Autor Tema: Mitos y leyendas  (Leído 12771 veces)

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Re:Mitos y leyendas
« Respuesta #40 en: 31 de Agosto de 2013, 13:30:55 pm »

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Re:Mitos y leyendas
« Respuesta #41 en: 12 de Enero de 2014, 18:12:01 pm »



El Beso




Era el tiempo en que el ejército francés de Napoleón había tomado Toledo (1808-1812) y tal cantidad de soldados acampaban en la plaza que tuvieron que coger todo tipo de edificios, sin reparar en su clase, uso o destino. Lleno el alcázar, empezaron a «habitar» todos los conventos e iglesias de la ciudad.

 Fue una noche, a hora ya muy avanzada, cuando llegaron a Toledo unos cien dragones a caballo que, rompiendo el silencio de la ciudad con el chocar de los cascos de sus corceles en el empedrado y el sonido metálico de su armamento, llegaron hasta la plaza de Zocodover. El oficial que mandaba la fuerza era joven. Al llegar a la plaza fue atendido por otro que, después de cuadrarse y saludarle militarmente, se dispuso a acomodar a la tropa en el lugar que le habían asignado.

 Al conocer el capitán el sitio donde iban a ser acomodados, puso algunos reparos, pero su compatriota, que era sargento aposentador, le hizo los cargos de que en el alcázar ya no cabía más gente y que en las celdas de los frailes de San Juan de los Reyes dormían quince húsares en cada una. Trató de convencerle de que el convento al que le habían destinado era bueno y la parte de la iglesia estaba prácticamente libre para meter los caballos.

 Siguieron tropa y capitán al aposentador por las estrechas y oscuras calles de la ciudad, guiados por un pequeño farol que éste portaba. Después de un corto paseo, llegaron hasta la iglesia, que se encontraba completamente desmantelada. En pocos momentos y debido al cansancio que traía la tropa, fueron acomodándose, dejando atados los caballos dentro del local.

A la luz del farolillo podía verse el estado de la iglesia, con sus hornacinas vacías de imágenes. Podían adivinarse, más que distinguirse, en sus paredes, algunos retablos. Había también losas con inscripciones, citando los nombres de los allí enterrados; pero lo que verdaderamente destacaba en todo este conjunto de¡ ruinoso y desmantelado edificio, eran las estatuas de mármol blanco, como albos fantasmas, que, unas tendidas y otras postradas de rodillas, se hallaban sobre los mausoleos de los muertos y en este lugar enterrados.

 La jornada había sido larga, habían recorrido catorce leguas a caballo y el cansancio pudo más que la precariedad del alojamiento, por lo que al poco tiempo se dejaron de oír las protestas de la soldadesca, que como pudo se acomodó y, poco a poco, el silencio se fue apoderando del improvisado cuartel.

 Al día siguiente, nuestro capitán era esperado por algunos compañeros de promoción que, conociendo su llegada, le habían mandado aviso de que le aguardaban para saludarle en la plaza de Zocodover. El encuentro fue muy agradable, pues hacía tiempo que no se veían. Después de fuertes abrazos y cariñosos saludos se habló de todo; pero lo más acuciante e importante para los que ya llevaban tiempo en Toledo, eran las noticias que traía el recién llegado de su patria. Así siguió la conversación hasta que uno de ellos, en tono de broma, preguntó a nuestro capitán, qué tal había dormido en su «alojamiento», a lo que contestó éste que no había podido dormir demasiado, pero que el insomnio junto a una bonita mujer había sido más llevadero.

 Sus interlocutores no daban crédito a lo que acababan de oír. Estaba recién llegado y ya había tenido una aventura amorosa... Solicitaron más información sobre lo acontecido y el narrador les contó que fue despertado de manera brusca por el ruidoso sonar de la campana gorda de la catedral y de que, en ese momento, se había acordado del campanero y de toda su familia. Pasado el susto, intentó recuperar el sueño perdido y fue entonces cuando, ante sus ojos, se encontró con la figura de una mujer arrodillada, iluminada su figura por la escasa luz que de la luna penetraba en el templo.

 Sus amigos le miraron entre incrédulos y asombrados, pero él continuó con su relato, diciéndoles que no se podían imaginario que ante sus ojos se había aparecido: era una joven de una belleza incomparable, con las facciones llenas de dulzura. Su ademán era reposado y noble y su blanco traje componía una perfecta sintonía con la palidez de su rostro. Por un momento, comentó, pensó que era una alucinación, producto del cansancio M camino, pero no, ella estaba allí, y permanecía inmóvil ante él, como si no fuera una criatura humana.

 Uno de sus camaradas, que tomaba el relato a broma, fingió que se hallaba vivamente interesado y le preguntó si le había hablado. El capitán respondió que no se había determinado a hablarle porque estaba seguro de que ella ni le veía ni le habría oído en caso de dirigirle la palabra. El mismo amigo le inquirió si es que era muda, ciega o sorda. A esto le contestó que era todo eso a la vez, pues se estaba refiriendo a una estatua de mármol.

 Al oír el final de la aventura, soltaron todos fuertes carcajadas y uno de ellos dijo que de ese género tenía él bastantes en su aposento de San Juan de los Reyes. Pero el recién llegado le contestó que nunca serían como la suya, que se trataba de una dama castellana que, en virtud de la habilidad del escultor, parecía tener vida.

 Siguiendo la broma, uno de los contertulios pidió que les fuera presentada la belleza en cuestión, haciendo la salvedad burlona de, si no había celos de por medio.

 El capitán les contó entonces que junto a la dama estaba la estatua, también en mármol de un guerrero que parecía estar tan vivo como ella y que sin duda pensaba que debía ser su esposo. También manifestó entre bromas y veras si no le tomaran por loco ya le habría destrozado.

 Las carcajadas continuaron saliendo sonoras y vivaces de sus gargantas y por fin, decidieron visitar y ser presentados a la dama en cuestión. Quedaron emplazados para esa misma noche. Se reunirían en esta misma plaza para, desde aquí, con algunas viandas y buen vino francés, dirigirse a la iglesia, donde celebrarían una pequeña fiesta en honor de la hermosa joven de mármol.

 Llegada la hora y allegados todos, marcharon en dirección a la iglesia donde su amigo se alojaba. Una vez en ella, fueron recibidos por éste que les esperaba en la puerta. Penetraron en el templo que se encontraba totalmente a oscuras, por lo que el capitán mandó a su asistente que hiciera una gran fogata que, al mismo tiempo de iluminarles les proporcionaría calor, pues el ambiente era algo frío. El fuego fue encendido con parte de las puertas de la iglesia y trozos de sillas del coro y al poco iluminó la estancia a la vez que la hacía más placentera.

 Lo primero que hicieron fue abrir unas botellas y tomar unos tragos que les fueron calentando por dentro. Al poco pasaron al lugar que ocupaba la tumba donde, con toda clase de reverencias exageradamente burlescas, fueron presentados por el capitán a la dama. Al verla, todos coincidieron en que se trataba de una bella mujer y que la pena era que fuese de mármol, reconociendo que si el parecido de la efigie era fiel al original, hubo de ser una de las mujeres más hermosas de su tiempo.

 Los compañeros le preguntaron si conocía el nombre de la joven y él contestó que por la inscripción que había en el mausoleo, se trataba de doña Elvira de Castañeda y de su marido don Pedro López de Ayala, que luchó con el Gran Capitán en Italia.

 La fiesta continuó cada vez más animada, destapando botellas y más botellas que eran trasegadas por los concurrentes y que al quedar vacías eran arrojadas contra paredes y retablos. Pero, mientras sus compañeros cantaban y disparataban gracias al alcohol ingerido, nuestro capitán permanecía en silencio, sin apartar su mirada de la estatua de doña Elvira.

 Los amigos se dirigieron a él y le hicieron brindar. Entonces, levantando su copa frente a la estatua del guerrero arrodillado junto a la mujer, le espetó que brindaba por su emperador que le había dado la ocasión de venir a Toledo a cortejar a su mujer en su tumba. Se brindó por ello y el capitán, balanceándose, se llegó hasta el sepulcro y bebiendo un sorbo, expulsó el vino que guardaba en su boca y lo derramó sobre la cara del mudo guerrero. Hecho esto, se acercó a la estatua de la mujer exclamando que sólo un beso suyo le calmaría el ardor que le consumía.

 Esto le fue censurado por todos sus amigos, que de alguna forma estaban asustados por el comportamiento de su compañero, diciéndole que dejara en paz a los muertos. El joven no hizo caso y tambaleándose, como pudo se llegó a la estatua y se dispuso a abrazarla y darle un beso. Pero al tender los brazos, un grito de terror inundó la estancia. Había caído desplomado a los pies del sepulcro echando sangre por nariz y boca. Los oficiales, sorprendidos ante lo que vieron, quedaron inmovilizados sin poder dar un paso para socorrerle. En el momento en que su camarada intentó acercar sus labios ardientes a los de doña Elvira, habían visto al inmóvil guerrero que tenía a su lado levantar la mano y derribarlo de una tremenda bofetada con su guante de piedra.

<a href="http://youtube.com/v/1WSjD8UZY9Y#t=11" target="_blank" rel="noopener noreferrer" class="bbc_link bbc_flash_disabled new_win">http://youtube.com/v/1WSjD8UZY9Y#t=11</a>

http://www.leyendasdetoledo.com/index.php/leyendas-de-becquer/34-el-beso.html
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Re:Mitos y leyendas
« Respuesta #42 en: 11 de Octubre de 2014, 10:11:37 am »



La lujuriosa leyenda de las monjas endemoniadas del convento de San Plácido
M. O.MOliver_abc / MADRID
Día 11/10/2014 - 00.48h

Los sucesos, ocurridos en la época de Felipe IV, obligaron a intervenir al Inquisidor General, don Diego de Arce de Reynoso

El convento de San Plácido se encuentra a muy pocos metros de la plaza del Callao. Miles de personas pasan frente a sus muros a diario, pero son muy pocos los que conocen la leyenda de misterio y demonios que se esconde de puertas para adentro. El halo de santidad que tiene ahora contrasta con el pasado diabólico que se le adjudicó en la corte de Felipe IV.

El convento fue en su día escenario de todo tipo de rituales exorcistas, debido a las continuas agresiones que las monjas sufrían por parte de seres infernales. Diferentes episodios de esta índole lograron que en aquella época se conociera a esas religiosas como las «endemoniadas» de San Plácido.

Todo comenzó cuando una joven novicia dio la voz de alarma al comenzar a realizar actos extraños, como dar voces y hacer gestos obscenos impropios de un religiosa. Fue el confesor fray Juan Francisco García Calderón, quien comenzó a preocuparse por la situación, el que determinó que la joven estaba poseída por el diablo. Por este motivo se le practicó un exorcismo de urgencia que no dio buenos resultados: no sólo se pudo curar a esta hermana, si no que además otras veintiseis corrieron con la misma suerte.

El asunto llegó a extremos tan alarmantes que todas las moradoras de San Plácido, exceptuando a cuatro, cayeron bajo la influencia del Maligno. Los rumores llegaron pronto al Inquisidor General, don Diego de Arce de Reynoso, que abrió un largo proceso. Éste culminó en 1631 al dictarse prisión perpetua, ayunos y disciplinas para el confesor fray Juan Francisco García Calderón, que tras el tormento se autoinculpó de haber cometido actos pecaminosos con las monjas. Por su parte, la priora fue desterrada, mientras que la comunidad con el resto de las monjas fue repartida para evitar que los hechos se reprodujeran en un futuro.

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Re:Mitos y leyendas
« Respuesta #43 en: 27 de Octubre de 2014, 22:58:13 pm »
La leyenda india del atrapasueños

Hace mucho tiempo cuando el mundo era joven, un viejo líder espiritual Lakota estaba en una montaña alta y tuvo una visión. En esta visión Iktomi, el gran maestro bromista de la sabiduría apareció en la forma de una araña. Iktomi le hablo en un lenguaje sagrado, que solo los líderes espirituales de los Lakotas podían entender.

Mientras le hablaba Iktomi, la araña tomo un aro de sauce, el de mayor edad, también tenía plumas, pelo de caballo, cuentas y ofrendas y empezó a tejer una telaraña.

Él habla con el anciano acerca de los círculos de la vida, de como empezamos la vida como bebes y crecemos a la niñez y después a la edad adulta, finalmente nosotros vamos a la ancianidad, donde nosotros debemos ser cuidadosos como cuando éramos bebes completando el circulo.

Pero Iktomi dijo mientras continuaba tejiendo su red, en cada tiempo de la vida hay muchas fuerzas, algunas buenas otras malas, si te encuentras en las buenas fuerzas ellas te guiaran en la dirección correcta. Pero si tu escuchas a las fuerzas malas, ellas te lastimaran y te guiaran en la dirección equivocada.

El continuo, ahí hay muchas fuerzas y diferentes direcciones y pueden ayudar a interferir con la armonía de la naturaleza.

También con el gran espíritu y sus maravillosas enseñanzas.
Mientras la araña hablaba continuaba entretejiendo su telaraña, empezando de afuera y trabajando hacia el centro.

Cuando Iktomi termino de hablar, le dio al anciano Lakota, la red y le dijo: ve la telaraña es un círculo perfecto, pero en el centro hay un agujero, usa la telaraña para ayudarte a ti mismo y a tu gente, para alcanzar tus metas y hacer buen uso de las ideas de la gente, sueños y visiones.

Si tú crees en el gran espíritu, la telaraña atrapará tus buenas ideas y las malas se irán por el agujero.

El anciano Lakota, le pasó su visión a su gente y ahora los indios Siux usan el atrapasueños como la red de su vida, que se cuelga encima de las camas y en las casas para escudriñar sueños y visiones.

Lo bueno de los sueños es capturado en la telaraña de vida y enviado con ellos, lo malo de los sueños escapa a través del agujero en el centro de la red y no será más parte de ellos.

Los Sioux creen que el atrapasueños sostiene el destino de su futuro.

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Re:Mitos y leyendas
« Respuesta #44 en: 01 de Noviembre de 2014, 09:30:44 am »
El duende de El Retiro que enloqueció a los jardineros de Felipe V
s,l. @ABC_Madrid / madrid
Día 26/10/2014 - 01.25h
Cuenta la leyenda que la pareja que consigue verlo tendrá la suerte de mantener una relación dulce y estable




educamadrid.org
La escultura del duende es una obra de José Noja

El Retiro fue, como lo es hoy para muchos madrileños, el refugio del primer Rey de la dinastía Borbón, Felipe V. A principios del siglo XVIII, este parque madrileño era un jardín privado que pertenecía a la Corona, pero un intruso se coló en el recinto. El bello e inexplicable milagro que propiciaba este ser cada día llegó a intrigar tanto al Monarca como a los jardineros. La historia de sus obras ha llegado hasta nuestros días, incluso una escultura dedicada al protagonista de esta historia ha quedado como recuerdo en la antigua Casa de Fieras.

Según cuenta la leyenda, el Monarca quedaba embelesado con las plantas que parecían crecer de la nada, jornada tras jornada. Incluso los propios empleados del mantenimiento del parque se preguntaban cómo era posible lo que allí sucedia.

Con el tiempo, algunos trabajadores del parque llegaron incluso a afirmar que habían visto al duende perpetrar su obra, pero este peculiar personaje siempre se las apañaba para escapar entre la vegetación y la maleza. Por eso nadie pudo darle captura hasta hoy.

Años más tarde, cuando la Corona cedió el parque para que fuera de uso público, se convirtió en el escondide de muchas parejas. Algunas de ellas también aseguraron que habían sentido su presencia. Y que, además, quien logra verlo implica que serán bendecidos con la suerte de mantener una relación dulce y estable.

Nadie ha podido capturarlo. Solo José Noja, en el año 1985, consiguió congelarlo en el tiempo. Y desde entonces permanece sentado sobre una de las jaulas de la Casa de Fieras que un día ocuparon unos osos pardos. Desde allí observa su obra. Un bonito homenaje para el culpable de que El Retiro, año tras año, se vista de flores en cada primavera.

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Re:Mitos y leyendas
« Respuesta #45 en: 17 de Noviembre de 2015, 19:26:12 pm »
Dos lobos


Una mañana un viejo Cherokee le contó a su nieto acerca de una batalla
 que ocurre en el interior de las personas.

Él dijo, "Hijo mío, la batalla es entre dos lobos dentro de todos nosotros".

"Uno es Malvado - Es ira, envidia, celos, tristeza, pesar, avaricia, arrogancia, autocompasión, culpa, resentimiento, soberbia, inferioridad, mentiras, falso orgullo, superioridad y ego.

"El otro es Bueno - Es alegría, paz amor, esperanza, serenidad, humildad, bondad,
 benevolencia, amistad, empatía, generosidad, verdad, compasión y fe.

El nieto lo meditó por un minuto y luego preguntó a su abuelo:

“¿Qué lobo gana?”

El viejo Cherokee respondió: "Aquél al que tú alimentes."

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Re:Mitos y leyendas
« Respuesta #46 en: 16 de Septiembre de 2016, 06:50:04 am »
La leyenda que te aconseja no dejar pasar ningún tren en el Metro


 Según esta historia popular, un vagón fantasma recorre la línea 5 del suburbano madrileño y reaparece siempre que se cumplen unas condiciones determinadas



Imagen de archivo del Metro de Madrid desde el interior de un túnel - TEODORO NARANJO DOMINGO


S.L.  / Madrid

15/09/2016 01:21h - Actualizado: 15/09/2016 01:22h.


Ayer, siete estaciones de la línea más antigua del Metro de Madrid reabrieron sus puertas después de dos meses de obras por mantenimiento. A lo largo de este tiempo, cientos de operarios se han adentrado en los túneles del suburbano madrileño, unos lugares oscuros, que no estamos acostumbrados a ver y que, como es habitual en estos casos, representan un terreno vedado para las leyendas urbanas.

Pues bien, una de ellas advierte a los madrileños y visitantes de no dejar pasar varios trenes de Metro cuando se encuentren esperando en el andén de la Línea 5. ¿La razón? Según cuenta este relato, que muchos conocen en la capital, por esos mismos túneles en los que, de vez en cuando se adentran los operarios, circula un tren fantasma que no se deja ver habitualmente, a menos que se cumplan unas circunstancias muy concretas.

Diez trenes

De ninguna manera, como especifica esta leyenda, hay que dejar pasar diez trenes en los andenes de la Línea 5 y es que, de lo contrario, tras nueve trenes convencionales, el décimo guardará una sorpresa.

Entre todas las historias que recogen los escritos históricos sobre la capital, esta es una de las más difíciles de creer, porque señala que ese décimo tren será un convoy embrujado en cuyo interior se escuchan gritos y lamentos y se contemplan sombras extrañas.

Bien es cierto, también, que actualmente, con las frecuencias habituales, para esperar a que pasen diez trenes hay que tener, además de un cargamento de paciencia, mucho tiempo libre y ganas de, en el peor de los casos, llevarse un susto.

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Re:Mitos y leyendas
« Respuesta #47 en: 08 de Octubre de 2016, 07:32:29 am »
La leyenda de la plaza del Conde de Miranda y las biblias forradas con piel de niños

La Inquisición intervino con toda su fuerza a mediados del siglo XVIII por un suceso sin igual en la Villa de Madrid



La plaza del Conde de Miranda; al lado, una tortura de la Inquisición a una mujer - ABC

S. L. - @abc_madrid Madrid08/10/2016 00:26h - Actualizado: 08/10/2016 00:26h.

La Villa de Madrid en el siglo XVIII, a caballo entre la ignorancia y la superstición, es una fuente de cuentos y leyendas. Este pasaje tiene que ver con una de las historias que, presuntamente, tuvieron lugar en la época y de cómo la Inquisición demostró su poder. Si bien no hay documentos que certifiquen esta crónica más allá de la transmisión popular. Dicen estos escritos que en la plaza del Conde de Miranda, a unos pasos de sus homólogas de la Villa y Mayor, se produjo la detención de una mujer que atormentó la ciudad por sus aparentes prácticas impías.

La plaza es en la actualidad un espacio sereno y agradable, apartado del bullicio inmediato y enclavada en el corazón del viejo Madrid. Su consideración contemporánea, sin embargo, dista mucho de este suceso. Dice la leyenda negra de la Villa que a mediados del XVIII una vendedora de biblias se hizo enormemente famosa en la zona. Aunque cada ejemplar era extremadamente caro, era difícil encontrar a alguien que no comprara o quisiera comprar uno de estos libros sagrados. La explicación, reflejo de la idiosincrasia de aquella sociedad, era que poseía condiciones milagrosas. Quien tuviera una de estas biblias sería dichoso hasta los restos, hasta el punto de que que tenía propiedades curativas y, como una suerte de lámpara, concedía deseos a su propietario.

Sea como fuere, lo cierto es que la buena fama de estas biblias pronto dio un giro radical. Acaso por envidias o competencias, comenzó a extenderse la creencia de que no solo es que no tuviera tintes divinos, sino todo lo contrario. Estaban malditas. Y para apuntalar la teoría se dijo que el forro que revestía los ejemplares estaba hecho a base de pieles de niños muertos. Era la propia mujer quien, supuestamente, acudía a los cementerios para arrancar la piel de los pequeños recientemente fallecidos. El bulo (o verdad) surtió efecto y fue perseguida hasta que se dio con ella. La Santa Inquisición la encontró en la plaza del Conde de Miranda y la condenó a muerte. Aunque, efectivamente, no hay constancia del castigo que se le impuso, no es descabellado pensar en los horrores a los que fue sometida, dada la fama del tribunal.

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Re:Mitos y leyendas
« Respuesta #48 en: 07 de Noviembre de 2019, 07:03:08 am »


El Sillón del Diablo (Leyenda de España)

El sillón del diablo es una leyenda de España que narra la historia de un estudiante de medicina, el cual celebró un pacto con el diablo a través del sillón donde se sentaba a estudiar y planear los pasos a seguir en sus prácticas médicas.

Se cuenta que en el año 1550 se fundó la primera clase de anatomía humana en España en la Universidad de Valladolid, en la cual se encontraba matriculado el joven Andrés de Proaza, quien sentía una gran atracción hacia el estudio del cuerpo humano. El estudiante tenía su domicilio en la calle Esgueva.

Entre los vecinos, corrían rumores de que Andrés de Proaza era practicante de magia negra y comentaban que por la noche se escuchaban gemidos y llantos provenientes del sótano de la vivienda, la cual desembocaba por la parte trasera a la actual calle de Solanilla, desde donde se podía apreciar el agua que corría teñida de rojo a través del desagüe, con destino a uno de los ramales del río Esgueva.

Las sospechas aumentaron cuando en esos días se hizo pública la desaparición de un niño de 9 años, por lo que los vecinos del lugar acudieron a denunciar los hechos a las autoridades, quienes inmediatamente se trasladaron al domicilio del joven, encontrando en el sótano el cuerpo del niño desaparecido completamente despedazado, debido a una autopsia que le había sido practicada cuando se encontraba aún con vida.

Se dice que durante el juicio, Andrés confesó que nunca había practicado la magia negra, pero señaló que era propietario de un sillón que le había regalado un nigromante de Navarra, al cual había salvado de la persecución que llevó a cabo Fray de Zumárraga en el año 1527. Sentado en ese sillón, el joven recibió la sabiduría del diablo para la curación de enfermedades, pero alertó que la persona que se siente en él tres veces y no sea médico morirá, así como aquellos que intenten destruir el mueble.

Andrés de Proaza fue condenado por la inquisición a morir en la hoguera y el sillón fue subastado pero nadie se atrevió a comprarlo, por lo que la Universidad de Valladolid mantuvo su posesión. En la actualidad, el sillón del diablo se encuentra en exhibición en el museo vallisoletano Palacio de Fabio Nelli.



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Re:Mitos y leyendas
« Respuesta #49 en: 28 de Marzo de 2021, 07:47:14 am »
La leyenda sobre la mentira y la verdad

Hay leyendas que se alzan como hermosas historias que ilustran la realidad psicológica de nuestras vidas. Esta que hoy os acercamos es una de ellas.

“Cuenta la leyenda, que un día la verdad y la mentira se cruzaron.

-Buen día- dijo la mentira.

-Buenos días- contestó la verdad.

-Hermoso día- dijo la mentira.

Entonces la verdad se asomó para ver si era cierto. Lo era.

-Hermoso día – dijo entonces la verdad.

-Aún más hermoso está el lago- dijo la mentira.

Entonces la verdad miró hacia el lago y vio que la mentira decía la verdad y asintió. Corrió la mentira hacia el agua y dijo:

-El agua está aún más hermosa. Nademos.

La verdad tocó el agua con sus dedos y realmente estaba hermosa y confió en la mentira. Ambas se quitaron la ropa y nadaron tranquilas. Un rato después salió la mentira, se vistió con las ropas de la verdad y se fue.

La verdad, incapaz de vestirse con las ropas de la mentira comenzó a caminar sin ropas y todos se horrorizaban al verla. Es así como aún hoy en día la gente prefiere aceptar la mentira disfrazada de verdad y no la verdad al desnudo”.
« Última modificación: 28 de Marzo de 2021, 13:09:23 pm por 47ronin »

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Re:Mitos y leyendas
« Respuesta #50 en: 02 de Abril de 2021, 11:29:56 am »

La leyenda de Pedro Botero



El resumen del extenso relato, dice así:
“Relación y memoria del espantoso viaje que hizo Pere Porter, payes del pueblo de Tordera, vescomtado de Bas y provincia de Girona, el 23 de agosto de 1608. En el año de la Natividad del Señor, 1608, a 23 del mes de agosto noche y vigilia de Santo Bartolome Apóstol estaba en Pere Porter, payes del pueblo de Tordera, vescomtado de Cabrera, muy descuidado en su casa, con su mujer y su familia, le expusieron un reclamo y le hicieron después en virtud de una acta de debitorio que él y su padre firmaron, por una cantidad de 600 libras, que habían robado. En dicha ejecución, y por aquella, vinieron los oficiales de la corte de Hostalric, que es la de todo vescomtado. Y por cuando dicho Pere Porter estaba obligado, con escritura de tercio, con bienes y personas, los oficiales le quitaron todos los bienes pero sabía muy bien dicho Pere Porter que el acta en virtud de la cual se le hacia la ejecución, muchos años había que era cancelada, por cuando el paga dicha cantidad, protesta y requiere que no pasen ante dicha ejecución, por cuando él había pagado.

Y como que la cancelación no se encontraba y el notario que había cogido la cancelación de dicha acta ya estaba muerto, la escritura decía que Pere Porter no la había pagado nunca y que debía toda la deuda, los oficiales le dieron diez días de tiempo para los bienes muebles y treinta para los inmuebles;

Y cerrada el acta del inventario, le encargaron a la mujer del dicho Pere; y en quererse llevar la ropa, los ministros por ser pagados los salarios y dietas, se quieren llevar a la cárcel a Pere Porter. Este suplico a los oficiales que no le quitasen la ropa de casa si no que no se movieran que el iría al Pueblo de Massanet, que allí algunos le debían bastante cantidad de dineros para poder pagar todo lo que él debía

Y cerrado el acto del inventario, le pidieron a la mujer del dicho Pere; y en quererse llevar la ropa los ministros por ser pagados los salarios y las dietas, se quieren llevar a la cárcel a Pere Porter. Este  le suplica a los oficiales que no le quiten  la ropa de casa, si no que no se muevan, que el irá al pueblo de Massanet, que allí algunos le debían bastante cantidad de dinero para poder pagarse  todo lo que el debía.

Los oficiales conocían la bondad de ese hombre y por las suplicas de la gente que había allí, decidieron esperarlo hasta la mañana siguiente.

Una vez hecho dicho concierto, Pere se fue tomando el camino de Massanet, y yendo muy pensativo y cabreado, encontró a un joven muy bien tratado que iba en caballo y conducía otra cabalgadura vacía y en el punto que se encontraron, el joven lo saludo y le pidió de donde era y a donde iba.

Pero Pere iba tan pensativo y afligido que no respondió.  Volvió el joven a preguntar qué era lo que le pasaba y si el podía favorecerlo en alguna cosa, que le manifestara la pena que el tenia, que él le ayudaría en todo y por todo.

Escuchando parecidas palabras, Pere Porter respondió que sus trabajos eran tan grandes que él no podía remediar nada, pero era tanta la insistencia del joven que finalmente le explico el suceso que le pasaba sobre la escritura que su padre y el habían echo, cuando años atrás las añadas habían estado estériles y fue forzoso comprar trigo y tuvo que prestar los dineros y hacer un debitorio en el que nos obligaban todos los bienes y heredados, con escritura del tercio y con obligación de personas.  Y así mi padre, antes de morir, pago dicha cantidad y le cancelaron el acta de debitorio, y de esto han pasado más de veinte años, y como que el notario Gelmà Bonsoms está muerto, no se puede encontrar el debitorio que él sabe que se canceló
Mientras iban caminando, llegaron al estanque de Sils, y como que el camino era estrecho y la cabalgadura en la que no iba nadie siempre le iba entrepies, Pere Porter, se decidió a subir al caballo que tantas veces le había ofrecido el joven. Y así, Pere se santiguo y en el punto que fue en caballo se altero y a los caballos se le erizaron en la cabeza y escucho y vio como las cabalgaduras hablaban la una con la otra.

Entonces el joven le dijo a Pere Porter que él le había contado sus trabajos y él le había prometido buscar remedio a sus males, no quiere romper su palabra y le promete que hablara con el notario y que él le dirá donde puso el acta de cancelación. Una vez dichas estas palabras, el joven añadió: “Ten ves en caballo, que yo soy del Diablo”

Escuchando estas palabras, Pere Porter, se fortaleció y dijo: “Jesús, salvame, no me desampares. Virgen Santa María, se en mi”

Entonces las cabalgaduras, todas dos juntas, arrancaron a correr y arremetieron por el estanque de Sils, por montañas y por valles, y Porter siempre chillando y invocando los nombres de Jesús y María; y en tanto que al cabo de una hora de tiempo que fue a caballo, pasadas que hubieran grandes montañas y valles, juntamente grandes aguas y mares, entraron por la boca de una cueva y acabaron en una grande explanada que todo era fuego y demonios con gran multitud de gente que padecía grandes tormentos.

Asustado Pere Porter de ver eso que veía, en el punto mismo que el demonio le había llevado le pregunto si conocería el notario Gelmar Bonsom si lo viera; a esto Pere contesto que si y se adentraron por el medio de los demonios y condenados.

Mientras que Pere iba caminando, Pere veía las almas de mucha gente conocida que habían muerto poco antes o que todavía vivían cuando él estaba en su casa, y dichas almas le dijeron el motivo por el cual eran en ese sitio y por eso pagaban por sus malhechas, hasta que encontraron la del notario que estaba condenado al medio de grandes padecimientos.

En escuchar Pere esto, chillo a grandes voces el nombre de Jesús y de María.
Hasta el punto en que fue una legión de demonios, los cuales dijeron a que se debía darles tales tormentos llamando aquellos nombres que ellos tanto aborrecían.

Mientras decían eso pegaban grandes golpes al notario para que le dijera donde encontraría el acta del debitorio  puesto que ellos no podían sufrir más sintiendo aquellos santos nombres.

El notario dijo que fuera su casa de Hostalric, y que en la sala encontraría un armario y delante de él, a siete baldosas de la pared, alzas des de la siete hasta la doce y miras, que allí encontraría un manual pequeño de firmas y actas y que a las veinte y siete hojas encontraría la suya. Pere volvió a chillar con todas sus fuerzas los nombres de Jesús y María y, al punto, los demonios mas enfurecidos chillaban que se callara, pero él, haciéndose la señal de la cruz, les dijo que lo quitaran de aquel sitio y entonces el demonio que lo había llevado, le dijo que fuera hombre vestido como de romeo, muy resplandeciente que llevaba un bordón en las manos; Estos le ofrecieron una cabeza del bordón para que Pere la tomara. Así lo hizo y, todo seguido, se encontró junto a una villa y quedo solo en aquel sitio.

Entonces, Pere quedo asustado, pensando estar en alguna parte de Cabrera. Vio una mujer que vendía pan y como que tenía mucha hambre, se acerco a coger uno.

Puso la mano en la bolsa y saco un ral catalán boscater y se lo dio a la vendedora para que se lo cambiara, la mujer le dijo que le diera otra moneda porque ella no conocía de que tierra era.
Pero como que Pere había comenzado a comer, le replico que la moneda era buena y que no tenía otra. La mujer, en sentir eso, comenzó a chillar alborotada de tal manera que  recopilo a mucha gente y le dijeron que el ral que daba era de una tierra que era a más de 60 leguas y así no era buena.

Pegunto Pere, porque en Cataluña no valía esa moneda, y le respondió que iba equivocado y se encontraba en la villa de Morvedre en el reino de Valencia. En escuchar esas palabras callo amortecido y perdió la palabra. Estuvo así alguna hora. Entre tanto pasaba gente y entre ellos vino un hombre de Tordera llamado Jaume que era en ese sitio por negocios y en reconocerlo todavía que estaba flaco y macilento, parecía que los osos le habían agujereado la piel y todo esperando a que volviese en sí, hablo con él y se lo llevo a la posada. Jaume le pregunto cuántos días había estado fuera de su casa, a la cual cosa respondió Pere que no le hiciera decir nada, puesto que estaba muy cansado y que a la mañana siguiente día de Santo Bartolomé, le explicaría. Jaume respondió que ese día ya había pasado y que era el día de Santo Daniel, primero de setiembre.  En escuchar eso, Pere perdió la palabra y estuvo un mes para recobrar la salud.

Y un día Jaume le dijo que le contara que suceso había es devenido y entonces Pere, se santiguo y dijo que des del 23 de agosto, a las cinco de la tarde, a las tres horas de haber comido, había estado en el infierno, sin comer, sin beber, ni dormir, hasta el día de Santo Daniel que lo encontró.
El dicho Jaume le dijo que callara, pensando que se le había alterado el entendimiento, pero Pere Porter no dejo de contarle, punto por punto, lo que le había pasado.

En ver que no se lo creía, Pere se altero y se dispuso a ponerse en camino para volver a su casa y así lo hizo sin querer esperar compañía.

El día de Todos los Santos, de dicho año 1608, entro por la puerta de la iglesia de Hostalric y cuando lo vieron entrar estuvieron todos admirados, puesto que todo el mundo pensaba que estaba muerto.

Después de comer, se fue hacia Tordera donde la gente sabía de su sucedido, ya que Jaume había escrito contando lo que Pere le había explicado. En llegar le preguntaban todo haciendo burla que como se estaba en el infierno y el respondía que preguntaran a sus parientes que había visto allí y se pusieron todos a reír, pensando que estaba loco. Los parientes de Pere se lo llevaron a su casa y le dijeron que se asosegara, pero él dijo que no se pensaran que no tenia bien la cabeza, y que a la mañana siguiente se vería que decía la verdad.

El día de los muertos, a 2 de noviembre, después de tocadas las doce horas del medio día, Pere Porter se fue a casa del Alcalde de Tordera y le pidio muy encarecidamente que, ya le había echo asistencia en la ejecución de vender los bienes, haz asistir a ver como encontrarían la cancelación del acta del debitorio.

El alcalde acepto y, Juntamente con algunos de otros que estaban deseosos de ver lo sucedido, se pusieron a caballo y Pere con ellos para dirigirse a Hostalric. En entrar a la villa, se encontró unos parientes del notario Bonsoms y en el punto mismo les dijo que era en el infierno. La otra gente acudió como a borbones y alborotados preguntaban por sus parientes en medio de risas y burlas.
Pere, sin perder la calma, fue al Alcalde de Hostalric y le pegro que le hiciera el placer de venir a hacer asistencia. Acepto el Alcalde y junto con el de Tordera, se fueron hacia casa del notario, y en esto se recopilo a mucha gente del pueblo.

En llegar a la casa, la mujer y parientes de Bonsoms, dijeron que no tenian ninguna escritura, puesto que todas eran a l’Escrivania.

Pero Pere Porter replico que subieran a la sala de arriba de la casa. Los parientes accedieron, ya que así, y de una vez por todas, se comprobaría que este hombre loco y todo entendería que decía mentiras y tenia alterado el entendimiento.
Subieron a la sala y todo el mundo buscaba sin encontrar ningún papel, hasta que Pere dijo que buscaran en el armario y la gente abrió sin encontrar nada, pero él dijo que no estaba dentro, sino que debajo de la baldosa delante suya, tal y como le había dicho el notario en el infierno. Así lo hicieron y todo levantando la baldosa, encontraron el manual pequeño de firmas con el que restaron todos asustados.

Y entonces dijo Pere Porter que miraran en la hoja veinte y siete y todos asustados miraron y reconocieron que era escrito de la mano del dicho Bonsoms y era verdad que dicha acta de cancelación había prendido y era escrita de la mano del notario.
Quedaron todos asustados de tal manera que ni ellos hablaban ni se movían y quedaron todos mudos.

En el mismo punto dicho Pere se arrodillo y junto las manos, alzo los ojos al cielo dando las gracias al señor. Después requirió y pidió que dicha acta de cancelación fuera quitada y dada una copia, y así que la justicia de Hostalric le librara, pidió que le fueran restituidos los bienes y todas las perdidas en dicha ejecución,  así volvería a la posesión como antes.
Estos hechos llegaron a los oídos del señor Inquisidor de Barcelona, puesto que los parientes de los citados por Pere Porter se fueron a quejar, por esto Pere fue llamado por el Tribunal de la Santa Inquisición, detenido y interrogado por descubrir como había encontrado el acta, la cual cosa confirmaba que era verdad todo lo que Pere Porter había dicho y por eso fue quitado de las prisiones y dejado en libertad”.