La instrucción en defensa personal reduce las bajas laborales de la Guardia Civil
Los agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana se forman en esta materia desde hace más de tres años
20.11.11 - 00:31 - ANTONIO GILGADO | BADAJOZ.
TÉCNICAS DE DEFENSA PERSONAL OPERATIVA
En total, más de 250 guardias de la provincia mejoran sus técnicas de protección.Enfrentarse a un agresor con arma, con navaja o con un palo y reducirlo de la forma más eficaz posible no se puede considerar una disciplina deportiva, pero viendo entrenar a los agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Useci) de la Guardia Civil de Badajoz, parece que todo forma parte de un conjunto de técnicas similares a la de cualquier arte marcial.
Lo dice y lo reitera el guardia Cabrera, uno de los tres instructores de la Comandancia, la defensa personal operativa se debe entender simplemente como una formación profesional, pero lo cierto es que durante la sesión no para de corregir posturas y movimientos, igual que cualquier profesor de judo.
Los miembros de la Useci acuden todos los miércoles de octubre a junio al pabellón de La Granadilla para perfeccionar sus opciones en encontronazos con los delincuentes.
Con esta formación llevan ya tres años. En sesiones de dos horas repiten una y otra vez los mecanismos más apropiados.
Se trata de controlar a otra persona, echarla al suelo, cachearla, desarmarla si se da el caso y esposarla. Y todo con rigor y sangre fría, intentando dejar a un lado los nervios propios de una situación de forcejeo. No se necesitan unas cualidades físicas especiales, basta con tener muy claro los movimientos que hay que ejecutar en cada caso.
El objetivo es proteger tanto a los guardias como a los propios agresores y que ambos, en una refriega terminen con el menor daño posible. Se corrigen detalles que en un momento fugaz pueden resultar cruciales para salir airoso de una operación, como obligar a los delincuentes a separarse mucho de la pared para que tengan poco equilibrio. Este matiz se debe tener en cuenta, sobre todo, cuando se está deteniendo a un criminal de Europa del Este porque en estos países hay mucha tradición de practicar artes marciales. En lo que se refiere a los cacheos, el instructor recuerda que no se debe perder el contacto visual con el registrado y que a la hora de esposar conviene utilizar el pulgar para que los grilletes no lesionen al detenido.
Pero estos trucos son solo algunos ejemplos que se escuchan en pocos minutos. La defensa personal trata de resolver otros muchos supuestos.
Los instructores que se encargan de orientar a sus compañeros en defensa personal operativa se han formado en la academia de la Guardia Civil de Baeza, donde además de superar pruebas físicas y psicológicas, también exigen conocimientos de artes marciales para recibir el adiestramiento.
Entre los tres profesores de Badajoz forman a más de 250 agentes de la provincia y el resultado ya empieza a dar sus frutos. Un estudio sobre riesgos laborales de la Comandancia de Badajoz muestra una clara reducción de bajas por agresiones en los agentes desde que perfeccionan sus técnicas de defensa personal.
Como explica el instructor Cabrera, reducir a un criminal no consiste en golpear, sino en controlar de una forma fácil a la persona sin ocasionarle ninguna lesión. Forcejeos a manos vacías, puñetazos, empujones, ataques de arma blanca o con pistola y detenciones a personas que se resisten se repiten una y otra vez. Cuantas más veces se ejecuten los ejercicios, más claro tienen los guardias lo que hay que hacer y menos errores cometerán.
Aprenden desde técnicas de judo hasta krav maga (sistema de combate y defensa adaptado para miembros de cuerpos de seguridad). Por eso Cabrera aclara que no se trata de una formación cerrada, sino de ir perfeccionando a lo largo de las 35 sesiones anuales.
Además de la Useci, los integrantes de las unidades territoriales -los que se encuentran destinados en los puestos de los pueblos-, pueden, de forma voluntaria, recibir estos cursos. Toda defensa es poca cuando hay que enfrentarse a los malos.