EL DEBATE DE LA SEGURIDAD
Interior descarta instalar cámaras en los cascos de los antidisturbios para grabar a los alborotadores
El Ministerio estudiaba desde octubre de 2012 el proyecto, pero las pruebas demuestran que debilitaban la resistencia de la protección de la cabeza y que las imágenes que graban no son de buena calidad por el constante movimiento de los agentes que las portan.
El primer paso del Ministerio del Interior para convertir en algo parecido a 'Robocop' a los agentes de las Unidades de Intervención Policial (UIP, los popularmente conocidos como antidisturbios) tendrá que esperar. El departamento de Jorge Fernández Díaz ha decidido 'enterrar' por el momento el proyecto de integrar en los cascos de estos policías cámaras de vídeo para grabar a los que provoquen altercados durante las manifestaciones. Las pruebas realizadas hasta ahora han mostrado que las imágenes que se registraban eran de mala calidad por el constante movimiento en el desempeño de su trabajo de los agentes que las portaban. Además, su instalación en el casco debilitaba precisamente esta pieza de protección, algo que los policías consideran inadmisible después de los graves incidentes registrados en Madrid al término de las Marchas por la Dignidad del pasado 22 de marzo.
Ninguno de los nuevos 400 cascos adquiridos por Interior para los antidisturbios llevará sistemas de grabación para no debilitar su resistencia a los impactos
Así se lo comunicaron altos cargos de la Dirección General de la Policía a los representantes sindicales de los agentes durante la presentación que el pasado martes les hicieron del nuevo material de protección para los antidisturbios adquirido por el Ministerio del Interior con carácter de urgencia tras los sucesos del 22-M. Entre ese material se encuentran precisamente 400 nuevos cascos que, entre sus mejoras, incluyen un capa más de recubrimiento para que resistan mejor los impactos de objetos. Todo ello con un peso de casi dos kilos, pero sin lugar para una cámara de vídeo. Fuentes sindicales destacan a este diario que los representantes de Interior les confirmaron entonces que la instalación de equipos de grabación de imágenes en los mismos se había "descartado de modo definitivo" por parte del Ministerio precisamente porque los hacía más vulnerables.
Y ello pese a que era uno de los planes en los que Interior llevaba más tiempo trabajando. Ya en octubre de 2012, y tras las primeras polémicas por la actuación de la Policía en las manifestaciones que se desarrollaron en las cercanías del Congreso, el departamento de Fernández Díaz anunció que estaba estudiando introducir estos equipos de vídeo dentro de la uniformidad de los antidisturbios que participaran en manifestaciones susceptibles de derivar en enfrentamiento. El objetivo era doble. Por un lado, obtener imágenes que, además de permitir identificar a los alborotadores, sirvieran de pruebas contra aquellos ante los jueces. Y, en segundo lugar, conseguir un testimonio gráfico de cómo se había realizado la intervención de los agentes y, de este modo, contrarrestar las denuncias de supuesta brutalidad de los agentes.
En solapas y galones
Entonces se barajó, además del casco, instalar la cámara en las solapas o los galones de los unifomes e, incluso, en los vehículos policiales. Sin embargo, estas dos opciones se descartaron y se apostó por incorporar las cámaras a los cascos. Se pretendía con ello sustituir los equipos de grabación de mano que desde hace tiempo utilizan los antidisturbios en este tipo de concentraciones, pero cuyo resultado no termina de convencer. El agente que la porta debía permanecer alejado del foco del conflicto por su propia seguridad por lo que las imágenes no consiguen los objetivos deseados. Sin embargo, con las cámaras en la protección de la cabeza, los agentes llevarían las manos libres para actuar, por lo que las imágenes que captasen serían más cercanas y directas al poder participar en las cargas. Se llegaron a realizar pruebas en el Centro de Prácticas Operativas que las UIP tienen en Linares (jaén) y a decenas de antidisturbios se les impartió cursos de fotografía y vídeo "operativo".
La Federación de Fútbol ya regaló a Interior 18 de estos cascos con cámara el pasado mes de julio, pero su utilización no ha dado los resultados esperados
La Policía incluso tiene ya 18 cascos con cámara, los que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) le regaló el pasado mes de julio para que fueran utilizados por los agentes que acudían a los estadios y sus alrededores a prevenir incidentes durante el desarrollo de los partidos. Entonces, el máximo responsable del Cuerpo, Ignacio Cosidó, aplaudió el 'regalo' y dijo que los mismos suponían "un elemento más para garantizar la seguridad y el normal desarrollo de los acontecimientos deportivos y otros eventos". Sin embargo, las pruebas realizadas con éstos no han dado los resultados esperados, según las fuentes sindicales consultadas. Las grabaciones eran de mala calidad porque los agentes estaban en constante movimiento y el encuadre tampoco era el más adecuado al estar en lo alto del casco.
También había dudas sobre aspectos legales de dichas grabaciones, ya que una ley de 1997 y un Real Decreto de 1999 establecen que sólo se pueden captar imágenes y sonidos con cámaras móviles en casos de excepcional urgencia y siempre que en el plazo de 72 horas la Policía presente un informe justificando su uso al Tribunal Superior de Justicia de la comunidad autónoma donde se hubiera utilizado. Más recientemente, también se elaboró una instrucción sobre tratamiento de datos personales en el que se limitaba el uso de videocámaras y se incidía en la necesidad de dar preferencia a otros medios de control menos instrusivos para la intimidad de los manifestantes.
CHALECOS, ESCUDOS Y ESPINILLERAS... ESCASAS
La decisión de paralizar el proyecto de los cascos con cámaras ha sido bien recibido por los representantes de los agentes, que creen prioritario anteponer la seguridad de los agentes a otras cuestiones. De hecho, los policías también aplauden la próxima adquisición de otros elementos de autoprotección para los antidisturbios, como había anunciado Ignacio Cosidó en su comparecencia en el Congreso del pasado 23 d abril para explicar los sucesos del 22-M que causaron heridas a 67 agentes. Además de los cascos reforzados, Interior ha ordenado la compra de nuevos chalecos, escudos y espinilleras por un valor de 604.000 euros. Espera poder empezar a distribuir las primeras unidades de todo ello entre los integrantes de las UIP a partir de octubre.
Según explicaron a este diario fuentes sindicales que tuvieron acceso al nuevo material, los chalecos presentan un sistema de sujeción delantero que hace más cómodo su uso. Los escudos, fabricados en policarbonato 'Lexan', serán capaces de soportar el impacto de una bala del calibre 22 y 'caducarán' a los cinco años, tras lo que deberán ser renovados. Y las espinilleras, un tipo de protección que no se entregaba hasta ahora a los integrantes de las UIP, cubrirán hasta la rodilla y se adaptarán a la bota. La única queja es el número que se piensa adquirir de estas útlimas: 1.395 pares. Una cifra que "no cubre ni a la mitad de la plantilla", denuncian desde el SUP. "Nos han planteado que sólo las usen los que vayan en primera línea, pero eso es descabellado", recalcan desde este sindicato.