El Ayuntamiento blinda Lavapiés con antidisturbios hasta finales de noviembre
El Área de Seguridad inicia hoy un despliegue especial de la Policía Municipal en esta conflictiva zona contra atracos, reyertas, drogas, okupas, vandalismo y botellón
Carlos Hidalgo
Carlos Hidalgo
@carloshidalgo_
MADRIDActualizado:
02/09/2019 00:44h
Era una promesa del Gobierno local y hoy se pone en marcha. Desde esta mañana, decenas de policías municipales estarán las 24 horas del día de manera continua en Lavapiés, considerado por las autoridades en la materia la zona más conflictiva de todo el distrito de Centro. Se trata de un plan de choque que se prolongará hasta el 22 de noviembre, cuando dé inicio la campaña de Navidad.
En esta iniciativa tendrá especial papel la Unidad de Apoyo a la Seguridad (UAS), las antiguas UCS (extinguidas por la anterior Corporación), con atribuciones en materia de contención de masas (lo que se conoce como «antidisturbios»); pero también los agentes de la Unidad Integral de Centro Sur, a la que pertenece esta zona del barrio de Embajadores. La filosofía es «atajar un problema que en realidad es compartido, porque en ella también tiene competencia la Policía Nacional, y por tanto la Delegación del Gobierno», reseñan fuentes de Área de Seguridad, que dirige la concejal Inmaculada Sanz (PP), de quien parte esta iniciativa. La orden de servicio tiene un nivel de ejecución alto, el principal de los tres existentes en el baremo.
A nadie se escapa que la degradación que vive Lavapiés ha ido a mayores en los últimos años, con la proliferación de «narcopisos» y cada vez más robos con violencia y reyertas en plena calle. Los vecinos llevan mucho tiempo quejándose de la situación de impunidad y no quieren que la zona se convierta en un trasunto del Barrio Chino y otras zonas del centro de Barcelona, donde la inseguridad campa a sus anchas.
Menores y Extranjería
El plan de choque puesto en marcha por la edil Sanz se marca dos ejes de acción fundamentales. Por un lado, la seguridad ciudadana: robos, agresiones, reyertas y amenazas; consumo y tráfico de estupefacientes; okupaciones ilegales de pisos; actuaciones en materia de Extranjería, menores, violencia de género...
El otro flanco que se va a atacar es el de la convivencia vecinal, muy deteriorada. En este epígrafe de trabajo se engloban desde la acumulación de residuos (limpieza viaria) y la especial atención a personas sin hogar, a deyecciones en la vía pública; así como el botellón; los ruidos; daños y vandalismo en el mobiliario urbano, y el control de establecimientos «con actividades sensibles».
La presencia de la Policía Municipal en Lavapiés será durante todos los días de la semana. El intendente jefe de la UID Centro Sur será el mando coordinador, quien planificará el despligue más adecuado en función de las necesidades y participarán, además de la mencionada UAS, la Unidad de Refuerzo a los DistritosA
De domingo a miércoles, los policías del barrio estarán presentes en la plaza de Lavapiés, de 10 a 14 horas y de 18 a 22. Jueves, viernes y sábado se situarán de diez de la mañana a dos de la tarde. Independientemente de ese puesto, se patrullarán las 24 horas del día esa misma plaza, además de las de Arturo Barea, Nelson Mandela y Casino de la Reina.
Fines de semana
De jueves a sábado, el refuerzo será aún más importante. A los mencionados enclaves que se vigilarán se incluye la plaza de Tirso de Molina, donde también se dan problemas de convivencia y trapicheo. Esos días, asimismo, los «antidisturbios» estarán en la plaza de Arturo Barea de 10 a 12 y de 18 a 2 horas. «Independientemente de estos puntos fijos situados, también se realizarán recorridos por la zona de influencia», añade la instrucción policial, a la que ha tenido acceso este periódico.
Desde el año 2005, la Policía Municipal de Madrid viene desarrollando dispositivos especiales en Lavapiés. «No obstante, y ante la problemática específica manifestada últimamente, con el objeto de acomodar la vigilancia establecida a la situación real que se da en estos momentos, se establece un operativo preventivo basado en la presencia policial activa», especifica la orden de servicio oficial.
Adiós a la vista gorda al negocio ilegal del top-manta
La primera decisión que tomó la concejal de Seguridad y portavoz del Gobierno municipal, Inmaculada Sanz (PP), tras llegar a Cibeles en junio fue reforzar la presencia policial en el centro. Un total de 98 agentes salidos del centro de formación (Cifse) fueron destinados en julio a esa zona. De este modo, se pretende paliar la falta de acción política en este ámbito de la anterior Corporación (Ahora Madrid).
Uno de los baluartes del actual equipo es la lucha contra el top manta, una práctica ilegal que supone millones de euros en pérdidas al tejido industrial y comercial de Madrid. Hasta 300 había contabilizados en la época de Manuela Carmena. Pero el problema persiste con fuerza, por lo que, actualmente, se está elaborando un plan específico que se pondrá en marcha pronto.
La idea central es eliminar la actual instrucción (que, en la práctica, supone no hacer nada contra los manteros) y volver a la del año 2005, de la época de Alberto Ruiz-Gallardón (PP). Es probable que se cree un grupo especial que peine las callesp donde más se da la venta ambulante ilegal, como Preciados, Arenal,Carretas y las plazas de Callao y Puerta del Sol, además de la Gran Vía, principalmente.
Paralelamente, ya se trabaja en la elaboración de la documentación necesaria para la implantación de cámaras de videovigilancia en los barrios de Puente de Vallecas y Bellas Vistas (Tetuán), otra asignatura pendiente del exedil del ramo, Javier Barbero. Las quejas e incluso manifestaciones vecinales llevaron al concejal, ahora en la oposición, a prometer esos dispositivos, aunque luego se ha sabido que nunca se hizo nada.