Autor Tema: !Cómo están los Cuerpos!  (Leído 406151 veces)

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Re: !Cómo están los Cuerpos!
« Respuesta #2800 en: 09 de Diciembre de 2017, 08:46:43 am »

Inspector ‘Cale’: de jefe antidroga a líder de los ‘narcos’

Un responsable del grupo de Policía con el récord de incautaciones de cocaína en Cataluña está en prisión desde septiembre

Jesús García
Rebeca Carranco

Barcelona 8 DIC 2017 - 18:44 CET   

En enero, el grupo de 'Cale' se incautó de 450 kilos de cocaína en el puerto de Barcelona. El País

Pocos policías pueden presumir del olfato del inspector Calixto M. G. Algunas de las operaciones más sonadas contra el tráfico de drogas en el puerto de Barcelona son obra suya. Calixto movía como nadie a sus confidentes para dar con el contenedor preciso del barco adecuado. Oculta entre mercancía legal, la cocaína afloraba en grandes cantidades. Curiosamente, casi nunca había detenidos: los narcos quedaban impunes, aunque se quedaban sin cargamento ni beneficios.

Calixto no solo cumplía su trabajo como subjefe del grupo I de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional, que tiene el récord de incautaciones en Cataluña. También estaba eliminando a la competencia. Uno de sus últimos éxitos fue en enero, con la aprehensión de 450 kilos de cocaína en el puerto de Barcelona. Tampoco hubo detenidos. El pasado 27 de septiembre, mientras sus compañeros aguardaban en el buque Piolín para actuar contra el referéndum independentista, el inspector antidroga de más éxito de Barcelona era discretamente detenido al salir de casa. Está en prisión provisional, acusado de tutelar a una banda de traficantes que planeó traer al puerto, desde Colombia, dos enormes alijos de 1.100 y 600 kilos de cocaína.

“No es el primer ni el último grupo mafioso de narcos y policías que se fragua en el puerto de Barcelona”, explican fuentes judiciales sobre una operación que culminó con la detención de Calixto y de otro subinspector de su misma promoción, aunque ya jubilado: Francisco Ll. M. Los dos policías están acusados de dar “amparo” y dirigir las actividades de los narcos. Francisco (alias Paco y Ruso) tocaba supuestamente la droga con sus manos, hacía las entregas y recibía el dinero. En su casa, los agentes encontraron medio kilo de cocaína, 190.000 euros y una libreta en la que anotaba “ganancias, cantidades y repartos” con Cale o Justo, los dos motes de Calixto. El inspector en activo –que posee al menos dos amarres en el puerto- permanecía en segundo plano, se dejaba ver poco. “Tiraba de placa y usaba su ascendencia en el puerto”, señalan fuentes de la investigación, que sigue bajo secreto de sumario.

Prudentes al teléfono, en el coche hablaban por los codos. No sabían que los investigadores les habían colocado un micrófono oculto. En el Mercedes de Paco, él y Calixto hablan de “reparto de dinero”, de “hacer un buen negocio” y de sacarse “una pasta”. El inspector llega a fantasear con la idea de “comprarse un barco, irse al Caribe, comprar allí a mil y pico [entiende la juez que se refieren al precio de la cocaína], invertir 100.000 y 150.000 [en droga] y traerlo para acá”.
Varios agentes registran las bolsas con droga en la última operación de 'Cale'.
Varios agentes registran las bolsas con droga en la última operación de 'Cale'. El País

El Kia Sorrento de otro de los detenidos, Saki B. –un albanés que movía la droga obtenida a buen precio por los policías- se convirtió también en su “confesionario”. Allí, “en la intimidad del habitáculo”, charlaban “sin miedo ni tapujos” y se "regodeaban de estar todo el día mercadeando", relata la juez en sus autos. El 15 de octubre de 2016, los dos policías se reúnen con Saki B. y Rafael P. Cale les dice que quiere ocupar el puesto de jefe de la Policía Nacional en el puerto y sustituir a un compañero que se jubila. Paco, que alardea de conseguir la droga a mejor precio que otros (a 25.800 euros el kilo, frente a los más de 26.000 de otros proveedores) agrega que, cuando Cale tenga el mando en el puerto, “se irá a agenciar y a controlar la importación en origen, aunque sea a Santo Domingo”.

Los inspectores estaban organizando presuntamente la llegada a Barcelona de dos barcos cargados de droga mediante un intermediario colombiano, Carlos Alberto G., viejo conocido del narcotráfico que, tras cumplir una larga condena, había vuelto al negocio. Carlos Alberto G. es una pieza clave porque, tras ser detenido, admitió los planes de la banda y señaló que gozaba de la cobertura de dos mandos de la Policía. Gracias al micrófono del Kia Sorrento, los investigadores pudieron seguir los planes de la banda casi a tiempo real: el barco vendría de Perú, su llegada se preveía para noviembre, necesitarían coches para ir a Galicia...

Pero pasan los meses y el alijo no llega. El proyecto se enfría. En la primavera de 2017, la banda admite que ha invertido ya “140.000 euros” y que sigue enviando dinero “a una dirección de Bogotá” para que Carlos Alberto gestione la compra. Éste contacta con personas en Colombia y Panamá, pero les dice que hay problemas porque han de pagarse “comisiones en origen”. A algunos les asaltan dudas sobre su lealtad. Poco después, Carlos Alberto anuncia que tiene preparado “el yate” con una gran autonomía de navegación (8.000 litros) y que podría situarlo en el Mediterráneo en julio. Pero el gran cargamento nunca llegará.

La banda, mientras tanto, teje otros planes. En otoño de 2016, los policías organizan el viaje de Saki B. a Italia para vender 10 kilos de cocaína. El albanés dice que viajará junto a su hija menor de edad para “levantar menos sospechas”. Paco sigue hablando en el Kia. Menciona precios, tipos de cocaína (rólex, águila) y formas de transportar la droga en el coche la patrulla. Dice que él y Cale rechazan usar caleta, un habitáculo oculto en el coche. “Si nos interceptan, tiramos el producto en la esquina”.
De Julieta a Romeo: el origen de la corrupción policial

La operación que ha acabado con el inspector de Policía Calixto M. G. en prisión se llama Romeo. Y eso se debe a que todo empezó con Juliet: una investigación anterior, del juzgado de instrucción 18 de Barcelona, sobre la banda de narcos liderada presuntamente por el colombiano Juan Carlos Duarte. En los registros, se encontraron documentos que vincularon a Duarte con ciertas personas, que, junto a “nuevas revelaciones” y la “deducción de los oportunos testigos” no especificados por la juez en sus autos (el caso está bajo secreto) llevaron hasta los dos policías. En Romeo, los Mossos investigaron la parte del narcotráfico y Asuntos Internos de la Policía Nacional se hizo cargo de la supuesta corrupción de sus compañeros.

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Re: !Cómo están los Cuerpos!
« Respuesta #2801 en: 09 de Diciembre de 2017, 10:16:40 am »
La realidad supera la ficción.

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Re: !Cómo están los Cuerpos!
« Respuesta #2802 en: 09 de Diciembre de 2017, 13:13:13 pm »
Esto da para serie de Tv. . . por lo menos . . .

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Re: !Cómo están los Cuerpos!
« Respuesta #2803 en: 12 de Diciembre de 2017, 11:50:58 am »
Detenidos dos gendarmes franceses que traficaban con ametralladoras y fusiles

Fueron trasladados a la cárcel de Topas tras ser descubiertos en la frontera portuguesa con el maletero de su vehículo lleno de armas
Ricardo Rábade
RICARDO RÁBADE
Jueves, 7 diciembre 2017, 15:15

El Juzgado de Instrucción de Ciudad Rodrigo ha abierto diligencias y ha asumido la investigación de un escabroso asunto donde se encuentran involucrados dos miembros de la Gendarmería francesa, sobre los que pesa la sospecha de ser traficantes de armas, aunque este detalle está pendiente de concretar según vayan evolucionando las pesquisas judiciales. La gravedad del delito –un presunto tráfico de armamento– se ve incrementada por el hecho de que las dos personas detenidas pertenecen a las fuerzas y cuerpos de seguridad de la República Francesa, concretamente a su Gendarmería, considerada como una fuerza armada de especial prestigio y reconocimiento social, que viene operando a lo largo y ancho de las zonas rurales y periurbanas del territorio galo.

Los gendarmes detenidos son dos varones cuyas identidades responde a las iniciales J.A.M. y P.C.P. La detención tuvo lugar días atrás en plena frontera entre la provincia salmantina y el vecino Portugal. La edad media de ambos oscila en torno a los 45 años.

Al parecer y según los datos que ha podido recopilar este diario en relación con este delicado asunto, los hechos tuvieron lugar durante el desarrollo de uno de los controles rutinarios que vienen practicando de forma diaria los agentes de las Fuerzas yCuerpos de Seguridad delEstado qu prestan servicio en la zona limítrofe con el vecino Portugal.

Sorpresa mayúscula

Los dos súbditos franceses viajaban juntos en un vehículo procedente dePortugal y tenían intención de atravesar la frontera y desplazarse a través del territorio español para retornar a su Francia natal.Los agentes españoles inspeccionaron, tras darles el alta, el vehículo en el que viajaban.La sorpresa fue mayúscula cuando descubrieron en el interior del maletero numerosas armas de fuego, algunas de ellas catalogadas como armamento de guerra, como eran los casos de varias ametralladoras y fusiles, todas ellas celosamente guardadas y ocultas dentro del compartimento.

Ante la sospecha de que se pudiera tratar de dos casos de traficantes de armas y ante el inesperado armamento localizado, los agentes españoles procedieron a su inmediata detención para, posteriormente, ser puestos a disposición judicial con el fin de que el magistrado de los juzgados mirobrigenses encargado del caso pudiera realizar las averiguaciones pertinentes para descubrir las razones por las que estos dos gendarmes ocultaban estas armas en el interior del maletero de su vehículo.

En virtud de los indicios descubiertos y el armamento de guerra localizado, el juez ordenó el inmediato ingreso en prisión, con carácter preventivo, de los dos sospechosos, por lo que ambos fueron trasladados al centro penitenciario de Topas.

Las peculiares circunstancias que rodean a los dos detenidos han quedado patentes en el estricto y riguroso régimen carcelario al que se encuentran sometidos los dos gendarmes desde su ingreso en la prisión salmantina.No en vano, ambos han sido incluidos dentro del listado del fichero de internos de especial seguimiento. Es decir, los dos gendarmes franceses, que teóricamente tienen encomendado en el ejercicio diario de su profesión velar por el cumplimiento de las leyes francesas y proteger a los ciudadanos del país galo, son actualmente dos internos más, pero etiquetados bajo la terminología penitenciaria de FIES. Bajo este paraguas han sido clasificados presos de especial peligrosidad y trayectoria delictiva, como sucede, en el caso de cárcel de Topas, con los miembros de la difunta banda terrorista ETA que todavía están cumpliendo condenas por su sangriento historial de atentados, así como los activistas y acólitos del yihadismo y del Estado Islámico, cuya presencia también queda patente en el listado de fichas carcelarias de Topas.

De regreso a Francia

Al parecer, los dos gendarmes galos retornaban aFrancia, después de que hubieran trasladado previamente a Portugal diferente armamento, entre los que figuraban estas ametralladoras y fusiles, todo ello procedente de acuartelamientos de la Gendarmería francesa y con el fin de constituir en el país lusitano su propio negocio – una empresa de seguridad– dado que tenían intención de dejar la Gendarmería.

Según se recoge en las pesquisas practicadas y en la investigación judicial iniciada por el Juzgado de Ciudad Rodrigo, el negocio que iban a poner en funcionamiento los dos imputados con un tercer socio implicado no funcionó, por las desavenencias surgidas con este último, quien, a diferencia de ellos, se encuentra en libertad provisional. Los gendarmes querían cerrar un negocio valorado en unos 70.000 euros y tenían pensado devolver el armamento. Los detenidos, según las fuentes penitenciarias consultadas, van a ser trasladados previsiblemente al centro penitenciario de Monterroso, en la provincia de Lugo.

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Re: !Cómo están los Cuerpos!
« Respuesta #2804 en: 21 de Diciembre de 2017, 07:41:34 am »



'Pocholo', el guardia civil expulsado por ladrón y abatido tras asaltar una finca con su banda


En 2009 se le echó de la Benemérita por una detención ilegal y por quedarse el dinero de la cartera de un ciudadano al que había parado en un control de tráfico. Luego cruzó al otro lado de la Ley: montó un grupo de asaltantes que se dedicaba a dar 'vuelcos' a narcos. Murió este martes tras intentar robar a un empresario sevillano.
21 diciembre, 2017 02:02

    Guardia Civil Empresarios Narcotráfico

Aunque durante años perteneció a la Guardia Civil, varios de sus antiguos compañeros sabían que Antonio Reyes, al que apodaban el Pocholo, llevaba dentro el "espíritu de un bandido". En 2009 la Benemérita le echó del cuerpo por dos infracciones graves: una, por robar el dinero de la cartera de un ciudadano al que había parado en un control de carretera; otra, por una detención ilegal.

Por eso a muchos guardias civiles de la provincia de Sevilla no les sorprendió sobremanera cuando este martes se enteraron de que el Pocholo había sido abatido por un agente del Instituto Armado cuando intentaba robar en el chalet de un conocido empresario hispalense.
Residencia asaltada por la banda del ex guardia civil Antonio Reyes, apodado El Pocholo.

Residencia asaltada por la banda del ex guardia civil Antonio Reyes, apodado El Pocholo. EFE

Tras su expulsón de la Benemérita, Antonio Reyes vio cómo su vida se adentraba de lleno en el otro lado de la Ley que él un día defendió: se separó de la que hasta entonces era su mujer, trabajaba de forma esporádica como portero de discotecas y había organizado su propia banda de atracadores. Él y su gente se especializaron en el robo de la droga a los narcotraficantes que introducen hachís a través del río Gudalquivir y en el asalto a inmuebles de personas pudientes.
El último 'palo' antes de morir

Este pasado martes, en torno a las 8.45 horas de la mañana, el Pocholo y sus chicos, en torno a una decena, se presentaron en el chalet de Joaquín Henares, un empresario sevillano del textil de unos 70 años. La residencia es una construcción de varias hectáreas dentro de la urbanización Las Tinajas, ubicada en el kilómetro 3 de la carretera A-8055 que conecta Mairena del Aljarafe y Almensilla (Sevilla). Fuentes de el Benemérita explican que la banda del ex guardia civil se desplazó hasta allí en dos coches. Probablemente pensaron que la casa era de un narco y que aquello era una guardería de estupefacientes. Pero se equivocaron.
 
Pocholo lo tenía todo preparado. Iba a seguir el modus operandi que antes había usado con narcotraficantes para dar vuelcos a sus cargamentos. Por eso recactó una orden judicial de registro falsa y repartió entre varios de sus chicos petos oficiales de la Policía Judicial de la Guardia Civil. Se los había llevado del cuerpo antes de su expulsión. Él iba con una pistola, aunque no la reglamentaria que un día tuvo en su poder.

Sobre dicha hora un yerno del empresario pasó por delante de la casa de su suegro. Aunque le extrañó ver allí dos vehículos aparcados, le restó importancia al hecho. Al igual que un hijo de Joaquín Henares, que esa misma mañana recogió a su madre para llevarla a una revisión médica.

Poco después, sobre las nueve de la mañana, los chicos de Pocholo, que ronda los 50 años, saltaron al interior del inmueble. Iban encapuchados, ataviados con petos de la Guardia Civil y portando placas falsas. Primero se subieron al techo de los coches estacionados junto al muro perimetral del chalé y luego cruzaron la tapia.

Una vez dentro se toparon con dos empleados de la casa del empresario. Les dijeron que llevaban una orden de registro. Al poco apareció el dueño de la casa, a quien de inmediato redujeron y ataron a una silla con bridas. Una vez inmovilizado, le dieron bofetones en la cara y un puñetazo en uno de sus ojos.

"¿Dónde está el dinero, dinos dónde?", insistían mientras le ponían y le quitaban una bolsa de plástico de la cabeza. Mientras, buscaban joyas, cajas fuertes y otros objetos de valor por todo el inmueble. El empresario, extrañado por los modos de los supuestos agentes, les llegó a preguntar: "Si de verdad sois guardias civiles, ¿por qué me tratáis así?".

Mientras esto sucedía en el interior de la finca de Joaquín Henares, una patrulla de la Policía Local de Mairena del Aljarafe, alertada por una vecina que había visto a la banda de Pocholo acceder al inmueble, se desplazaba hasta allí. Al llegar, avisaron a la Guardia Civil, que de inmediato se presentó en el lugar de los hechos.

Al acceder al interior de la finca, los agentes de la Benemérita se encontraron con varios de los asaltantes, quien siguieron con su plan trazado previamente. Les dijeron que eran compañeros de la Policía Judicial de la comandancia de Sevilla. Pero cuando los verdaderos agentes intentaron confirmar la identidad de los supuestos guardias, Antonio Reyes les encañonó con el arma que portaba encima.

Abatido por un agente

Fue entonces cuando, ante el riesgo evidente que sufrían, uno de los agentes desplazados hasta el inmueble abrió fuego y abatió a Pocholo. Otros dos fueron detenidos en un primer momento y un tercero horas después a raíz de la investigación.

La Guardia Civil no descarta que pueda haber en torno a media decena de fugados, quienes habrían usado uno de los coches en los que se habían desplazado. Una de las líneas de investigación apunta a que los asaltantes estaban buscando un almacén de hachís y se equivocaron de casa, según informa Diario de Sevilla. Se piensa que todos los miembros de la banda son delincuentes habituales salidos del mundo de la noche. Se les intervenieron tres pistolas. Una de ellas era un arma del calibre 9 largo y otra una detonadora.

Al identificar a la víctima, los agentes del Instituto Armado comprobaron que se trataba de un antiguo compañero que había sido expulsado tras ser condenado. Se llamaba Antonio Reyes. Era 'el Pocholo'. Había sido miembro de Seguridad Ciudadana del cuartel de Carmona (Sevilla), donde luego pasó al grupo de Policía Judicial. Recientemente había cumplido una pensa de prisión por narcotráfico.

Horas después del intento de robo, Joaquín Henares atendió a los medios de comunicación que habían acudido a la puerta de su vivienda. La víctima se mostró muy afectada. "No buscaban ropa (Henares es propietario de varios comercios del sector textil en la zona del Aljarafe sevillano). Me decían que tenía mucho dinero y que lo iban buscando". Henares reconoció que se despedió "de la vida tranquilamente" cuando le pusieron una bolsa de plástico en la cabeza.

El abogado de la familia Henares, que además es yerno del empresario, atendió a los medios para desmentir que el tiroteo estuviera relacionado con el tráfico de drogas. "Esto es un robo sin más, como otros que se producen en el Aljarafe, porque por desgracia esto está prácticamente en un descampado. Aquí hay robos todos los días", lamentó. La mansión de este empresario ya había sido objetivo de los cacos con anterioridad.

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Re: !Cómo están los Cuerpos!
« Respuesta #2805 en: 29 de Diciembre de 2017, 14:26:53 pm »

Investigan a la urbana en prisión por matar a su novio por intentar contratar un sicario para asesinar a su ex marido


La agente de la Guardia Urbana de Barcelona Rosa P.

La agente aseguraba en voz alta que odiaba a su ex marido y que quería matarle, y llegó a preguntar a varias reclusas cómo conseguir un sicario, al que estaba dispuesta a pagar 30.000 euros
El cadáver hallado en un coche calcinado en Barcelona corresponde a un guardia urbano
EUROPA PRESS | Barcelona
29/12/2017 11:44

El Juzgado de Instrucción 2 de El Vendrell (Tarragona) ha investigado a Rosa P., agente de la Guardia Urbana de Barcelona en prisión provisional por presuntamente matar a su novio, también urbano, por planear otro crimen, ha confirmado el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC). Rosa P. quería contactar desde prisión con un sicario para matar a su ex marido, agente de los Mossos d'Esquadra, que según ella impedía que sus dos hijas vieran a los abuelos maternos, y para ello pidió ayuda a varias internas de la cárcel de Wad Ras, según publica 'La Vanguardia'.

El Juzgado de El Vendrell ha investigado una denuncia contra Rosa P. por provocación para la comisión de homicidio o asesinato, y posteriormente se ha inhibido a los juzgados de Barcelona porque los presuntos hechos ocurrieron en la prisión de Wad Ras.
Esta inhibición por parte de este juzgado tarraconense está acordada pero todavía no ha sido recibida por los juzgados de Barcelona, ha explicado el TSJC.
Según relata el citado diario, la agente aseguraba en voz alta que odiaba a su ex marido y que quería matarle, y llegó a preguntar a varias reclusas cómo conseguir un sicario, al que estaba dispuesta a pagar 30.000 euros.
Una interna avisó de estos hechos a un funcionario de prisiones, que contactó con el ex marido, y éste decidió interponer una denuncia a los Mossos, que han abierto una investigación en paralelo y desde otra unidad a la que investiga el crimen por el que ella está en prisión.
La policía barcelonesa fue enviada a prisión preventiva por el Juzgado de Instrucción 8 de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) el 16 de mayo junto a otro agente del cuerpo, Albert L., con quien ella supuestamente había mantenido una relación, por presuntamente matar a su novio Pedro R. y quemar el cadáver abandonándolo dentro de su coche cerca del pantano de Foix.
Además de este caso, está pendiente de sentencia el juicio a otro agente de la Urbana por presuntamente difundir una foto sexual de Rosa P. a todos sus contactos de correo electrónico, el caso conocido como la 'pornovenganza'.

El juicio se celebró el 26 de octubre en el Juzgado Penal 17 de Barcelona y en él la urbana -en este caso víctima- y el acusado dieron versiones contradictorias: el negó haber difundido la foto y dijo que era una 'vendetta' de la que fue su pareja, y ella aseguró que sólo él tenía la foto y sus claves del correo.

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Re: !Cómo están los Cuerpos!
« Respuesta #2806 en: 29 de Diciembre de 2017, 16:32:45 pm »
Más que como están los cuerpos . . . habría que decir que como están las cabezas  . . . lo de esta mujer es digno de estudio . . .

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Re: !Cómo están los Cuerpos!
« Respuesta #2807 en: 02 de Enero de 2018, 13:00:26 pm »

DICEN QUE NO SE QUEJAN COMO 'LOS PIOLINES '

Mossos independentistas se burlan de la cena cutre de los policías enviados a Cataluña

Mossos publican foto de su cena y se burlan de las servidas en los barcos a la Policía Nacional y Guardia Civil
Nacho Doral01/01/2018 20:18
 El cutre menú de Nochebuena de la Policía en los barcos de Cataluña: unos espaguetis y fritos grasientos
 Zoido ordena investigar por qué los policías enviados a Cataluña tuvieron un menú tan cutre en Navidad
Los mossos afines al independentismo siguen muy presentes en su activismo y en las redes sociales. Un grupo de agentes ha publicado una fotografía de su cena de Nochevieja acompañada de un comentario en el que se mofan de las quejas que suscitó el ‘cutre menú’ dispensado a la Policía Nacional en Nochebuena a bordo del barco Rhapsody, atracado desde finales de septiembre en el puerto de Barcelona.


En el mensaje que han colgado en una cuenta llamada “Policías Indignados”, estos mossos ironizan: “A diferencia de los piolines, que se quejan por las croquetas que el ministerio del interior les regaló en noche buena, en las comisarías de los mossos nos apañamos como buenamente podemos”, junto a una fotografía de sus cazadoras colgadas en el respaldo de las sillas ante una mesa donde han dispuesto el banquete.

De “piolines” a “cutres y retrógrados”
El mensaje ha cosechado críticas por la falta de respeto llamando “piolines” (con emoticonos incluidos)  a policías y guardias civiles alojados en los barcos después de que fueran rechazados o expulados de hoteles por los independentistas, pero sobre todo por la falta de compañerismo hacia agentes de otras fuerzas de seguridad del Estado que han pasado meses en condiciones muy duras desde que fueran destinados a Cataluña con motivo del referéndum ilegal del 1-O .



Foto de la cena de los mossos en Nochevieja y su burla a la Policía.
La pobre calidad de la alimentación que han recibido los agentes destacados en la Operación Copérnico incluso originaba la apertura de una investigación por parte del Ministerio del Interior.

“Seguramente no estaréis a 1000 km de vuestra casa, cumpliendo con las órdenes dadas, como hacemos todos. Los piolines son compañeros y merecen nuestro respeto”, han escrito algunos agentes de la Policía Nacional, a los que los mossos ‘indepes’ respondían de forma desabrida: “sois cutres y retrógrados, sabemos muy bien quienes son nuestros compañeros y no son gente que saltan por escaleras pisando gente que quiere introducir una papeleta en una urna”.

Finalmente, los “Policías Indignados” añadían otro mensaje asegurando “Qué triste se tiene que sentir españa (sic)”. y tras señalar que no habían faltado el respeto, firmar su post con un “¡Salut y republica !(sic)”.

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Re: !Cómo están los Cuerpos!
« Respuesta #2808 en: 03 de Enero de 2018, 00:52:47 am »

DICEN QUE NO SE QUEJAN COMO 'LOS PIOLINES '

Mossos independentistas se burlan de la cena cutre de los policías enviados a Cataluña

Mossos publican foto de su cena y se burlan de las servidas en los barcos a la Policía Nacional y Guardia Civil
Nacho Doral01/01/2018 20:18
 El cutre menú de Nochebuena de la Policía en los barcos de Cataluña: unos espaguetis y fritos grasientos
 Zoido ordena investigar por qué los policías enviados a Cataluña tuvieron un menú tan cutre en Navidad
Los mossos afines al independentismo siguen muy presentes en su activismo y en las redes sociales. Un grupo de agentes ha publicado una fotografía de su cena de Nochevieja acompañada de un comentario en el que se mofan de las quejas que suscitó el ‘cutre menú’ dispensado a la Policía Nacional en Nochebuena a bordo del barco Rhapsody, atracado desde finales de septiembre en el puerto de Barcelona.


En el mensaje que han colgado en una cuenta llamada “Policías Indignados”, estos mossos ironizan: “A diferencia de los piolines, que se quejan por las croquetas que el ministerio del interior les regaló en noche buena, en las comisarías de los mossos nos apañamos como buenamente podemos”, junto a una fotografía de sus cazadoras colgadas en el respaldo de las sillas ante una mesa donde han dispuesto el banquete.

De “piolines” a “cutres y retrógrados”
El mensaje ha cosechado críticas por la falta de respeto llamando “piolines” (con emoticonos incluidos)  a policías y guardias civiles alojados en los barcos después de que fueran rechazados o expulados de hoteles por los independentistas, pero sobre todo por la falta de compañerismo hacia agentes de otras fuerzas de seguridad del Estado que han pasado meses en condiciones muy duras desde que fueran destinados a Cataluña con motivo del referéndum ilegal del 1-O .



Foto de la cena de los mossos en Nochevieja y su burla a la Policía.
La pobre calidad de la alimentación que han recibido los agentes destacados en la Operación Copérnico incluso originaba la apertura de una investigación por parte del Ministerio del Interior.

“Seguramente no estaréis a 1000 km de vuestra casa, cumpliendo con las órdenes dadas, como hacemos todos. Los piolines son compañeros y merecen nuestro respeto”, han escrito algunos agentes de la Policía Nacional, a los que los mossos ‘indepes’ respondían de forma desabrida: “sois cutres y retrógrados, sabemos muy bien quienes son nuestros compañeros y no son gente que saltan por escaleras pisando gente que quiere introducir una papeleta en una urna”.

Finalmente, los “Policías Indignados” añadían otro mensaje asegurando “Qué triste se tiene que sentir españa (sic)”. y tras señalar que no habían faltado el respeto, firmar su post con un “¡Salut y republica !(sic)”.

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Re: !Cómo están los Cuerpos!
« Respuesta #2809 en: 09 de Enero de 2018, 08:29:05 am »
Estaba destinado en el patrullero Infanta Cristina

Un sargento saboteó un buque de la Armada para librarse de ir a Somalia


Introdujo una herramienta en los engranajes de la transmisión y arrancó los circuitos de videovigilancia. Ha sido condenado a un año y diez meses de prisión

Un suboficial de la Armada ha sido condenado a casi dos años de prisión militar por un delito de atentado contra medios de la defensa nacional. El sargento quería evitar ser enviado a aguas de Somalia a bordo del patrullero Infanta Cristina y trató de sabotear la maquinaria del buque para bloquear su partida.

09/01/2018 01:00

Los hechos se remontan a noviembre de 2014, pero no ha sido hasta hace unas semanas cuando el Tribunal Militar Territorial Primero de Madrid ha impuesto una pena de un año y diez meses al sargento. Una condena basada en los artículos 27 y 82 del Código Penal Militar, que recogen el delito de atentado contra medios o recursos de la seguridad nacional y delito contra el patrimonio.

Por aquel entonces, el sargento se encontraba destinado a bordo del patrullero de altura ‘Infanta Cristina’, empleado en el servicio de guardia. La dotación del buque se encontraba por aquellos días ultimando los preparativos para ser desplegada en aguas de Somalia y del golfo de Aden en la misión Atalanta contra la piratería.

Mientras estaba amarrado en el puerto de Cartagena para realizar labores de mantenimiento previas al despliegue, y aprovechando un turno de guardia, el suboficial aprovechó para introducir una llave de tuercas de grandes dimensiones y un punzón en los dientes de los engranajes de la reductora, un mecanismo que forma parte del sistema de transmisión del buque.

Para ocultar sus pasos, sabiendo que su actuación había quedado registrada en el sistema de videovigilancia del buque, el sargento accedió al centro de control para desatornillar el disco duro en el que se almacenan las imágenes, arrancó el módulo secuenciador de la cámara de control central y arrojó ambos dispositivos al mar.

Apenas 48 horas después, personal del buque detectó la incidencia en el sistema de video vigilancia. Tras ponerlo en conocimiento de sus superiores se ordenó una revisión completa del buque, hallándose de esta manera las herramientas introducidas entre los dientes de los engranajes para provocar una avería grave –el buque no llegó a moverse durante esos días, por lo que se evitó el daño-.

Fue el propio sargento quien confesó voluntariamente ante su superior, un día después del hallazgo, que había sido él quien había provocado el intento de sabotaje. Su objetivo, como admitió, era evitar que el buque pudiese zarpar hacia su misión y así ‘salvarse’ él mismo de ser desplegado en la misión Atalanta.

El buque finalmente partió desde Cartagena hacia el Océano Índico el 18 de febrero de 2015, cumpliendo su misión –liberó a dos pesqueros secuestrados- durante los seis meses que estaba previsto por el mando de la Operación Atalanta.

En la pena de un año y diez meses han mediado varios atenuantes, como el de la confesión voluntaria y el de alteración psíquica.

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« Respuesta #2810 en: 18 de Enero de 2018, 12:21:32 pm »

La urbana detenida por matar a su pareja confesó a otra presa que lo envenenó antes


REDACCIÓN CATALUNYAPRESS
Miércoles, 17 DE ENERO DE 2018, 16:40
 


La urbana encarcelada se lo confesó a otra presa.


Rosa P, la agente de la Guardia Urbana, en prisión por matar a su pareja, también policía, ha confesado a otra interna que ella lo había envenenado previamente.



Así se lo ha desvelado la presa al juez, en el marco de una nueva investigación, ya que la agente encarcelada ya le había confesado a esta misma interna que había buscado a un sicario y un arma para matar a su exmarido.



Según publica EL PERIÓDICO, la nueva testigo, compañera de Peral en la prisión de Wad-Ras, le relató cómo murió el que había sido su pareja, Pedro L.. El cuerpo de éste apareció calcinado cerca del pantano de Foix en mayo del año pasado.



Así, la interna avisó de estos hechos a un funcionario de prisiones, que contactó con el exmarido, y éste decidió interponer una denuncia a los Mossos, que han abierto una investigación en paralelo y desde otra unidad a la que investiga el crimen por el que ella está en prisión.



La policía barcelonesa fue enviada a prisión preventiva por el Juzgado de Instrucción 8 de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) el 16 de mayo junto a otro agente del cuerpo, Albert L., con quien ella supuestamente había mantenido una relación, por presuntamente matar a su novio Pedro R. y quemar el cadáver abandonándolo dentro de su coche cerca del pantano de Foix.



"PORNOVENGANZA"


Además de este caso, tenía pendiente la sentencia a otro agente de la Urbana por difundir una

una foto sexual de Rosa P. a todos sus contactos de correo electrónico, el caso conocido como la 'pornovenganza', del que finalmente ha quedado absuelto.



El 9 de enero, el Juzgado Penal 17 de Barcelona, concluyó en la sentencia que "no hay ninguna prueba hábil" que confirme que este policía conocía las claves para entrar en la cuenta de correo de la víctima, que está en prisión provisional por presuntamente matar al que era su novio, también agente de la Urbana.

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Re: !Cómo están los Cuerpos!
« Respuesta #2811 en: 20 de Enero de 2018, 03:35:03 am »

Detenidos dos policías por robo de armas y la muerte de un compañero

Se trata de dos hermanos, uno jubilado y el otro actualmente profesor de tiro en la Escuela Nacional de Policía de Ávila


La brigada de la Policía Judicial de Ourense ha detenido este viernes a dos agentes, hermanos gemelos, por su supuesta relación con la Operación Zamburiña, que investiga la desaparición de varias armas del búnker de la comisaría ourensana entre 2014 y 2015. Les acusan también de la muerte de otro agente, en 2016 -valorada inicialmente como un suicidio, aunque el arma utilizada tenía huellas que no eran suyas- en las dependencias policiales de la ciudad.

Cuando la policía es la investigada

Uno de los hermanos fue detenido en Ourense, en donde vive ahora jubilado y el otro en Ávila, en donde estaba ejerciendo desde 2017 como profesor de tiro en la Escuela Nacional de Policía. Ambos han sido trasladados a los calabozos de la comisaría de la Policía Nacional de Ourense y está previsto que este domingo pasen a disposición del Juzgado de Instrucción 3 de la ciudad que instruye la causa, hasta el momento bajo secreto de sumario, por lo que se desconocen los cargos que se les imputan.

La Operación Zamburiña puso desde su inicio a la comisaría de Ourense bajo la lupa de varios juzgados. Sobre ella pesaban las sospechas de una presunta trama de narcotráfico (fue desmantelado el grupo de estupefacientes por considerar que habían hecho la vista gorda ante actividades ilícitas de varios traficantes a cambio de informaciones contra otros narcos). También de un robo de armas, mensajes anónimos injuriosos y el supuesto suicidio de un agente. El policía fallecido era el responsable de prensa y participación ciudadana, instructor de tiro y entrenador policial de defensa personal y artes marciales, definido por sus compañeros como un hombre “cordial, alegre y servicial”.

La hipótesis del suicidio fue inmediata: su cuerpo apareció un sábado de 2016 en su despacho. Tenía un disparo y unas horas antes había enviado mensajes desde su ordenador y su móvil a mandos y a amigos despidiéndose, pidiendo perdón por el daño causado a otros compañeros y precisando que algún día lo entenderían.

En los mensajes, el agente se hacía responsable del robo de seis armas reglamentarias (cuatro pistolas y dos revólveres) de policías jubilados que se custodiaban en el búnker. Y también se autoinculpaba de los anónimos enviados a Asuntos Internos, en Madrid, en 2014, y a cuatro medios de comunicación meses más tarde, en los que se señalaba a varios agentes y se destapaba con detalle una supuesta trama de corrupción.


Para el supuesto suicidio había utilizado una de las pistolas robadas, una Heckler & Koch USP Compact, un modelo que forma parte de la dotación reglamentaria del Cuerpo Nacional de Policía. Sobre su mesa de trabajo se encontraba otra de las armas desaparecidas, y una tercera estaba dentro del cajón del escritorio.

La titular del Juzgado de Instrucción 3, Eva Armesto, comenzó a recomponer la historia cuando se descubrió que el arma que le causó la muerte al agente tenía alguna huella que no era la suya. Posteriormente se descubrió, además, que el escrito enviado a Asuntos Internos en el que se señalaba que otro inspector había sacado las armas de comisaría lo mandaron los detenidos, según fuentes de la investigación citadas por Europa Press.

Según informaron en su día varios medios locales, la magistrada recibió aquel mismo año desde otra ciudad gallega un anónimo que describía supuestas presiones sufridas en los días previos a su muerte por el policía que se había autoinculpado.
« Última modificación: 20 de Enero de 2018, 07:13:51 am por 47ronin »

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Re: !Cómo están los Cuerpos!
« Respuesta #2812 en: 20 de Enero de 2018, 08:37:47 am »

Detenidos dos policías por robo de armas y la muerte de un compañero

Se trata de dos hermanos, uno jubilado y el otro actualmente profesor de tiro en la Escuela Nacional de Policía de Ávila



Cuando la policía es la investigada


La comisaría nacional en Ourense está bajo la lupa de varios juzgados: una presunta trama de narcotráfico, un robo de armas, anónimos injuriosos y el suicidio de un agente.

S. R. P.
Santiago de Compostela 17 ABR 2017 - 18:19 CEST   


Celso Blanco era un poli con buena fama. Uno de los más conocidos entre la gente de a pie. Mucho más accesible que otros, había sido entrevistado por los medios locales y daba charlas en colegios y centros sociales para que los ciudadanos aprendieran a afrontar un peligro. Era el responsable de prensa y participación ciudadana en la comisaría de la policía nacional de Ourense, instructor de tiro y entrenador policial de defensa personal y artes marciales tan ancestrales como el kobudo. Coleccionaba cinturones negros. Impartía cursos sobre "arrestos de delincuentes violentos" o "asaltos a inmuebles con armas de fuego en situaciones de riesgo" para mejorar la seguridad de las brigadas. Era, según dijo en caliente el Sindicato Unificado de Policía, un "buen compañero"; uno de esos funcionarios policiales que ayudan a crear un buen ambiente en una profesión dura y tantas veces amarga. Un hombre "cordial, alegre, servicial".

Hace un año, el sábado 9 de abril de 2016 sobre las diez de la noche, apareció en su despacho de la quinta planta muerto de un tiro. Casi seis horas antes, desde su ordenador y su móvil envió mensajes a mandos y a amigos. En los correos, el agente de 48 años pedía perdón por el daño causado a otros policías. Por WhatsApp aseguraba a los miembros de su sociedad gastronómica que lo sentía y que ya lo entenderían algún día. Muchos compañeros y gente agradecida fueron a despedirlo a la parroquia el día de su funeral.

La policía vio desde el primer momento el caso como un suicidio que aclaraba muchas cosas, pero un año después el juzgado sigue investigando los hechos, mantiene la causa secreta bajo siete llaves y es por tanto todavía un supuesto que el zurdo Celso Blanco Álvarez se disparase en la cabeza con su mano izquierda, o que al menos lo hiciera por plena voluntad, sin condicionantes, libre de cualquier presión externa. La autopsia determinó que el proyectil entró por el lado izquierdo y salió por el derecho. Como suele pasar con estas cosas mientras un juez no saca conclusiones, la "hipótesis más probable" del análisis forense es la del suicidio, una muerte precipitada por un descomunal cargo de conciencia; pero todas las circunstancias del suceso son presuntas de momento. En el correo enviado a varias cuentas de la policía con el que pedía perdón, el instructor de defensa personal se hacía responsable absoluto de la grave crisis de reputación que atravesaba la comandancia, enclavada en el barrio de As Lagoas, desde hacía año y medio.

Blanco asumía el robo de seis armas reglamentarias (cuatro pistolas y dos revólveres) de policías jubilados que se custodiaban en el búnker. Y también se autoinculpaba de los anónimos enviados a Asuntos Internos, en Madrid, el 11 de noviembre de 2014, y a cuatro medios de comunicación meses más tarde, en los que se delataba el robo, se señalaba a varios agentes y se destapaba con todo lujo de detalles una supuesta trama de corrupción. Una red tejida con la materia prima de la connivencia, la revelación de secretos y el intercambio de favores entre miembros de un equipo policial y narcotraficantes de medio pelo.

En aquel escrito se acusaba a personas con nombres y apellidos de actuar como un grupo paralelo que burlaba todo tipo de control en la investigación de las bandas y el tráfico de drogas. Y además de incontables detalles que el agente muerto no parecía ser capaz de saber por sí solo, el texto se trufaba de abundantes pistas falsas y acusaciones que la investigación no pudo demostrar jamás. Siempre se tuvo claro que los anónimos habían salido de dentro de la policía, y desde el principio se habló de "ajuste de cuentas", "venganza", "vendetta".

Un año después, en noviembre de 2015, estallaba la Operación Zamburiña contra el tráfico de drogas y, además de una decena de traficantes, en una sola noche eran detenidos por compañeros enviados desde Madrid el jefe de la unidad de estupefacientes y otro agente. Acababan imputados cuatro miembros de su equipo y la brigada antidrogas era desmantelada. Este caso y el del robo de armas en agosto de 2014 (que ya se anunciaba en el primer anónimo aunque en la policía nadie se había dado cuenta) eran asumidos por el juzgado de Instruccion número 1 de Ourense; el de las supuestas injurias y calumnias lanzadas por el informante anónimo, por el 2; y cuando apareció muerto el delegado de prensa, el suceso que manchó de sangre la maltrecha y diezmada comisaría recayó sobre el 3.

Hoy, la titular de este juzgado, Eva Armesto, aspira a recomponer el puzle con todas y cada una de las piezas porque hay circunstancias del suicidio que no le encajan. Ha interrogado varias veces a un buen número de agentes y, según ha informado el diario La Región, ha reconstruido recientemente durante toda una larga noche los hechos de aquel 9 de abril en que falleció Celso Blanco. Desde que el agente aparcó su moto en el garaje poco antes de las cuatro de la tarde y entró en el peculiar edificio de hormigón que ocupa la policía, hasta varias horas después del hallazgo de su cadáver.

Para matarse había utilizado una de las pistolas robadas, una Heckler & Koch USP Compact, un modelo que forma parte de la dotación reglamentaria del Cuerpo Nacional de Policía. También sobre su mesa de trabajo reposaba otra de las armas robadas, y una tercera apareció dentro del cajón. Las otras tres que faltaban del armero siguen sin salir a la luz.

En el episodio del robo de armas nadie había desconfiado de Celso Blanco hasta el momento de su suicidio y confesión. Aparentemente, el que era policía nacional desde 1991 y fue destinado a Ourense en 2006 no tenía problemas con nadie. Pero días antes de su muerte había cobrado fuerza el rumor de que los investigadores habían identificado ya el ordenador desde el que se habían enviado los anónimos y que existía un claro sospechoso.

No se ha podido aclarar, de momento, si en esta supuesta guerra interna había alguien más involucrado que informaba, guiaba y marcaba los pasos del único filtrador confeso. A la juez le saltaron las alarmas cuando descubrió que el arma suicida tenía alguna huella que no era del difunto y no se hallaba exactamente igual que había aparecido. Por si esto fuera poco, según han informado varios medios locales, este mismo año a la magistrada le ha llegado también un anónimo desde otra ciudad gallega que describe una suerte de presiones sufridas en los días previos por el policía que se autoinculpó antes de matarse. "Es un caso de película; para mí como ningún otro que se haya visto en Galicia en un montón de años", comenta una persona relacionada con la investigación antes de cerrarse en banda. El hermetismo es fuerte. "Probablemente todo se aclarará muy pronto", consuela: "A su debido tiempo".

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Re: !Cómo están los Cuerpos!
« Respuesta #2813 en: 20 de Enero de 2018, 21:47:42 pm »
Otra vez más la realidad supera la ficción.

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Re: !Cómo están los Cuerpos!
« Respuesta #2814 en: 22 de Enero de 2018, 09:18:14 am »
OPERACIÓN ZAMBURIÑA
La detención de los dos policías por el robo de armas no sorprendió a sus superiores

Valcárcel, comisario al estallar el caso, dice que está en la línea de investigación seguida desde el inicio

REDACCIÓN 21/01/2018 08:11 H.

La detención de los dos inspectores del Cuerpo Nacional de Policía, los hermanos gemelos Roi y Bernardo D.L., al estar presuntamente vinculados con el robo de armamento y la muerte del agente Celso Blanco en su despacho en la Comisaría de Ourense, no sorprendió al que entonces era su superior, el comisario Amable Valcárcel. "Es la línea de investigación que se seguía desde un principio, no la que nos marcaron otros", aseguró el ahora excomisario -está jubilado- en clara referencia a las pesquisas que llevaron a cabo y propusieron los agentes del departamento de Asuntos Internos.

Amable Valcárcel felicitó a los policías que investigan el caso por el trabajo realizado durante este tiempo, aunque se mostró dolido por los acontecimientos. "Están siendo días muy tristes por ser policías, compañeros, pero también siento alivio porque se resuelva de una vez por todas el asunto", comentó, puntualizando que tenía buena relación tanto con los dos agentes que fueron arrestados como con el fallecido, "aunque hay cosas que me sorprendieron, me dejaron descolocado", añadió.

Su antecesor en el cargo, Ángel Barrera, también se muestra satisfecho con que se aclare la desaparición de las armas y el fallecimiento de Celso Blanco, que oficialmente ha sido atribuido a un suicidio. "Los tres tenían una buena relación. Hacían deporte y actividades juntos, eran muy amigos", recordó, puntualizando que no está sorprendido con la detención, "aunque hay que mantener la presunción de inocencia. Y lo que pido es que se aclare el asunto, que no se siembren dudas", añadió.

El subdelegado del Gobierno, Roberto Castro, también apeló a la presunción de inocencia y a que el caso de la Comisaría "se resuelva y cierre para el beneficio de todos", señaló, declinando pronunciarse sobre la detención y ofrecer detalles de la investigación, apelando que las pesquisas está bajo secreto de sumario.

El agente fallecido envió correos a sus compañeros autoinculpándose en el hurto de las armas -tres aparecieron en su despacho- y pidiendo perdón por el daño que había hecho a sus compañeros incriminándoles a través del envío de un anónimo.

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Re: !Cómo están los Cuerpos!
« Respuesta #2815 en: 23 de Enero de 2018, 08:20:24 am »


Los diabólicos policías gemelos de Ourense: robos de armas, drogas y un compañero asesinado
23 enero, 2018 01:55

Brais Cedeira  @BraisCedeira

El 9 de abril de 2016, el agente de policía Celso Blanco aparece muerto de un tiro en la sien en su despacho de la quinta planta de la comisaría de As Lagoas, en la localidad gallega de Ourense. Cuando sus compañeros le encuentran sin vida, hallan también en la escena del crimen un arma corta. Se trata de una pistola, una nueve milímetros. Está convenientemente colocada en la mano izquierda del funcionario. Hay dos más en la garita, un revólver y otra pistola. Una de ellas la encuentran los agentes que acuden a socorrerle en uno de los cajones de su escritorio. La otra, colocada sobre la mesa.

El escenario de este nuevo crimen apuntaba a un suicidio que hizo respirar por momentos a sus compañeros y a la plana judicial ourensana. Con la muerte de Celso, los canales oficiales dieron por cerrado el caso del robo de las seis pistolas, un caso que traía de cabeza a la comisaría ourensana desde 2014. El hecho que lo inició todo fue la desaparición de las armas. El telón de fondo, el conchabeo de algunos agentes del grupo local de estupefacientes con clanes de narcos de la zona.

El supuesto suicidio de Celso, un hombre intachable y alegre, según los suyos, parecía resolver el embrollo. El agente se atribuyó a si mismo la culpabilidad de los hechos. Para acentuar la apariencia de que aquello era lo que parecía, días antes de su muerte, Celso envió distintos correos electrónicos a sus compañeros en los que se autoinculpaba del caso que tanto había enrarecido el ambiente en la comisaría. Sonaba, en cierta forma, a una despedida anticipada. A uno de ellos ha tenido acceso este periódico: “Siento haber sacado las armas del búnker. Siento haber hecho daño a los compañeros”. Después, en teoría, se suicidó.

Tras el suceso, el Juzgado de Instrucción número 3 de Ourense asumió una investigación aparentemente resuelta con la confesión de Celso antes del suicidio. Pero la magistrada decidió ponerse a investigar las circunstancias de la muerte de aquel agente. Al poco de comenzar las pesquisas, llegó a su bandeja de correo electrónico un mensaje anónimo. Aquello le hizo poner el ojo avizor.

En la nota, una fuente secreta, probablemente alguien de dentro de la comisaría, revelaba que el agente Celso habría sido presionado por un superior para enviar esos mensajes de disculpa. No fue su mano la que apretó el gatillo de la pistola contra su cabeza en la tarde de aquella primavera de hace ya casi dos años. El suicidio era tan solo un señuelo.

Este fue el segundo acto de toda una novela negra a la gallega que comenzó en febrero de 2015 con el robo de las seis pistolas mencionadas al principio. El tercero ha tenido lugar al inicio de esta semana con la detención de, supuestamente, los verdaderos responsables de una trama conocida en la policía gallega con el nombre de la operación Zamburiña. Roi y Bernardo de Prado Lahoz. Son quienes sonríen en la fotografía superior, tomada en los hinchables de un fiesta local. Tienen 43 años. Son hermanos gemelos. Y son los responsables de que el caos reinase en la policía ourensana en los últimos años.

Llevaban, según ha podido saber EL ESPAÑOL, 20 en el cuerpo. “Entraron a la vez y fueron ascendiendo como policías hasta la categoría de inspectores”, cuentan sus compañeros a este periódico. Uno de ellos, hace un año, estuvo de baja psicológica y lo jubilaron por ello. El otro, hace seis o siete meses que era profesor en la Academia de Policía de Ávila como profesor de tiro.

Ahora, la juez les investiga por “los presuntos delitos de robo con fuerza, tenencia ilícita de armas, revelación de secretos, simulación de delito, acusación o denuncia falsa e injurias y calumnias”. También se les investiga por el homicidio de Celso Blanco. Pero vayamos al primer acto de la historia.

El robo de las seis pistolas

El relato de la farsa de los gemelos empieza en agosto de 2014. Ese verano, desaparecen del armero de la comisaría las pistolas de tres agentes jubilados. Alguien las ha extraído del búnker de As Lagoas. Nadie o casi nadie se entera. Días después, llega una nota anónima a la mesa del comisario jefe, Amable Valcárcel. En ella se detalla que en la comisaría estaban pasando cosas raras. Y se habla de la desaparición de las armas.

Los desconocidos autores de ese mensaje relataron, según cuentan agentes locales a EL ESPAÑOL, que entre los miembros de la comisaría hacía años que había echado raíces una trama corrupta de agentes que para pagar a sus confidentes en el mundo del narcotráfico les proporcionaban armas de la comisaría y también información de los movimientos de otros agentes.

El autor o autores del mensaje apuntaban a un agente en concreto de la comisaría, a quien el comisario, en aquel entonces, dio su total credibilidad. Ese agente tenía uno de los pocos juegos de llaves para abrir la puerta de la armería. Pero no era el único. Y los presuntos autores encubiertos de la trama lo sabían. Los gemelos estaban al tanto de todo. Para algo llevaban veinte años en aquella comisaría.

Pocos días después, desaparecieron otras tres armas. Eran tres pistolas reglamentarias. Casi al mismo tiempo, los mensajes anónimos empezaron a aparecer en distintos periódicos locales. “En ellos se denunciaba que en la comisaría de Ourense había una trama corrupta de policías que se dedicaba a traficar con droga con los traficantes de la zona”, explica un agente local. Ahora, a la luz de los hechos verdaderos, todo encaja. Los presuntos autores de los robos, los gemelos De Prado, querían de ese modo desviar la atención enfocándola en otros compañeros del cuerpo.

La telaraña urdida por los gemelos ya estaba servida. El complicado enredo policial fue el inicio de la operación Zamburiña, cuyo sumario ocupa ahora más de 4.000 folios reunidos en 12 tomos. En aquel entonces, los agentes de la comisaría dieron credibilidad a los mensajes anónimos de los gemelos. No sabían quién enviaba aquellos mensajes, pero era evidente que allí estaban pasando cosas raras. Así se pusieron a investigarlo.

Lo primero que hicieron, según cuentan fuentes del caso a EL ESPAÑOL, fue solicitar los pinchazos telefónicos de varios funcionarios de la comisaría apuntados en los mensajes anónimos por trapicheos con los confidentes. “A raíz de esas escuchas, durante un montón de tiempo se descartó el robo de las armas. Pero claro, en esas conversaciones se escuchaba hablar a los del grupo de estupefacientes con algunos traficantes de la zona que hacían de confidentes. Entonces Asuntos Internos abrió la operación que nos lleva hasta hoy. Y se imputó directamente a una docena de funcionarios por supuesta colaboración con los traficantes, por encubrirlos, etc”. Era el círculo perfecto que habían trazado Roi y Bernardo dejándose a sí mismos fuera de todo aquello.

Sospechas en el asesinato de César

El giro definitivo al caso, la muerte de César, sumió la comisaría en un completo caos. Pero la jueza no dio carpetazo definitivo a un enrevesado puzzle al que alguien estaba sumando cada vez más piezas. Un hecho que parecía resultar definitivo para determinar que Celso se había suicidado porque era el culpable de los robos es que las tres armas que aparecieron en el despacho no eran otras que las desaparecidas en los dos años anteriores de la armería de la comisaría.

Dos de las que se hallaron en la escena del crimen, con la cabeza de Celso reventada de un disparo, habían desaparecido en agosto de 2014. Las primeras. La tercera de las armas hallada en la escena del crimen había desaparecido un año antes de la muerte de Celso, en febrero de 2015. Aplicando la lógica, todas las piezas confluían en torno a este agente como el principal sospechoso.

Aplicando también la lógica, aunque de otra manera, la jueza llegó a la conclusión de que aquello no le terminaba de convencer. Todo estaba convenientemente dispuesto. Todo parecía demasiado perfecto, y la resolución demasiado sencilla. Por eso, cuando examinó la pistola con la que aquel agente (supuestamente) se había quitado la vida, constató un hecho inequívoco: el arma había sido manipulada.

A la jueza se le seguía escapando algo, y por extensión a toda la comisaría. Siguieron pasando cosas raras que le hicieron mantener sus sospechas. Al día siguiente de la aparición del cadáver, alguien mandó limpiar o limpió parcialmente aquel despacho fatídico de la quinta planta de la comisaría.

Más cosas raras: Celso era el responsable de prensa y participación ciudadana en la comisaría de Ourense. Un buen tipo, dicen sus compañeros. Aficionado desde hace años a las artes marciales. Lo cierto es que ese despacho que tenía en la quinta planta lo compartía con una persona. Esa persona es Bernardo De Prado. Uno de los gemelos detenidos esta semana. Al revisar los testimonios, la reconstrucción de los hechos de aquel día, la juez se encontró con un detalle importante revisando las cámaras de vídeo del día del supuesto suicidio. Según ha podido saber este periódico, en uno de esos vídeos, una hora antes del crimen, que tuvo lugar a las cuatro de la tarde del 10 de abril de 2016, se ve a uno de los idénticos gemelos entrando en la comisaría.

La comisaría de As Lagoas ha sido el escenario de una novela negra en los últimos años.
Tiempo después, los informes balísticos y los testigos de los hechos dieron razón a las sospechas de la jueza. La trayectoria de la bala no era la que se supone en un caso de suicidio. El cerco se va estrechando cada vez más sobre los dos hermanos gemelos. Había ya entonces quien sospechaba de ellos y de que pudieran estar detrás de todo lo ocurrido, o al menos de una parte de todo este embrollo más propio de una novela de Raymond Chandler que de la pura realidad.

Conforme pasaba el tiempo, en los funcionarios de la comisaría comenzó a germinar el recelo de que quizás esos gemelos altos, de cabeza rapada y gafas de culo de botella pudieran tener algo que ver en todo aquello. “Se empezó a tener esa sospecha, de que podían tener más relación. Tontos no eran. Sabían que la cosa, en cierta manera, se estaba investigando y poco a poco se les iba cercando el círculo”.

Pero los gemelos acabaron cayendo.

60.000 euros de fianza

La última prueba que faltaba se encontró en el Volvo de los gemelos. El vehículo fue inspeccionado hace unos días y en él la jueza encontró restos de sangre en un mono de trabajo. Roi y Bernardo explicaron, según ha sabido EL ESPAÑOL, que aquella era sangre de cerdo. Las pruebas se están realizando en estos momentos para determinar a quién pertenece el ADN.

La magistrada les ha impuesto a cada uno de ellos una fianza de 60.000 euros, que tendrán que abonar en un plazo de cinco días, además de la obligación de comparecer ante el juzgado de instrucción más próximo a su domicilio todos los días, la prohibición de salir del territorio nacional y la consiguiente obligación de hacer entrega del pasaporte.

¿La llave de todo? Los celos. Roi De Prado era el jefe del grupo de Estupefacientes cuando uno de los investigados de la operación Zamburiña estaba al frente del Grupo Operativo de Respuesta (GOR) de Seguridad Ciudadana. Fue ahí donde se desencadenó todo lo que vino después.

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Re: !Cómo están los Cuerpos!
« Respuesta #2816 en: 27 de Enero de 2018, 10:16:16 am »
Un guardia civil, detenido por atracar a una mujer con un cuchillo en Cartagena

Efectivos de la Policía Nacional detuvieron ayer por la mañana en Cartagena a un agente de la Guardia Civil, adscrito al Servicio Marítimo en esta ciudad portuaria, por atracar presuntamente a una mujer, con un cuchillo jamonero, durante la madrugada anterior en un cajero automático de la ciudad.

El funcionario fue arrestado en su domicilio de la casa cuartel de Cartagena, ubicado en la calle Ángel Bruna. Desde ahí, fue trasladado a las dependencias de la Comisaría para tomarle declaración e instruir las correspondientes diligencias. Está previsto que hoy pase a disposición del juez de guardia de la ciudad, imputado por un presunto delito de robo con violencia.

Según fuentes conocedoras del caso, el guardia tiene problemas de adicciones y abordó a su víctimas en un cajero, hacia las tres y media de la madrugada, para sustraerle el dinero que acababa de sacar. Poco antes, había abandonado las instalaciones del cuartel de la Benemérita, donde tiene su residencia junto a decenas de compañeros y familiares de estos
En un cajero automático

La descripción del asaltante facilitada por la víctima, así como las grabaciones de una cámara de videovigilancia, ubicada en el entorno del cajero, permitieron la identificación y el arresto del sospechoso, añadieron las fuentes consultadas por 'La Verdad'.

Se trata de un agente de entre 40 años y 50 años de edad cuya detención causó ayer conmoción entre sus compañeros, tanto por los hechos que le atribuyen como por el lugar del arresto.

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Re: !Cómo están los Cuerpos!
« Respuesta #2817 en: 06 de Febrero de 2018, 07:17:54 am »
Corrupción policial: el fiscal pide 20 años para un subinspector de policía que lideraba una banda que distribuía cocaína en Madrid

Entraba en los ordenadores de la Policía y Guardia Civil para conocer los movimientos contra el grupo de colombianos que traía cientos de kilos de droga con varios métodos a Barajas

Pedro Blasco

06.02.2018 - 05:15

El corredor del Henares se convirtió hace unos años en el eje de la distribución de la cocaína en la Comunidad de Madrid. Un agente de la Policía Nacional lideraba, junto a un ciudadano colombiano, la red de tráfico y distribución de esta droga.

Los agentes detuvieron, en la llamada ‘Operación Rosales’, en 2008 a un total de 37 personas entre las que figuraban un buen número de empleados del Aeropuerto de Barajas.

Uno de los detenidos fue Antonio Márquez Peña, un subinspector de la Policía Nacional que trabajaba en la comisaría de Torrejón, muy cerca de Coslada. El juicio contra este funcionario y una banda de colombianos comienza este martes en la Audiencia Provincial de Madrid. En una sala cercana se sigue la causa contra otro implicado en una red de corrupción policial, la que juzga a Ginés Jiménez, exjefe de Policía de Coslada.

Márquez estaba casado con una mujer que a su vez era amiga de José María Carmona, colombiano conocido como ‘El Coletas’ líder de una organización que se dedicaba a traer drogas a Madrid, especialmente cocaína, desde aeropuertos de Sudamérica.

La banda actuaba en el Aeropuerto de Barajas y utilizaba diferentes medios para distraer paquetes y maletas que venían desde los países productores.

La Policía sospecha, y así consta en las conclusiones del fiscal, que la banda venía trabajando desde hace años. Sin embargo, no fue hasta el año 2008 cuando los agentes lograron desmantelar esa red de tráfico de drogas que utilizaba un bar y una discoteca para distribuir su mercancía.
'Contratación' de empleados de Barajas

La banda utilizaba varios sistemas para introducir la cocaína en España. El primero era ‘contratar’ a empleados del aeropuerto de los que descargaban los equipajes de aviones de Air Comet para desviar los bultos y que no llegaran a los agentes de aduanas y sí a sus almacenes de Torrejón.

Una vez descubierto este sistema, optaron por hacer envíos con una compañía de paquetería y ‘contratar’ igualmente al empleado que recibía los bultos. El tercer modo era sacando las maletas en tránsito que iban destinadas a otros aeropuertos y que ya tenían marcadas.

El subinspector de Policía, y su mujer, participaban accionarialmente en los establecimientos desde los que se distribuida la mercancía y además realizaba trabajos de información y protección para la banda.

    Avisó en una ocasión al ‘Coletas’ que debía abandonar un bar tras una pelea porque la policía se dirigía al establecimiento

Utilizaba las aplicaciones de la Policía y la Guardia Civil para “proteger a los miembros del grupo o darles a conocer información de relevante interés policial y judicial que no debía haber puesto en conocimiento de los traficantes”, según el fiscal.

Consultaba también las matrículas de los coches policiales de Asuntos Internos que vigilaban el establecimiento donde se trataba la mercancía. Igualmente avisó en una ocasión al ‘Coletas’ que debía abandonar un bar tras una pelea porque la policía se dirigía al establecimiento. El ‘Coletas’ estaba en busca y captura por no haberse presentado a cumplir una pena de cuatro años y seis meses por haber encargado un asesinato.
Los delitos

El Ministerio Público atribuye a los acusados delitos continuados contra la salud pública, un delito de encubrimiento, un delito continuado de revelación de secretos, un delito de infidelidad en la custodia de documentos y dos delitos de falsedad documental.

Para el líder de la organización, Jesús María Carmona, pide 16 años y seis meses, mientras que para el subinspector solicita una pena de 20 años de prisión, al considerarlo como uno de los miembros que lideraba la banda.

En conjunto, la petición del fiscal para los quince procesados asciende a una total de 175 años de prisión.

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Re: !Cómo están los Cuerpos!
« Respuesta #2818 en: 07 de Marzo de 2018, 07:45:04 am »
Los celos enfermizos, móvil del crimen de la Guardia Urbana
Fuentes de la investigación señalan que cada vez está más claro que la obsesión compulsiva de Albert por Rosa le condujo al asesinato de Pedro

La víctima del crimen, Pedro Rodríguez, pocas horas antes de su asesinato jugando con la hija pequeña de Rosa Peral / CG
ARCHIVADO EN: GUARDIA URBANA, ASESINATO, PANTANO DE FOIX
Carlos Quílez @carlosquilezl

07.03.2018 00:00 h.
6 min

A medida que avanza la investigación por el llamado crimen de la Guardia Urbana o crimen del pantano de Foix cunde la impresión de que los celos enfermizos que sintió Albert López contra Pedro Rodríguez, son la causa o móvil del asesinato.

Diversos son los indicios que van llegando, incesantes, a la mesa del juez, del fiscal y de los Mossos d'Esquadra y que ponen en entredicho la versión ofrecida ante el juez por Albert López, el guardia urbano detenido.
Versión incoherente

Este policía declaró que el día 1 de mayo, Rosa Peral mató a quien entonces era su pareja, el también policía municipal de Barcelona, Pedro Rodríguez. Según Albert, esa noche, Rosa le llamó “alteradísima” y le rogó que fuera hasta su casa. Una vez llegó, según Albert, se encontró con el cadáver de Pedro en el interior del maletero de su coche. No la delató, por que aún la quería, dijo. Según Albert, Rosa mató a Pedro (un hombre de 39 años, de casi 1,90 de estatura y más de 110 kilos de peso) y lo introdujo en el coche tras arrastrarlo durante 30 metros.

A medida que avanza el caso esa versión cada vez pierde fuerza a ojos de los investigadores. La teoría que poco a poco a se va imponiendo es que Albert no soportó la relación que Rosa, su exnovia, mantenía desde hacía meses con Pedro y que por ello, fruto de un incontrolable ataque de celos, decidió acabar con la vida de quien, en su opinión, le había “robado a su chica”.
Correo revelador

En el sumario de caso aparece un correo electrónico enviado por Albert a Rosa el 29 de enero de 2017 a las diez de la noche, (91 días antes del asesinato de Pedro). En él se puede leer cómo en hasta dos acciones el novio despechado califica Pedro de “cerdo”.

El contenido de este mail es absolutamente revelador: “Eres una puta y no ves lo que me estás haciendo pasar. Te odio con todo mi corazón. Ver tu cara, en tu casa con ese cerdo no se me olvidará en la vida.

Mira que había tíos en el mundo y te vas a escondidas con ése para que cada vez que lo vea en la base me acuerde de la mierda que siento. No lo he matado porque creo que no lo vales después de esto”.
“Matar a Pedro”

Éste es un de los muchos mensajes amenazantes e insultantes que Albert envía a su exnovia. La mayoría fueron eliminados porque así se lo exigió Albert a Rosa. Pero ella logró salvar algunos que ahora, en manos de la juez, evidencian la presión que esta mujer tuvo que soportar durante aquellos primeros meses del año pasado en los que rompió su relación con Albert e inició su noviazgo con Pedro.

Esa es la primera vez en que Rosa oye de boca de Albert la palabra “matar” en referencia a Pedro.

“Me dais asco y gracias por joderme la vida cada vez que lo vea por la base sabiendo que se folló al amor de mi vida. Vete a la mierda tú y él, puta. Seré señalado toda la vida gracias a tí. No sabes el asco que me das, de verdad”.
“Esto no quedará así”

Eso ocurría el 29 de enero de 2017 a las diez de la noche. Sólo un minuto después, Albert volvía a enviar otro mensaje igualmente lapidario a su "ex":

“Te escribo con lágrimas de impotencia pero nunca jamás te perdonaré ni a ti ni a él, y si algún día dejo de ser policía y me importa una mierda ésta vida, recuerda, ¡esto no quedará así, te lo aseguro!”

Pedro murió el día 1 de mayo de 2017 en el domicilio de Rosa Peral (el fiscal califica los hechos de homicidio). Varios días después, su cadáver apareció calcinado en el interior de un coche junto al pantano de Foix. Rosa afirma que Albert, enloquecido, mató a su novio, Pedro. La investigada dice que su exnovio la amenazó de tal forma que no pudo ni tuvo fuerzas para denunciarle al menos durante los inmediatos días. Peral asegura que Albert López es muy peligroso y que le juró matar a sus hijas si le denunciaba.

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Re: !Cómo están los Cuerpos!
« Respuesta #2819 en: 07 de Marzo de 2018, 21:16:34 pm »
La Guardia Civil detiene a un policía local en una operación contra el tráfico de armas


La Guardia Civil detiene a un policía local en una operación contra el tráfico de armas

El agente, que ya fue condenado por un hurto en Parquesol, acababa de regresar al trabajo en la Jefatura de Valladolid

J. Sanz
J. SANZ Valladolid
Miércoles, 7 marzo 2018, 12:33

El policía local que fue condenado a finales del año pasado por robar un bolso acababa de regresar a su puesto de trabajo, aunque alejado de labores de calle, cuando sumó su segundo detención. Y esta vez como sospechoso de un delito mucho más serio que un hurto. El agente, que aún lo es, fue arrestado el pasado lunes en el marco de una redada contra el tráfico de armas llevada a cabo por los efectivos de la Guardia Civil en la capital, según confirmaron ayer fuentes de los cuerpos de seguridad implicados.

La operación, que permanece abierta y en la que hay más detenidos, está dirigida contra distintos clanes de delincuentes locales afincados en barrios como el de España y Las Flores, cuyos integrantes podrían tener vínculos de amistad con el agente investigado por su posible implicación como intermediario en la venta ilegal de armas de fuego.

En los calabozos

Los agentes de la Benemérita llevaron a cabo el grueso de la operación el pasado lunes con la detención, entre otros, del citado policía municipal, un veterano de 51 años, cuyo domicilio en la capital fue registrado posteriormente. El sospechoso permanece en los calabozos de la Comandancia de la avenida de Soria a la espera de pasar a disposición judicial, sin que hayan trascendido más detalles sobre el operativo al haber decretado el secreto de sumario el juez que dirige la investigación.

La detención del agente tuvo lugar en un momento en el que se había incorporado de nuevo al cuerpo local a la espera de la resolución del expediente administrativo abierto a raíz de que sus propios compañeros le denunciaran el 31 de julio del año pasado como el autor de la sustracción de un bolso de un coche estacionado en la calle Martín Santos Romero, en Parquesol, el distrito en el que estaba destinado hasta entonces como policía de barrio. Una testigo le identificó entonces como el autor del hurto y aquello supuso su suspensión temporal de trabajo.


La operación contra clanes locales, llevada a cabo por la Guardia Civil, continúa abierta


El agente sería condenado finalmente por estos hechos, catalogados por el juez como un delito leve de hurto, al pago de una multa de 2.700 euros. Eso ocurrió en noviembre, cuando aún estaba apartado del servicio. Semanas después, una vez saldada su deuda con la Justicia, y a la espera de la resolución del expediente interno, en este caso por una infracción grave, regresó a su puesto laboral, aunque lejos de la calle.

El policía ejercía ahora labores de vigilancia estática y de control de las cámaras de seguridad en los accesos de la Jefatura de la Policía Municipal, situada en el avenida de Burgos, en La Victoria. Allí esperaba la decisión del tribunal interno que instruía su expediente por la citada infracción grave, que puede acarrear su suspensión del servicio por un periodo de entre tres meses y tres años. Su posible implicación en un delito mucho más grave, como es el de tráfico de armas, puede conducir a su expulsión definitiva del cuerpo si llegan a concretarse los cargos.

Penas de hasta cuatro años

La mera posesión ilegal de armas conlleva penas que oscilan entre uno y tres años de prisión, en el caso de pistolas, cuando hayan sido modificadas o carezcan del pertinente número de fábrica. Su venta eleva la posible condena a los cuatro años, según recogen los artículos 564 y 566 del Código Penal. Y aún puede ser peor sí el delito se vincula a un grupo criminal. Mucho más, si se demuestra, que el hurto de un bolso.


http://www.elnortedecastilla.es/valladolid/guardia-civil-detiene-20180307113515-nt.html