El activista taurino de Vox que defiende la vuelta de las corridas a Gijón: “Los toros no sufren como una violada”
El número once de la lista del partido de Abascal al ayuntamiento, presidente de Astas, no entiende cómo se puede estar contra los toros “cuando escaldan centollos, comen angula o maltratan a sus perroflautas haciéndoles fumar marihuana”
— Gijón retoma la feria taurina y escenifica una fuerte división social y política
Fernando Fernández Guerra, presidente de Astas, frente a la manifestación antitaurina en Gijón
Fernando Fernández Guerra, presidente de Astas, frente a la manifestación antitaurina en Gijón Eloy Alonso / Efe
Bárbara A. Peri
16 de agosto de 2023 11:11h
Actualizado el 16/08/2023 14:24h
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La cita era a las cinco de la tarde. La plaza de El Bibio estaba prácticamente llena y la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, fue ovacionada en su entrada al coso taurino. Pero en los alrededores de la plaza de toros no sólo se concentraban quienes iban a entrar al ruedo.
Más de mil quinientas personas, según las fuerzas de seguridad, acudieron a la manifestación antitaurina convocada por la Asociación Nacional Animales con Derechos y Libertad (Anadel), que partió a las cuatro y media de la Plaza de San Miguel, y que se repetirá durante los cuatro días que durará la Feria de Begoña.
Los manifestantes gritaban frases como “Gijón despierta, esta no es tu fiesta”, “Moriyón dimisión”, y también increpaban a los asistentes a la corrida llamándolos “Paletos” y “Asesinos”. Mostraban así su enfado ante el regreso del espectáculo taurino a la ciudad asturiana. Se produjeron momentos de tensión y careos entre los aficionados a los toros y los antitaurinos.
El presidente de la Asociación de Activistas Taurófilos de Asturias (Astas), Fernando Fernández Guerra, no dudó en mostrar su enfado contra los manifestantes antitaurinos ante los medios de comunicación que se habían congregado en los exteriores de la plaza.
En las declaraciones difundidas por la Radiotelevisión Pública Asturiana, que fueron reproducidas en múltiples perfiles particulares de twitter, Fernando Fernández aseguraba no entender “cómo pueden estar en contra de los toros cuando escaldan centollos, o comen angula, o maltratan a sus perroflautas haciéndoles fumar marihuana”.
Fernando Fernández, que ocupó el puesto número once en la lista electoral de Vox al ayuntamiento de Gijón en las pasadas elecciones municipales de mayo, fue más allá y comparó a los animales con la mujeres víctimas de violaciones. “Los toros no sufren como puede sufrir una violada por cuestiones de honor, de dignidad, es decir, solamente conocen el daño físico y ese daño físico no ha sido jamás demostrado en términos científicos”, sentenció.
El presidente de Astas fue aún más allá y en su defensa del espectáculo taurino él sí hizo un análisis científico de lo que es el dolor. “La sangre no es síntoma necesitario del dolor, de un dolor definitivo”, dijo, “a veces sangramos por la nariz y causa mucho menos dolor que una fractura de húmero que no tiene sangre”.
“Nadie puede confundir la secreción de hemoglobina, que es el componente rojo de la sangre, con el dolor, no hay una equiparación equivalente”, continuó, “muchas veces los animales inferiores y superiores, mueren como nosotros sin derramamiento de sangre, derramar sangre no significa equiparar con el dolor”.
Un alegato a favor del toreo con el que Fernando Fernández Guerra buscaba, sin duda, contrarrestar los argumentos de los antitaurinos que condenan el espectáculo por considerarlo un espectáculo de maltrato animal en el que los toros sufren en el coso con las banderillas que les hacen sangrar hasta la estocada final que les provoca la muerte.
Maltrato animal para Adrián Barbón
El presidente del Principado, Adrián Barbón, se hacía eco de las declaraciones del presidente de Astas en su perfil de twitter. “Escuchadlo por vosotros mismos, porque soy incapaz de resumirlo”, decía el jefe del ejecutivo asturiano que añadía que lo que “nunca se ha demostrado científicamente es que los toros no sufran. Igual que nunca se ha demostrado que la tierra sea plana. Sencillamente, porque es imposible”.
Horas antes, el presidente asturiano ya había manifestado públicamente, en la misma red social, cuál era su postura ante el regreso de los toros a la plaza de El Bibio en Gijón. Barbón no dudaba en calificar el espectáculo taurino de “maltrato animal” y lo hacía con un mensaje acompañado por un toro de lidia desangrándose en un coso.
“Con independencia de que queráis prohibir las corridas de toros o no, que os gusten o no, que seáis defensores de las corridas o no”, escribía, “decidme si veis un animal sufriendo o no. Y si veis un animal sufriendo, además durante un buen rato hasta que muere, es que hay maltrato animal. Punto final”, cerraba su mensaje.
Un mensaje que fue aplaudido por muchos pero también rechazado, incluso con insultos como “maricón”, “hijo de puta”, “caudillo”, lo que llevó al presidente autonómico a un nuevo tweet en el que quiso reiterar su postura y aclarar que no está dentro de sus competencias prohibir las corridas de toros en Asturias.
Barbón ha recordado que el Tribunal Constitucional ha fallado, en dos sentencias que declararon inconstitucionales dos leyes aprobadas por Cataluña y Baleares, que es competencia exclusiva del Estado establecer la prohibición de los espectáculos taurinos. “Nuestra comunidad no puede hacer nada más allá de no financiarlas”, ha añadido.
El jefe del ejecutivo asturiano ha argumentado también contra quienes comparan los toros con sacrificar animales para comer y les ha invitado a visitar los mataderos de Asturias. “Cuando se sacrifica un animal para el consumo, se intenta hacer lo más rápido posible y con el menor sufrimiento. Comparar eso con banderillear en reiteradas ocasiones a un animal, una y otra vez, ver cómo se desangra poco a poco, hasta atravesarlo con una espada y finalmente morir ahogado entre su propia sangre, con enorme sufrimiento, es inaceptable”, les ha dicho.
El mensaje de Barbón finaliza recordando que “ni insulto ni juzgo. Lo que pido es que no se rían de nosotros” y ha pedido a quienes asisten a los toros que sean “consecuentes con sus actos” y asuman que van a un espectáculo de “maltrato animal”.