Dos de cazadores:
Varios cazadores contando batallitas en un bar: Uno de ellos dice: a mí, a cazar, no me ense?ais ninguno. Que veo una perdiz...pum, la perdiz al zurrón. Que veo una paloma...pum, la paloma al zurrón. Que veo una liebre...pum, la liebre al zurrón. Que veo un zorro...pum, el zorro al zurrón. Que veo un lobo...pum el lobo al zurrón. Me acuerdo en Africa que vi un elefante le hice pum y....y dice otro y si lo metes en el zurrón, me cago en tu puta madre.
Otro:
-Abuelito cuentanos la vez que fuiste de safari a cazar leones.
-No hijito que ya estoy muy mayor.
-Venga abuelo porfa...
-Que no que ya tengo muchos a?os y me da cosa...
Y otro familiar-venga abuelo animese-
-Vaaaale lo cuento. Y comienza el hombre a contar con la voz muy aguda y temblorosa: Pues iba yo por la sabana siguiendo el rastro del león más grande que se había visto nunca, cuando a lo lejos le veo sobre un montículo. Parado, imponente, mirandome fijamente, desafiandome. Me acerqué para estar a la distancia. Él no se movió, dejó que me acercase. Cuando estuve cerca ví que medía tres metros de largo y mas de metro y medio de altura, con las zarpas como dos cabezas. Bajé la vista para asentar bien los pies y cuando la levanté para apuntar, el león había desaparecido. En su lugar, frente a mí, había una manada de leonas. Yo bajé el arma, me quedé quieto y, de repente, oigo un ruido a mi espalda, me giro rápidamente y me topo de cara con el león que hizo GGGRRROAOOOOURRRRGGGGGAAAAYYYYYMECAGUÉ.
-No me extra?a abuelo es que...
-No, no hijito, me he cagado ahora con el esfuerzo de imitar al león, siempre que lo cuento me pasa lo mismo. La edad...
Vale, vale, sé que no son muy buenos, pero en voz alta quedan mejor.
Salud y suerte.