Cuenta atrás para el despegue de los drones en España
Fomento ha anunciado que el decreto que regula los aparatos será tramitado a final de mesEl uso de las aeronaves estará permitdo solo "en determinadas condiciones y con limitaciones"
De momento, los únicos vuelos autorizados son los de experimentación o demostración
Laura Delle Femmine Madrid 12 MAY 2014 - 14:32 CET
Presentación de 'drones' de Endesa. / EFE
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Cuando Jeff Bezos, fundador de Amazon, alardeó de estar ensayando el reparto de pedidos a través de drones —o aeronaves no tripuladas—, muchos pensaron que se trataba de una estrategia publicitaria visionaria lejos de la realidad. Sin embargo, la tecnología ha avanzado mucho más rápido de lo previsto. Sobre todo, mucho más rápido que la legislación. Frente a una industria nacional que se ha convertido en un hervidero y a unos empresarios que no están dispuestos a perder un negocio que tiene un potencial millonario, el Ministerio de Fomento ha preparado un decreto ley que regula el uso comercial y profesional de estos aparatos. La normativa será tramitada a final de mes, según ha anunciado este lunes en rueda de prensa Carmen Librero, secretaria general de transportes.
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El vacío legal que rodea los drones ha sido durante mucho tiempo el principal problema del sector, tanto en España como en el extranjero. "Antes, hasta 2011, ni siquiera se consideraban aeronaves", ha precisado Librero. A partir de ese momento, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) equiparó estos aparatos a las aeronaves, poniéndolos así bajo la legislación aeronautica general vigente tanto en España como en Europa. En sintonía con esta decisión, la Unión Europea empezó a trabajar en un marco normativo al que espera dar luz verde en 2016, que regulará los usos y el espacio aéreo en el que se puedan mover estos dispositivos. De momento, los únicos vuelos permitidos en España son los de experimentación o demostración.
Librero ha explicado que la regulación de las aeronaves no tripuladas se ha convertido en un asunto prioritario a la luz del desarrollo que ha tenido la industria nacional el último año y medio, y ha aclarado que el objetivo primordial del decreto es garantizar la seguridad en el uso de estos aparatos. Por eso, la nueva ley tendrá en cuenta todos los aspectos, tanto los relativos al "vehículo como al piloto y a la comunicación entre ellos". Con el mismo objetivo, los operadores necesitarán cumplir con determinados requisitos y el uso de los aparatos estará permitido solo "en determinadas condiciones con limitaciones".
Usos y limitaciones
"El decreto ha sido impulsado por AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea) y ha participado toda la industria [en su elaboración]: se han pedido 183 comentarios a 58 entidades diferentes", ha detallado la secretaria, quien ha añadido que el Ministerio se ha movido "teniendo en cuenta la potencialidad enorme que tendrá el sector dentro de España"
Los drones seguirán sin poder sobrevolar núcleos urbanos, salvo en casos específicos y puntuales y siempre tras haber obtenido previamente una autorización. El decreto clasificará los aeronaves por categoría según su peso, determinará los requisitos de seguridad, los sistemas de visualización y los procedimientos operativos a llevar a cabo en el espacio aéreo, además de establecer las condiciones que tienen que cumplir los pilotos. Siguen valiendo las limitaciones relativas al espacio aéreo segregado, una zona controlada donde los drones pueden volar en línea visual con el piloto, que está en tierra —y por esa razón los aparatos no pueden sobrepasar los 150 metros de altura—.
La nueva norma también regulará los trabajos aéreos que se podrán llevar a cabo a través de estos aparatos. Entre ellos, ha avanzado Librero, están fumigaciones, reportajes fotográficos, operaciones relacionadas con la agricultura, extinción de incendios, inspección de líneas de alta tensión y ferroviarias o vigilancia de las fronteras.
Hasta el momento, tres empresas ya han solicitado autorización para que sus aparatos puedan desplegar funciones de uso comercial o profesional. Entre ellas está Fightech, empresa que desarrolló el FT-ALTEA, el primer dron que obtuvo el certificado de aeronavegabilidad experimental otorgado por AESA.
Oportunidades de la industria
El tamaño de la industria y el potencial que representan los drones es difícil de calcular. La última nota publicada por la Comisión Europea afirma que el presupuesto mundial en términos de I+D –tanto del sector público como privado- podría aumentar desde los casi 3.800 millones de euros actuales hasta los 8.400 en 2023. De momento, los países europeos que más están comprometidos con este sector son Francia, Reino Unido y Suecia, pero el sector está creciendo a un ritmo tan rápido que la Comisión estima que llegará a acaparar el 10% del mercado aeronáutico al cabo de 10 años, con un volumen de negocio de 15.000 millones de euros al año.
La Comisión añade que actualmente hay más de 1.708 modelos diferentes referenciados en todo el mundo, de los que aproximadamente 566 son Europeos, desarrollados o producidos por 471 fabricantes, 176 de ellos en Europa.
El mercado español todavía no cuenta con un estudio que recoja el número de empresas que se dedican a la producción de aeronaves no tripuladas y de sus componentes. El año pasado nació la asociación española RPAS (AERPAS), la primera que agrupa a las empresas del sector. Actualmente cuenta con unos 61 miembros, aunque su presidente, Manuel Oñate, estima que el número de compañías españolas vinculadas con este negocio ronda las 200.
Oñate explica que España se encuentra “en una buena posición tecnológica”, pero la inexistencia de una regulación representa una desventaja competitiva y un gran desafío ya que “frena el desarrollo del sector en el ámbito civil”. Su previsión, en línea con las estimaciones de la Comisión Europea, es que se produzca una explosión una vez que el decreto entre en vigor. “Cuando la normativa esté asentada calculamos que España llegará a tener alrededor de 1.000 empresas y entre 10.000 y 15.000 pilotos”. Su pronóstico, explica, se basa en lo ocurrido en Francia, país que reguló el uso civil de los drones en 2012. “Un año y medio después de aprobarse la normativa ya existían más de 700 empresas operando”, garantiza.