encuesta en el 'último peldaño'
Bildu abre la cuestión más incómoda sobre San Fermín: "O se van las corridas y los encierros, o no se va ninguna"
El ayuntamiento, gobernado por EH Bildu con el apoyo del PSN, Geroa Bai y Contigo Zurekin, realizará una encuesta desde el 1 de junio hasta el 5 de julio para conocer el sentir de la ciudadanía sobre diversos temas de la fiesta
Foto: Imagen de archivo de la grada de sol de la plaza de toros de Pamplona. (EFE/Villar López)
Imagen de archivo de la grada de sol de la plaza de toros de Pamplona. (EFE/Villar López)
Por
Borja F. Sebastián
30/05/2025 - 18:22
Es habitual que, a eso de las ocho y media de la tarde, la puerta grande de la plaza de toros de Pamplona se abra de par en par tras alguna de las ocho corridas de toros que acoge la ciudad durante los Sanfermines. El callejón se convierte pronto en un hervidero de gente, pancartas, chalecos de diversos colores —aunque predomina el blanco y rojo, claro— y charangas. Es ahí dónde da comienzo uno de esos momentos más valorados por los locales: la salida de las peñas. Pronto ese río de gente sale bailando, cantando y bebiendo e inunda las calles del Casco Antiguo, la Plaza del Castillo o Estafeta, entre otras.
Pese a lo uniformado de la fiesta, el ojo avezado puede distinguir las diferencias políticas de unas y otras. Ya sea por los protagonistas, casi siempre políticos, de la sátira que protagoniza su pancarta. Por la presencia de una u otra ikurriña aquí o un emblema foral allá. Pronto uno se da cuenta de que el espectro taurino en la capital navarra es más diverso de lo que mucha gente cree. La polémica con los toros viene servida este año por el anuncio del equipo de Gobierno de EH Bildu en Pamplona para realizar una encuesta participativa entre los diferentes barrios sobre el actual statu quo de San Fermín aunque, aclara el alcalde Joseba Asiron, no se trata de una "consulta pública". "Cualquier encuesta sobre Sanfermines que obviara preguntar sobre ese tema estaría coja desde el inicio", señalaba el regidor de Bildu en rueda de prensa, pero apostillaba: "¿Alguien cree que vamos a tomar medidas de ciudad por una encuesta?". El portavoz del ayuntamiento, Joxe Abaurrea, incidía en este aspecto: "No hay que tener miedo a preguntarle a la gente su opinión. Es una fiesta que tiene un montón de elementos interesantes y el planteamiento que hacemos es que hay que preguntar sin miedo".
Enfrente tiene a UPN encabezado por Cristina Ibarrola, precisamente la predecesora de Asiron antes de la moción de censura, que se opone al planteamiento del sondeo. "Poco hay que preguntar por la procesión, porque está a rebosar; poco hay que preguntar sobre los toros, porque la plaza, tanto en las corridas como en los encierros, no tiene una plaza libre", apunta. En este sentido, la líder de los regionalistas navarros también ha defendido que la encuesta busca abrir un melón sobre los Sanfermines "que no es el de mucha gente". "Hay que tener un respeto escrupuloso al sentimiento religioso de una fiesta y los toros y los encierros son los que hacen internacionalmente conocidas las fiestas".
Salida de una peña en el callejón. (EFE)
La encuesta se enmarca dentro de un contrato público por valor total de 124.754 euros y se divide entre lotes. En el primero, se busca medir el impacto socioeconómico y medioambiental de turistas y visitantes, el segundo es el mencionado sobre el sentir de la ciudadanía sobre su percepción de aspectos centrales de las fiestas —como son los encierros y los actos religiosos— y el tercero se centrará en la capacidad turística de la ciudad de una ciudad que multiplica por cuatro su población entre el 6 y el 14 de julio.
Para quién se corre
Lo cierto es que el impulso económico sobre los Sanfermines es algo sobre lo que se ha escrito con asiduidad, pues la fiesta de Pamplona supone uno de los mayores atractivos festivos de nuestro país. Según los últimos datos económicos del año 2022 —todavía recuperándose de los efectos de la pandemia—, el impacto de los ocho días más importantes del año en la ciudad fue de 163 millones de euros. En este sentido, cabe admitir que el encierro, como reclamo para verlo y/o participar en él, es uno de los motivos que atraen a visitantes nacionales (44% del total que pisan Sanfermines) e internacionales (17%). "El encierro se ha convertido en un espectáculo televisivo que da la vuelta al mundo. En su momento, esto era para la gente de aquí, la mayor parte de las personas de mi edad, al menos una vez, lo habían corrido. Ahora me da la sensación de que a la mayoría de la gente joven de Pamplona no se le ocurre correr el encierro", señala Miguel Izu, jurista, expolítico y escritor, entre otros volúmenes, de Los sanfermines ya no son lo que eran. Sin embargo, los últimos datos obtenidos por el Ayuntamiento de Pamplona en referencia a estas celebraciones antes de la pandemia mostraban que cuatro de cada diez corredores participaba por primera vez ese día. En 2023, el total de corredores de los ocho encierros fueron de 16.730 personas, de las cuales un 14% procedían de EEUU, y más de un 5% eran australianos o neozelandeses.
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El Ayuntamiento de Pamplona, así como los diferentes actores involucrados en estos cuestionados festejos, vienen actuando en consecuencia a esta realidad. El encierro es hoy más rápido, más seguro y más previsible gracias a que todos han adoptado medidas para que esto sea así. Los sustos ahora vienen en forma de contusiones cerebrales y fracturas óseas, y cada vez menos con incidentes con los animales. No obstante, el panorama es diferente en el caso de las corridas, con un claro predominio local. "Es que son dos espectáculos que aquí van unidos, no es algo que se pueda separar. Quien intente eso es que no conoce la dinámica de la fiesta", señala Izu. "Por mucho que se le llame la fiesta nacional, en España siempre ha habido sitios en los que ha tenido arraigo y por eso se mantiene, como es el caso de Pamplona, donde es algo un poco más transversal, y otros en los que no, por eso va desapareciendo. Aquí se encuentra estable y es una cuestión con una polémica muy limitada. Pero de irse, o se van las corridas y los encierros, o no se va ninguna", añade el escritor. Es por eso que la posición de EH Bildu en la capital foral es algo que se trata con sumo cuidado, pese a que se marca una distancia con estos festejos. Es esa transversalidad, que tiene su mejor reflejo cada día a las 8:30 en la salida de las peñas, la que convierte el abordaje de la tauromaquia en una cuestión incómoda para Bildu.
Izu reseña que ve "bien" que se pregunte a la ciudadanía sobre las fiestas de la ciudad, pero incide en que hay aspectos más polémicos que los toros en los actuales Sanfermines. "Creo que ahora mismo las quejas vienen más por la parte de la masificación del Casco Antiguo, porque son los que más sufren tanto el tema del ruido como el de la suciedad", recuerda Izu.