no seremos vencidos ni siquiera por la todopoderosa China.

No están solos en la consecución de ese objetivo. De hecho, los grupos neonazis proliferan en el país y se han convertido en una preocupación para el Gobierno mongol.

—Creen que somos el enemigo y nos acosan permanentemente —afirma Erdenezaya antes de mostrar su recién adquirida confianza con un gesto imprevisto—. Podéis hacernos un par de fotos.
"Quizá no sea acertado utilizar la simbología nazi, pero estoy muy de acuerdo con lo que han dicho", nos confiesa el guía

Los retratos, hieráticos, frente a un fondo que no concuerda con el contenido de la entrevista e iluminados por la tenue luz verdosa de un par de fluorescentes, no resultan satisfactorios. Pero los miembros de Tsagaan Khas dejan claro que no están dispuestos a salir a la calle para que los fotografiemos y vuelven a mencionar a Barria y las consecuencias negativas que les ha acarreado su reportaje. El fotógrafo se ha convertido en lo que conocemos como "periodista Atila": por donde pasa es imposible volver a hacer una historia.

No hay alternativa, así que nos despedimos y salimos del sótano. Bulgamaa ya se ha relajado e incluso ha intervenido en la última parte de la conversación. "Quizá no sea acertado utilizar la simbología nazi, pero estoy muy de acuerdo con lo que han dicho", nos confiesa. Antes de marchar, le pide a Ariunbold el contacto de Facebook, y yo me marcho preocupado porque igual hemos creado una nueva neonazi.
Sorpresa final

Cada vez que Ariunbold publica una fotografía en Facebook mostrando tatuajes nazis o acciones de Tsagaan Khas, Miguel me envía un mensaje. Está frustrado porque no pudimos completar una historia interesante con imágenes a la altura. Repite una y otra vez que tenemos que volver a intentarlo. Y es lo que hacemos al año siguiente, durante el primer invierno que pasamos en Mongolia.

Ariunbold está más receptivo, nuestros reportajes no le han causado problemas, y nos informa de que la organización va a dar una charla en el centro de Ulán Bator. "Pasaos al final", dice.

Llegamos cuando el público se está levantando. Para nuestra sorpresa, el neonazi viste de calle y ha reducido su ideología hasta dejarla en un pin plateado con la esvástica. Saluda con la sequedad habitual y nos pide que lo sigamos.

Nazis en Mongolia. Foto: Carlos Barria (Reuters)
Nazis en Mongolia. Foto: Carlos Barria (Reuters)

Comenzamos a caminar. Ariunbold trota. Una vez más, no tenemos ni idea de adónde nos conduce, pero lo seguimos lo más cerca que podemos, porque es imposible moverse a su ritmo, y menos con 10 kilos a la espalda. Al cabo de media hora, los 30 grados bajo cero nos parecen pocos y comenzamos a abrirnos el anorak. Dejamos atrás el centro y nos internamos en los suburbios. Pero ni siquiera aquí se detiene. Miguel y yo nos miramos, pero no tenemos aliento para decir nada. Yo solo pienso que podríamos haber cogido un taxi. O un Prius. Cualquier cosa con ruedas.

Las construcciones de hormigón dejan paso a los gers que inundan las colinas de los alrededores de la capital. La tierra helada sustituye al asfalto, y los patinazos constantes complican aún más seguir el ritmo de Ariunbold, que parece como si tuviese crampones en las botas. Llegamos a una explanada en la que hay varias casas de madera de una sola planta, nos metemos por un camino estrecho y Ariunbold se para frente a una puerta. Nos pide que esperemos fuera un momento. Cuando vuelve a abrir, nos invita a pasar.

Dentro hay cuatro hombres fornidos, con cruces gamadas tatuadas por todas partes. Pero lo que creíamos que iba a ser la sede de Tsagaan Khas es en realidad un pequeño taller en el que estas personas producen pequeñas figuritas de madera. Y no son precisamente recuerdos del Tercer Reich, sino caballitos y camellos que se venden como suvenires a los turistas. Debe de ser el lugar donde fluye la vertiente artística que Ariunbold atribuyó a sus miembros durante la entrevista del año anterior. Es interesante ver cómo se financian los neonazis, pero resulta chocante, y más aún cuando nos advierten de que podemos hacer fotografías de las figuras pero no de quienes las fabrican. La cara de Miguel, que en este tema va de decepción en decepción, es un poema.

—¿Venimos hasta aquí para esto? —pregunta con un tono irritado que no requiere traducción. Ariunbold nos lleva a una esquina y desvela el quid de la cuestión.

—Si queréis más material, podríais hacer una donación. O sea que era eso.

—Por curiosidad, ¿de cuánto estamos hablando?

—No sé, unos 500 euros sería suficiente —dice Ariunbold.

Miguel y yo volvemos a mirarnos incrédulos. Se acabó. En los meses siguientes, diferentes noticias relacionadas con la simbología nazi sorprenden por toda Asia. En enero de 2019, en Tailandia, el grupo pop BNK48 tuvo que disculparse públicamente después de que trascendiese la imagen de una de sus integrantes vistiendo una camiseta con una esvástica durante un concierto.

Pero lo cierto es que en ese país se puede adquirir todo tipo de simbología fascista sin problema. Tanto que en 2011 una escuela se vio envuelta en un escándalo internacional cuando se supo que algunos de sus estudiantes habían preparado un desfile nazi. Y algo muy similar sucedió cinco años después en otro centro educativo de Taiwán.

En julio de 2019, el diario South China Morning Post también publicó un reportaje sobre un grupo neonazi de rock de Malasia que actúa en garitos underground y a cuyos conciertos solo se puede acceder por invitación.

Y en Japón quizá fuesen demasiado lejos en la dirección contraria, porque de cara a la organización de los Juegos Olímpicos de Tokio de 2020, y preocupados por la mala prensa que las esvásticas provocan en todo el continente, las autoridades incluso debatieron la posibilidad de limitar el número de cruces gamadas budistas que se muestran en templos y, sobre todo, retirar ese símbolo de los mapas en los que se utiliza para señalar la ubicación de los lugares de culto budistas. La cruz que se utiliza en el budismo nipón es levógira —el brazo superior gira hacia la izquierda— y no está rotada, pero el Gobierno teme que los visitantes la confundan y crean que el Tercer Reich tiene sucursales por toda la capital de Japón.


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Re: Nos estamos convirtiendo en xenófobos?
« Respuesta #1709 en: 26 de Febrero de 2020, 08:58:39 am »
Estamos, a nivel mundial, en tiempo de tribulaciones . . .

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Re: Nos estamos convirtiendo en xenófobos?
« Respuesta #1710 en: 27 de Febrero de 2020, 06:34:55 am »
Bueno si finalmente sale adelante la reforma el bar debe ser reformado...asi que quizas sea por eso.



ERA EL LOCAL DE MODA DE LA EXTREMA DERECHA
El 'chino facha' se queda sin bar: "Me dicen que no lo quieren alquilar a un fascista"

El bar Oliva de Madrid se ha convertido en el nuevo templo de los nostálgicos del franquismo gracias a Chen Xianwei, su excéntrico propietario. Está obligado a cerrar el 31 de marzo


Chen Xianwei, conocido como el 'chino facha', posa en su bar de Madrid. (David Brunat)

Autor
David Brunat
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27/02/2020 05:00

La esquina más famosa de la calle Antonio López, en el madrileño barrio de Usera, dejará de tener dos banderas de España colgadas de un mástil y las paredes pintadas de rojo y gualda. El próximo 31 de marzo, Chen Xianwei, más conocido como el ‘chino facha’, tendrá que abandonar el local por orden del propietario del edificio, la sociedad Soluciones Sila. El motivo no es un impago o un nuevo uso para el local. La empresa, asegura Chen, no le quiere en su lista de inquilinos.

“Me han dicho dos veces que no me renuevan el contrato porque no quieren fachas en su edificio. El propietario es un argentino que no quiere hablar conmigo al teléfono. Me han dicho que si quiero quedarme tengo que pagar 5.000 euros más IVA cada mes. Ahora pago 1.700 euros”, resopla Chen detrás de la barra, mientras su mujer prepara cafés y él sirve vinos y raciones a los parroquianos. Alrededor, un sinfín de símbolos franquistas y escudos de distintas unidades policiales y del Ejército decoran el local, convertido ya en un templo de la nostalgia falangista.


Una fotografía de Franco y un uniforme de la Policía Nacional, en el bar Oliva de Madrid. (D. B.)


El bar Oliva se ha convertido en un templo de los nostálgicos del franquismo. (D. B.)

“Me parece muy mal que cierren un negocio por discriminación ideológica. Es que no me han dejado negociar, me han dicho que soy un fascista y ya está. No me cogen el teléfono. Se lo he dicho a mi abogado, pero no hay nada que hacer porque el contrato ya termina y la empresa tiene derecho a echarme. En otros países, como en Suecia, donde tengo a un hermano, si el inquilino ha pagado cada mes y quiere continuar, tienes que indemnizarle si lo quieres echar aunque acabe el contrato, pero en España nadie te protege”, prosigue Chen.

Soluciones Sila niega que expulse a Chen por su ideología y asegura que el motivo es mucho más prosaico: el edificio no ha superado la Inspección Técnica de Edificios (ITE) del Ayuntamiento de Madrid y hay que clausurar toda actividad en el local. "Vamos a poner andamios y adecuar el edificio a las exigencias del ayuntamiento. Ese es el único motivo. Nadie más va a alquilar hasta que lo completemos". Chen tuerce el gesto: "Hace dos años, vinieron los técnicos del ayuntamiento y la empresa ha hecho obras en las cubiertas y la fachada, que es lo que estaba mal. A la farmacia, que está justo al lado, nadie le ha dicho nada de que tenga que cerrar. A ningún vecino le han dicho que tenga que irse. Solo me echan a mí".

En el archivo del ayuntamiento constan dos ITE presentadas por la propiedad del edificio. Una en 2008 y la otra en 2014. Las dos fueron desfavorables, con deficiencias en el "estado general de la estructura y la cimentación", además de cubiertas, fachadas y azoteas, que no obligaron a clausurar la actividad comercial. Entre junio de 2018 y diciembre de 2019, se han emitido tres notificaciones de sanción a la empresa por no solventar los problemas.


Exterior del bar Oliva, en la calle Antonio López de Madrid. (D. B.)

Tapas en el Una Grande Libre

Como buen emprendedor, el chino más franquista de España ha encontrado una rápida solución al problema. Ha comprado un local a 400 metros de distancia. Será más pequeño, pero en él Chen podrá exhibir sin tapujos su pasión falangista. El bar se llamará Una Grande Libre y estará abierto, calcula Chen, entre abril y mayo. "Estoy contento, porque de ahí no podrán echarme, pero yo no quería dejar este local. He invertido 170.000 euros en dos reformas, hace poco gasté 4.000 euros en poner unos toldos. ¿Quién me devuelve ese dinero? Hace un año, el anterior jefe de Soluciones Sila me dijo que renovaríamos el contrato, y ahora llega uno nuevo y me dice que no me quiere aquí. Me han obligado a meterme en una deuda muy grande".

El contrato en realidad venció el pasado 31 de octubre, pero Chen logró una prórroga de seis meses: “Le dije que si me echaba ya le iba a dejar el local sin un solo tablón, me iba a llevar todo lo que he comprado. Se arrepintió, me subió de 1.500 a 1.700 euros y al menos he tenido tiempo para buscar otro sitio”. Soluciones Sila reconoce que se negoció esa prórroga y que, en efecto, le ofrecieron un nuevo contrato por 5.000 euros al mes. "Pero eso fue antes de la ITE desfavorable", subrayan.


Chen Xianwei es uno más en los círculos de la extrema derecha. (D. B.)

El bar Oliva se ha convertido en un verdadero templo del falangismo y de los nostálgicos de la dictadura en apenas un par de años. En este tiempo, Chen Xianwei ha despuntado como la estrella más extravagante del universo de la ultraderecha, amigo de la familia Martínez-Bordiu, del círculo del Valle de los Caídos y de la Fundación Francisco Franco. Por supuesto, el bar es un fijo entre muchos simpatizantes de Vox de Madrid y otras comunidades.

“Viene muchísima gente de toda España a visitarme y muchos me traen regalos. Una botella de vino, un pin… ¡hasta una figura de Franco! Lo voy poniendo todo por aquí. También tengo uniformes de Guardia Civil y Policía Nacional. De donde más vienen es de Cataluña y de Canarias. También de Valencia”. Desde que Chen saltó al estrellato, este bar enclavado en un barrio históricamente de izquierdas como Usera ha conseguido hacerle la competencia al mismísimo Casa Pepe de Despeñaperros. “Él vende muchísimo más. Es más famoso”, dice Chen.

https://www.ecestaticos.com/image/clipping/654/504c4420930f1ed81538c199e6d43ea0/el-bar-oliva-esta-repleto-de-motivos-de-las-fuerzas-de-seguridad-del-estado-d-b.jpg
El bar Oliva está repleto de motivos de las fuerzas de seguridad del Estado. (D. B.)

De momento, ya tiene una pequeña parrilla con ‘merchandising’ franquista a un lado de la barra. Principalmente llaveros y mecheros, pero la intención es ampliar la oferta siguiendo los pasos de Casa Pepe. “En el nuevo bar, quiero poner una vitrina más grande para que la gente pueda comprar recuerdos. Habrá camisetas, cinturones…”.

Los clientes habituales ya le han dicho a Chen que se moverán con él al nuevo local. Es lógico. Muy pocos acuden al bar Oliva porque les cae cerca de casa. Toman aquí sus vinos y sus raciones por el desparpajo falangista del lugar. Y no son pocos. Jubilados, cargos intermedios de multinacionales, señoras, algunos jóvenes… “Si miras otros bares del barrio, se pasan horas vacíos. Aquí siempre hay gente”, dice con orgullo Chen.


El bar Oliva cerrará sus puertas por obligación el 31 de marzo. (D. B.)

Su casero no es la única amenaza para los sueños franquistas de Chen Xianwei. También lo es el Gobierno, que pretende incluir la apología del franquismo y su exaltación en la reforma del Código Penal. Defender la dictadura en público, como hace sin ningún rubor Chen, será un delito si prospera esta medida. ¿Asustado? Para nada. “Pedro Sánchez y el ‘coletas’ no tienen huevos a entrar aquí y quitarme las banderas”, lanza con su sorna habitual. “No puedes comparar la historia de la Alemania de Hitler con la España de Franco. No son lo mismo. Para empezar, Hitler perdió la guerra, y Franco fue un ganador y gobernó el país 40 años”.

Y, cómo no, pone su particular puntilla: “Entonces yo quito las banderas del águila y a los catalanes les dejamos que cuelguen sus pancartas independentistas y quiten las banderas de España. No hay peor delito en un país que el separatismo. A ellos les dejamos hacer lo que quieren porque hay libertad de expresión y a mí me hacen quitar mis figuras de Franco porque no tengo libertad de expresión. ¿Es eso lo que quieren?”.


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Re: Nos estamos convirtiendo en xenófobos?
« Respuesta #1711 en: 27 de Febrero de 2020, 06:35:53 am »
He dejado esta foto del articulo para el final.


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Re: Nos estamos convirtiendo en xenófobos?
« Respuesta #1712 en: 28 de Febrero de 2020, 06:58:05 am »


Captura del video en el que las dos víctimas son agredidas.

El vídeo de la brutal agresión a una madre y su hija por hablar español en Boston
"Nos negamos a permanecer en silencio porque que fuimos atacadas en base a nuestra raza, nuestro idioma y nuestra identidad", han denunciado.
27 febrero, 2020 11:51

https://www.youtube.com/watch?v=YmFEaWrgjlY&feature=emb_title

"!Esto es América! ¡Hablen inglés o vuelvan a su país!", vociferó una mujer americana, mientras una mujer española y su hija charlaban y caminaban por la acera opuesta en una calle de Bostón (Estados Unidos) el 15 de febrero. Acto seguido, la increpadora cruzó la calle con su amiga y comenzó a golpear y morder a las dos víctimas.

Al mismo tiempo, la agresora seguía profiriendo insultos racistas contra la mujer y su hija, según informa Telemundo.

El vídeo, grabado por la cámara de seguridad de un local situado en la plaza de Maverick, muestra la brutal agresión y cómo madre e hija frenaron el ataque gracias a varios viandantes que se acercaron a socorrerlas antes de la llegada de la Policía de Boston.

En declaraciones a la cadena de televisión, la mujer señalo que "se negaban a vivir con miedo". "Nos negamos a permanecer en silencio porque que fuimos atacadas en base a nuestra raza, nuestro idioma y nuestra identidad".
Investigación

Aún así,  la madre relató que tanto ella como su hija están teniendo problemas para dormir y temen más que nunca hablar español por la calle.

Según el informe policial, las agresoras confesaron a los agentes de seguridad que habían bebido antes del incidente y que se acercaron porque pensaban que se estaban burlando de ellas. Aunque los agentes no las detuvieron, están investigando los hechos.

Algunas asociaciones han asegurado que este tipo de agresiones racistas son cada vez más comunes en el este de Boston y han pedido a las autoridades que presenten cargos por delitos de odio contra las dos atacantes.


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Re: Nos estamos convirtiendo en xenófobos?
« Respuesta #1714 en: 02 de Marzo de 2020, 18:33:22 pm »


UNA IMAGEN VERGONZOSA

https://www.lasexta.com/noticias/internacional/zorras-que-fornicais-como-conejos-asi-recibe-un-grupo-de-ultras-a-los-refugiados-en-lesbos_202003025e5d37b90cf2330038ef4fd7.html



"Zorras, que fornicáis como conejos": así recibe un grupo de ultras a los refugiados sirios en Lesbos




Un grupo de radicales recibe entre graves insultos y amenazas a una patera en Lesbos. Entre los refugiados sirios hay mujeres y niños pequeños. Durante varios minutos aguantan todo tipo de gritos sin que nadie haga nada por ellos.


 Un grupo de radicales recibe entre insultos y amenazas a una patera en Lesbos
laSexta.com | Reuters
Madrid | 02/03/2020
Insultos, amenazas y golpes a su embarcación. Es el recibimiento que un grupo de ultraderecha dio a una patera de refugiados sirios a su llegada a Lesbos, en Grecia. Este grupo fascista trató de impedir así que la embarcación, en la que también había varios niños pequeños, tocara tierra.

Lluvia de insultos y amenazas a su llegada a Lesbos en una vergonzante escena
"Zorras, que fornicáis como conejos", le gritaron a las mujeres que iban a bordo. No fue el único insulto que recibieron los refugiados sin que nadie hiciera nada por evitarlo. La escena, captada por Reuters y AP este domingo, es vergonzosa.

Pero los refugiados no son los únicos que reciben los ataques de la ultraderecha. Periodistas y ocho voluntarios de la ONG española 'Zaporeak' han sufrido también un ataque en Lesbos. "Vienen a por nosotros con palos. Los que están produciendo estos ataques son fascistas griegos, de ultraderecha, que se han organizado en la isla", explica a laSexta Malen Garmendia, coordinadora de la ONG Zaporeak.

Miles de refugiados sirios se agolpan en frontera turco-griega y algunos, desesperados, incluso se lanzan al río para intentar llegar a suelo heleno mientras el Gobierno del país asegura que devolverá a todos aquellos que alcancen su territorio.


 
Otros, como los refugiados de esta embarcación, optan por llegar a Lesbos en patera. Ha sido precisamente mediante esta fórmula como un niño ha muerto ahogado al volcar un bote con 48 refugiados durante esta jornada. Tras rescatarlo, el niño ha sido evacuado inconsciente al hospital, donde solo han podido certificar su muerte.

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Re: Nos estamos convirtiendo en xenófobos?
« Respuesta #1715 en: 02 de Marzo de 2020, 22:12:56 pm »
Menudos “valientes” de mierda.

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Re: Nos estamos convirtiendo en xenófobos?
« Respuesta #1716 en: 04 de Marzo de 2020, 06:54:08 am »
Bueno si finalmente sale adelante la reforma el bar debe ser reformado...asi que quizas sea por eso.



ERA EL LOCAL DE MODA DE LA EXTREMA DERECHA
El 'chino facha' se queda sin bar: "Me dicen que no lo quieren alquilar a un fascista"

El bar Oliva de Madrid se ha convertido en el nuevo templo de los nostálgicos del franquismo gracias a Chen Xianwei, su excéntrico propietario. Está obligado a cerrar el 31 de marzo


Chen Xianwei, conocido como el 'chino facha', posa en su bar de Madrid. (David Brunat)

Autor
David Brunat
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27/02/2020 05:00


El ABC silencia que la comunidad de propietarios se opone a que coloque una salida de humos para convertirlo en restaurante.




El hostelero Chen Xiangwei, conocido como el «chino facha»

El «chino franquista» de Usera tendrá un nuevo bar llamado «Una, grande y libre»

El nuevo local, que se prevé que abra en tres meses, estará situado cerca del Plaza Río 2
S. L.
MADRID Actualizado:04/03/2020 01:43h

El hostelero Chen Xiangwei, conocido como el «chino facha» o el «chino franquista» abrirá un nuevo bar en el distrito de Usera que se llamará «Una, grande y libre», en las inmediaciones del centro comercial Plaza Río 2 en aproximadamente tres meses y que mantendrá la «misma esencia» que el actual.

Así lo ha avanzado a Europa Press el dueño del hasta ahora Bar Oliva, quien ha explicado que los actuales propietarios del local, que lleva regentando desde casi diez años no quieren «trabajar con fachas».

La «solución» que le propusieron para mantener el contrato era una subida del alquiler de 1.500 euros a 5.000 euros más IVA al mes, algo que ha criticado Chen al subrayar que durante este periodo ha realizado reformas del establecimiento en dos ocasiones y que con el anterior dueño «no tenía ningún problema».

El contrato finalizó el pasado mes de noviembre y, desde entonces, está pagando una subida de 200 euros al mes, por la prórroga que finalizará el próximo 1 de abril.

A partir de esta fecha, se someterá a una sanción de 100 euros al día si continúa ocupando el espacio, pero para entonces espera tener listo su nuevo local que ha comprado en la calle de Matilde de Gayo número 7, un proyecto con el que lleva «mucho tiempo de papeleo».

La cafetería Oliva se ubica en la calle de Antonio López en confluencia con la glorieta de Cádiz y su fachada está pintada con los colores de la bandera de España. En su interior hay diversa simbología que rememora al dictador Francisco Franco.


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Re: Nos estamos convirtiendo en xenófobos?
« Respuesta #1717 en: 04 de Marzo de 2020, 06:56:05 am »
Sin embargo, por mucho que Chen ya lo haya promocionado, los vecinos propietarios de la comunidad en la que está integrado el local le han denegado la construcción de una chimenea, por lo que, sin una salida de humos, será difícil que Chen obtenga su licencia.

https://www.cuatro.com/cuatroaldia/chino-franquista-nuevo-bar-usera_18_2908245351.html

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Re: Nos estamos convirtiendo en xenófobos?
« Respuesta #1718 en: 06 de Marzo de 2020, 11:17:07 am »
Leyendo determinadas cuentas no me resulta nada extraña la presencia habitual de miembros de las FCS en bares como el.de este chino.

https://twitter.com/OrgulloReturn/status/1235656956616019974?s=19

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Re: Nos estamos convirtiendo en xenófobos?
« Respuesta #1719 en: 06 de Marzo de 2020, 11:33:29 am »
Esta sociedad se divide en 2 grupos....los que mandan y los que obedecen y después  hay unas FCS y ejército para controlar a los que obedecen y hay muchos que se piensan que están en el lugar de los que mandan.