Lo que Atreyu quiere decir es que Italia ha apostado por que, ya que hay delincuencia, que al menos huela bien. Los sicarios que trabajan para la mafia son gente aseada y bien vestida que no sólo no afean los barrios sino que, además, constituyen un marchamo de identidad nacional. La mafia, al menos, es producto autóctono contra los que no hay que sacar demasiado pecho porque "la familia, es la familia..." pero lo que resulta intolerable es que te vengan gitanos rumanos con mocos en la cara (que ordinariez) a venderte pa?uelos, decirte dónde tienes que aparcar el coche o, peor aun, a robarte la cartera. Y es que además, hacen todo eso a gentes que también van bien vestidas y huelen como recién duchados aunque no sean de la mafia. No se?or, contra estos pobretones lo que hay que hacer es achucharles jaurías humanas fascistoides en las calles, quemarles las casas y, si hay buena visibilidad, practicar el tiro al pobre. Eso es política de altura y agarrar el toro por los cuernos. Está claro que Berlusconi es el único que puede acabar con la delincuencia. Capos del mundo, temblad si el cavallieri detecta el más mínimo rodal en vuestros sobacos.
Salud y suerte.