Autor Tema: El enemigo público número 1  (Leído 50328 veces)

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Re:El enemigo público número 1
« Respuesta #360 en: 30 de Mayo de 2020, 07:17:35 am »

La verdadera cara del Solitario: el criminal que mantuvo en vilo a España
Manuel Marlasca, Lorenzo Silva y el ilustrador Cristóbal Fortúnez firman una novela gráfica que recrea la acción criminal del Solitario y su caída como un vulgar


Foto: 'El Solitario'.


30/05/2020 05:00

El 23 de julio de 2007, Jaime Giménez Arbe, el famoso atracador de bancos conocido como 'El solitario' fue detenido en Figueira de Foz (Portugal) en una operación conjunta entre la policía nacional, la Guardia Civil y la policía portuguesa. Acababa una trayectoria delictiva que había comenzado en 1993 cuando atracó una caja de ahorros en Ademuz (Valencia) llevándose un botín de 468.600 pesetas. Fue la única vez que actuó acompañado. Desde entonces había dejado un reguero criminal por casi toda la geografía española que incluso se había saldado con tres muertos: dos guardias civiles, Juan Antonio Palmero y José Antonio Vidal, asesinados por disparos en Castejón (Navarra), y un policía local, Manuel Ferrandis, que falleció en La Vall d'Uixó (Castellón) después de una refriega de disparos entre policías y el delincuente. Giménez Arbe, de 64 años, que se llegó a ser objetivo número uno y una obsesión para los agentes, cumple hoy pena de prisión. No está previsto que pise la calle hasta que pase los 70 años de edad.

El periodista de sucesos Manuel Marlasca, el escritor de novela negra Lorenzo Silva y el ilustrador Cristóbal Fortúnez han unido sus fuerzas para recrear esta historia criminal que alcanzó también un importante hueco en los medios de comunicación. El resultado es 'El solitario. El caso del criminal que mantuvo a España en vilo' (Random Cómics), una novela gráfica trepidante, que sigue el ritmo de la investigación minuciosa de las fuerzas de seguridad del Estado y cuyas imágenes le dan un plus de interés. Como un largo reportaje aderezado con las técnicas de la narrativa novelesca.


"Sumergirse otra vez en el sumario y ver el detalle de la investigación ha sido muy bonito como trabajo periodístico. Ver cómo se trabajaba desde 1995 hasta 2007, y cómo fue evolucionando la investigación, cómo le van poniendo un nombre, un apellido, una casa, cómo lo siguen, lo escuchan, lo ven, lo persiguen y lo cogen", comenta Marlasca a El Confidencial.

Además del relato, que está en los sumarios policiales y en la hemeroteca de los periódicos, tanto el periodista como el novelista se plantearon dos objetivos con este proyecto. Por un lado, reivindicar a las víctimas y a quienes le persiguieron. "Queríamos llamar la atención sobre los personajes que no llaman tanto la atención. Que no fuera solo la historia de El solitario, sino que este fuera un personaje más, porque aquí hay gente que muere, que sale herida, gente que se dejó muchas horas para impedir que este hombre pusiera en peligro la vida de sus ciudadanos", explica Silva. De ahí que haya una exhaustiva narración sobre empleados de cajas de ahorros que reciben disparos, sobre empleadas que son encañonadas para que abran las cajas fuertes, y sobre aquellos que murieron persiguiendo al atracador.

El hecho de dejar al Solitario fuera del plano principal también es una manera de restarle el aura que él mismo se dio cuando fue detenido identificándose como una especie de Robin Hood que incluso defendió en su propio libro 'Me llaman El Solitario. Autobiografía de un expropiador de bancos", publicado en 2009.
Vulgar chorizo

"Él lo que era es un atracador profesional que solo había cotizado dos días en su vida. Y el dinero de los atracos no iban precisamente a un banco de alimentos ni a una obra de caridad, sino que lo utilizaba para vivir bien. Y, además, ocultaba su dinero porque todo estaba en cuentas de la madre, incluso las propiedades que tenía como la casa de Las Rozas y la nave de Valdemoro también estaban a nombre de la madre", revela Marlasca que piensa que este personaje de expropiador pseudorevolucionario anarquista lo creó "porque le parecería demasiado vergonzoso decir que era un chorizo".

Era un atracador profesional que solo había cotizado dos días en su vida. Y el dinero de los atracos no iban precisamente a un banco de alimentos

Silva también señala que "sus robos eran para vivir bien sin trabajar", lo cual precisamente, como también afirmó un agente en una frase que aparece rescatada en el libro, "no es una manera inteligente de actuar". "En realidad, los delincuentes son personas con déficits sociales, de concentración, de atención… Por ejemplo, la batalla de La Vall D’Uxó fue un fallo suyo, ya que si vas a atracar un banco no puedes aparcar lejos de ese banco y es lo que hizo", añade el escritor. "Los delincuentes son gente bastante vulgar, estúpida, que no tienen ni medio atractivo. Yo recuerdo, por ejemplo, al asesino de naipes, que pensábamos que era nuestro asesino del zodiaco… Y luego era un tipo que la única explicación que dio fue que estaba un día en su casa viendo la tele, se aburrió y salió a matar a alguien. Ahí se le acabó todo el glamour", sostiene a su vez Marlasca.
Aciertos y errores

Lo cierto es que durante la primera etapa de sus atracos a El Solitario le fue bastante bien. Cometió robos por casi toda España, de Galicia a Navarra pasando por Aragón y la Comunidad Valenciana. Eran los años noventa y a Giménez Arbe le bastaba con una barba falsa, una peluca, un arma y un maletín para el dinero.

"Sí, durante mucho tiempo fue muy cuidadoso. Atracaba en pueblos pequeños, en cajas de ahorros, conocía muy bien las salidas de los itinerarios, planificaba perfectamente cada golpe. Y el hecho de que tuviese tanta movilidad hacía muy difícil su seguimiento. Pasa mucho tiempo hasta que se relacionan todos los atracos", comenta el periodista. Todo empieza a cambiar a partir de junio de 2004, cuando mata a dos guardias civiles en Castejón, en Navarra, en un crimen que al principio se relaciona con ETA, pero que enseguida se descarta por el 'modus operandi'. "Ahí se vincula la munición con la que usó en la Vall d’Uxó, y además hay una unidad de acción entre fuerzas de seguridad", sostiene Marlasca.

Pero llegan también los propios errores. El primero, el del atraco de La Vall D’Uxó en el 2000, que lo comete en un banco que está al lado de la sede de la policía local y a una hora en la que coincidían los dos turnos de la policía. Eso da lugar a un intercambio de disparos del que se libra "por su pericia con las armas", insiste Marlasca. Después, comienza a atracar en Madrid, en un terreno urbano que pertenece a la policía nacional, con lo cual ya tiene a los dos cuerpos detrás de él.
Coordinación policial

La detención del Solitario también fue un logro por la coordinación entre policía nacional y la Guardia Civil. En el libro se da cuenta cómo entre ambos van conociendo cada vez más de este hombre del que, al principio, no tenían ninguna idea. De hecho, hasta pensaban que eran atracadores distintos. Pero también cómo durante muchos años no hubo esa coordinación entre las fuerzas de seguridad y el atracador pudo campar mucho más a sus anchas.

Ahora sería muy difícil que se repitiese un caso como el del Solitario, pero las colaboraciones entre policía y guardia civil no son fáciles

"Ahora en todos los delitos hay una mayor coordinación. Ahora sería muy difícil que se repitiese un caso como el del Solitario. Las colaboraciones entre policía y guardia civil no son fáciles. Un día un policía me lo explicaba: los dos somos cazadores y todos queremos llevarnos a la presa. Pero en este caso había un compromiso hasta casi personal. Quien recibe la información buena antes es la policía nacional, quien lo identifica y lo localiza es la Guardia Civil, pero la Guardia Civil llevaban mucho trabajo avanzado y además había matado a dos de los suyos", indica Marlasca. De hecho, en el libro se cuenta que es la policía quien recibe "el confite" —así se llama a los soplos de los confidentes— de que se trata de Giménez Arbe y a partir de ahí el asunto empieza a cobrar mucha más velocidad.

Silva, por su parte, recuerda que todo este asunto de la coordinación cambió en gran parte gracias al caso de Rocío Wanninkhof, a comienzos de los 2000. "Lo que ocurrió entonces fue que la guardia civil encontró enseguida una colilla de marca Royal Crown que fumaban muy pocos nacionales y que podría pertenecer a un inglés. En ese momento Toni King estaba notificado a la policía nacional como depredador sexual por parte de la policía británica, pero como esa información no se compartía la investigación giró en el vacío durante un montón de tiempo. Por eso se forzó que hubiera este mecanismo de coordinación". También hubiera evitado la muerte de otra persona y la estancia en la cárcel durante años de una inocente.
La fascinación del mal

El caso de El solitario abrió los informativos durante varios días después de su detención. Se publicaron crónicas y reportajes en los periódicos. Era un tipo que llamaba la atención: habría atracado por toda España con una peluca y un arsenal de armas durante más de diez años. Se había montado su propio discurso salva pobres. Era magnético para la información. Fascinante.

Sin embargo, tanto Marlasca como Silva echan por tierra este atractivo de lo malvado, que ha dado lugar no obstante a cierta moda por el 'true crime' (en series y libros). "Es culpa de las pantallas, del cine y la televisión. La literatura lleva muchos años tratando el tema. Yo llevo 32 años haciendo sucesos y nunca me he encontrado un asesino atractivo a lo Hannibal Lecter, que bebía Chianti y pintaba la cúpula de la catedral de Florencia", recalca el periodista. "Hay gente a quien le llama la atención por morbo, pero mi interés es más filosófico y de comprensión, de intentar comprender el mecanismo y señalar el fallo", sostiene Silva, quien además insiste en la idiotez que resulta siempre cometer un crimen: "Muchas veces el mal procede, no tanto de la maldad como de la estupidez o de la inconsciencia, la ignorancia, la insensibilidad. Cuando este hombre entra en un banco y no tiene dinero y le pega un balazo de calibre 45 a un empleado… ¿por qué lo hace? Pues porque es un insensato. Porque es un acto grotesco, prescindible, no tiene épica ni valor ni nada". Y ahora, además, tiene para largo en la cárcel.

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Re:El enemigo público número 1
« Respuesta #361 en: 31 de Mayo de 2020, 02:33:20 am »
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El 23 de julio de 2007, Jaime Giménez Arbe, el famoso atracador de bancos conocido como 'El solitario' fue detenido en Figueira de Foz (Portugal) en una operación conjunta entre la policía nacional, la Guardia Civil y la policía portuguesa

Esa operación fué del CNP y la Policía portuguesa.

Por cierto, merece la pena pinchar en el enlace para leer la historia.
Citar
La verdadera historia de la captura de El Solitario

Finalmente Jiménez Arbe emprende el viaje definitivo a Portugal. Todos los servicios se activan y un mando de la Guardia Civil le pide por favor a el Comisario Emilio Alcázar que le deje ir con ellos a Portugal, a lo que este accede.

https://mundocriminal.wordpress.com/2011/08/16/la-verdadera-historia-de-la-captura-de-el-solitario/

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Re:El enemigo público número 1
« Respuesta #362 en: 01 de Junio de 2020, 06:53:04 am »
La caída de Cheloca 'Gatillo Fácil', el mayor fugitivo del epicentro del narcotráfico en España
Tras cinco años de fuga y una ristra interminable de delitos, la Policía Nacional detiene al delincuente más buscado del epicentro del narcotráfico.
1 junio, 2020 02:39



Brais Cedeira @BraisCedeira


Cheloca casi siempre iba armado cuando salía a la calle. Raro era el día que no llevaba encima su subfusil automático, tipo UZI con silenciador, de gran potencia lesiva, habitualmente utilizado como arma de guerra. Otras veces se calzaba a la cintura una pistola del calibre 9. Siempre a punto para desenfundar. Y siempre huyendo, escapando con su moto, trasnochando en pisos de okupa, con documentación falsa, de otras personas cuyos rasgos se asemejaban mucho a los suyos. De ese modo logró permanecer fugado  de la justicia hasta ahora.

No le atrapaban desde 2015. Meses atrás el joven había matado junto con su pandilla a un porteador de varios navajazos tras robarle lo que llevaba encima. La Policía Nacional consiguió detenerle. Pese a su corta edad, apenas 22 años, el ceutí Maruan Abdelatif El Ouafrasi, a veces apodado Cheloca, a veces 'Gatillo Fácil', se había convertido en quizás el mayor fugitivo de la zona del Campo de Gibraltar.

Allí la droga castiga desde hace tiempo con crudeza. Los investigadores llevaba 5 años tratando de seguir su errática pista desde el día que se escapó atravesando las concertinas que cercaban el patio del correccional de Punta Blanca, en su ciudad natal, donde cumplía condena por aquel homicidio. No habían pasado ni 60 días de penitencia.

Era apenas un crío, y aún así logró evaporarse delante de las narices de los funcionarios. De allí se marchó a Castillejos, una ciudad situada en la región marroquí de Tánger, muy cerca de Ceuta. Desde aquel momento pesaba sobre él una orden de busca y captura.

Al joven le atribuían los delitos de quebrantamiento de condena, tentativa de homicidio, atentado a agente de la autoridad, falsedad documental, tenencia ilícita de armas, tenencia ilícita de arma de guerra y hurto de uso de vehículos. Un palmarés al alcance de muy pocos. Y menos a esa edad.

Esta semana, tras varios años de persecución, los investigadores del Grupo I de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (Udev) de la Policía Nacional, los de la Brigada de Información de Algeciras, en colaboración con la de Seguridad Ciudadana, le detuvieron en Algeciras. Le habían localizado en el barrio del Saladillo, hogar de clanes de la droga, uno de los epicentros del narcotráfico en el sur de España. El escondite perfecto para el mayor forajido.

Regreso a España

Tras años recluido en el país vecino, la Policía supo que había regresado a territorio español. El chico realizó ese movimiento al percatarse del fin de vigor del delito por el que había empezado a cumplir condena tomó la decisión de volver.

Los investigadores de la Comisaría de Algeciras seguían con las pesquisas para localizar el paradero del prófugo y tuvieron noticias de que su domicilio podía estar ubicado en un barrio de Algeciras. Esta semana, cuando dieron con él, Cheloca intentó escapar saltando por los tejados. No tuvo tanta suerte como en otras ocasiones.

Dicen a EL ESPAÑOL fuentes de la investigación que, antes de encerrarle, los agentes de la Udev le sometieron a una estrecha y discreta vigilancia. Duró varias semanas. De esta manera comprobaron que conducía una motocicleta de gran cilindrada y que se desplazaba a una velocidad vertiginosa por las calles de la ciudad. Era su forma de decir que nunca le podrían atrapar.

Cuando lo tuvieron todo organizado, los agentes pidieron al juzgado realizar un registro de la casa en la que se alojaba el chico. Dada la peligrosidad del fugado se solicitó la colaboración de los Grupos Operativos Especiales de Seguridad (GOES). Los agentes le encontraron escondido en el exterior de una ventana de la segunda planta del edificio.

Al entrar luego en su habitación, encontraron sus armas preferidas: el fusil y la pistola.

Encañonando a policías

Cuando volvió a en España tras su exilio en Marruecos, prosiguió con las actividad delictivas, sobre todo en el entorno de la Costa del Sol. Vivió durante meses como un bandolero, pegando golpes por doquier y sin dejarse localizar jamás. Los investigadores relatan a EL ESPAÑOL lo escurridizo que era. En 2018 se le identificó conduciendo un vehículo robado en el entorno de Algeciras. Intentó fugarse durante el control.

Cheloca sabía que, si lo detenían, ingresaría en prisión de manera inmediata. Sobre él pesaban dos órdenes de detención: una procedente de Ceuta, donde nació hace 19 años, y otra de Marbella.

Inmediatamente se desplegó el dispositivo para bloquearle la huida. Le localizó la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional. Intentaron detenerle. Los agentes le cerraron el paso pero él embistió a uno de los furgones, sacó el arma y encañonó a los policías con su pistola. Una vez más logró escaparse.

Un vecino grabó desde su ventana una escena de la persecución posterior. A las pocas horas, esas imágenes corrían como la pólvora mediante mensajes de Whathsapp. Maruan Abdelatif El Ouafrasi, un ceutí criado en la barriada de El Príncipe y al que apodan Cheloca, se había vuelto viral. Desde aquel momento se le empezó a conocer como Cheloca gatillo fácil.

A los pocos días de aquello, se produjo un enfrentamiento armado en la calle Andalucía de Algeciras. Una persona recibió cuatro balazos. Dos de ellos le impactaron en las piernas. La investigación determinó que era aquel joven el que había perpetrado el ataque. También se le imputa ese delito.

Dice que no fuma, dice que no bebe, y que nunca ha tocado el hachís. Es deportista. Posee una habilidad excepcional para manejar motocicletas. Nunca fardó de ello. Los investigadores sí que encontraron vídeos de amigos suyos en redes sociales en los que el precoz delincuente se jactaba de poder ejecutar el caballito agarrando el manillar con una mano.

Más frío y astuto que otros criminales mayores que él, cuando tenía 16 años Cheloca ya era el líder de una cuadrilla de malhechores en Ceuta. Listo, calculador, peligroso y aficionado a dar todo tipo de golpes, el fugitivo más buscado del sur de Andalucía era alguien intocable en ese turbio ecosistema. En una ocasión, en la sala de vistas de Ceuta, ya detenido, dijo que si alguien le seguía alguna vez no dudaría en matar a esa persona. Sobre todo si se trataba de un policía.

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Re:El enemigo público número 1
« Respuesta #363 en: 01 de Junio de 2020, 12:50:18 pm »
 :abuelo

Larga y dura condena le deseo. :car;

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Re: El enemigo público número 1
« Respuesta #364 en: 20 de Mayo de 2023, 08:01:49 am »
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Igor el ruso ya es "el preso más peligroso": 6 cárceles, agresiones y carne sin hueso para que no mate


Condenado a prisión permanente revisable, desde 2017 ha pasado por Zuera (Aragón) A Lama (Pontevedra), Dueñas (Palencia) Estremera y Valdemoro (Madrid) y desde esta semana se encuentra en La Ribera (Huelva).
20 mayo, 2023 03:10GUARDAR

 ASESINATOS CONDENA ESPAÑA INSTITUCIONES PENITENCIARIAS
Laura Garófano  @lauragarofanoes
A España llegó Norbert Feher en bicicleta desde Italia en septiembre de 2017. Atravesó Francia, estuvo en Valencia y luego recaló en Andorra (Teruel). Allí mató a sangre fría a un ganadero y a dos guardias civiles, y se hizo conocido por una de las 23 identidades falsas que ha usado a lo largo de su carrera delictiva: Igor el Ruso. Condenado a prisión permanente revisable en 2021, 6 años después de su detención esta semana ha atravesado España, desde la prisión de Valdemoro hasta la de La Ribera (Huelva) custodiado por un fuerte dispositivo de seguridad de agentes de la Benemérita.

El transporte entre penitenciarías ha sido en conducción extraordinaria, dada la peligrosidad del reo. Tras la muerte en 2019 de Fabrizio Joao Silva Ribeiro, Norbert Feher, o Igor el Ruso, se ha convertido por méritos propios en el preso más peligroso de España.

El pasado mes de febrero cumplió 43 años. Exmilitar serbio de origen húngaro, nació en la antigua Yugoslavia y combatió en el bando ruso en la Guerra de Chechenia en el cuerpo de Operaciones Especiales. Lo poco que se sabe de su vida lo ha contado él mismo, bien ante el juez o a compañeros de celda en Italia, donde fue condenado por varios robos con violencia y no estaba en aislamiento.

Una imagen policial de Igor El Ruso cuando fue detenido en 2017.
Una imagen policial de Igor El Ruso cuando fue detenido en 2017.


Al quedar en libertad, eludió una orden de expulsión gracias a sus identidades falsas. Y poco antes de subirse a aquella bicicleta que le trajo a España a pura pedalada, mató a dos personas. En Italia, ni un dispositivo policial de 150 agentes por turno fue capaz de detenerlo.

"Por su formación militar tiene mucha capacidad de hacer daño. Y hace deporte, con lo que está bien físicamente. Eso, unido a sus conocimientos para dañar, hace que con poca cosa que haga sea muy efectivo", cuenta a este periódico una fuente del sindicato CSIF en Instituciones Penitenciarias.

Fue precisamente su formación en técnicas de combate y supervivencia la que determinó que su detención, tras los asesinatos que cometió, se prolongara durante ocho horas angustiosas. Y la que motiva también su elevada peligrosidad, aunque esté privado de libertad.

[Igor el Ruso, ¿demente o demonio? Así es el asesino al que se ha juzgado esta semana en Teruel]

Es un preso calificado como de Primer Grado, al estar condenado por delitos muy graves. De acuerdo con el artículo 91.3 del Reglamento Penitenciario, un interno de Primer Grado tiene que estar integrado en el F.I.E.S. (Fichero de Internos de Especial Seguimiento) o que también sea considerado como de Primer Grado por haber acometido alguna alteración, altercado o agresión y demás clasificaciones catalogadas como muy graves dentro de prisión.

Igor el Ruso se ha ganado a pulso su calificación y por partida doble. Primero, por los asesinatos cometidos; segundo, por las dos agresiones a varios funcionarios en las prisiones de Dueñas, en abril de 2021, y Estremera, este pasado mes de marzo. En Dueñas (Palencia) usó un hacha hecha con azulejos con las que atacó e hirió a cinco funcionarios.

[Igor el Ruso ataca con un azulejo a 5 funcionarios: "Al que pueda me lo llevo por delante"]

En Estremera (Madrid III) convirtió los azulejos en dos puñales con calcetines en la empuñadura y se fabricó un tercero con un hueso que guardó de una de las comidas. Se había revestido por dentro de la ropa con papel de periódico, haciéndose una especie de armadura, y atacó a 8 funcionarios.

En su primer juicio en Teruel, declarando tras una mampara de cristal.
En su primer juicio en Teruel, declarando tras una mampara de cristal. Efe

En ambos casos aprovechó el marco de las salidas previstas para declarar ante el juez. En Dueñas, como en Estremera, se negó a salir de la celda, obligando a los funcionarios a entrar a por él para engrilletarlo. Es entonces cuando perpetra las agresiones. Siempre muestra un desprecio absoluto hacia ellos. Porque matarlos, les espetó a gritos en Dueñas, "le sale gratis". 

En seis años, Igor el Ruso ha pasado por seis centros penitenciarios: Zuera (Aragón) A Lama (Pontevedra), Dueñas (Palencia) Estremera y Valdemoro (Madrid) y por último, La Ribera, en Huelva. Siempre, en módulos de aislamiento. Absolutamente solo en la galería.

"Que cambie tanto de centro penitenciario es una práctica generalizada con este tipo de internos", explica la misma fuente a El ESPAÑOL. "Se le traslada cada cierto tiempo precisamente para evitar posibles incidentes. Porque aprende rutinas que pueden ser debilidades. Además, Igor el Ruso está desequilibrado. Es un psicópata. También se le traslada para evitar que le coja manía a algún trabajador".

En la prisión de Valdemoro estuvo únicamente el pasado fin de semana: fue una estancia 'en tránsito'. No obstante, entre los funcionarios cundió la alarma. Igor El Ruso es el interno que ningún funcionario de prisiones querría tener bajo su responsabilidad. Pasó el fin de semana custodiado y vigilado por tres trabajadores de Instituciones Penitenciarias sin causar ningún incidente. Rehusó bajar al patio el número de las horas que le corresponden, según precisan fuentes sindicales.

El viaje a Huelva
Su traslado hasta Huelva se adelantó un día. Viajó el martes en lugar del miércoles, y lo hizo solo en un furgón y fuertemente escoltado por otros dos vehículos. "En conducción reforzada", matiza a EL ESPAÑOL una fuente del instituto armado de toda solvencia y bien conocedora de cómo son los traslados de internos entre centros, al hospital o a declarar al juzgado. ¿La duración del viaje? "Unas seis horas. Quizá algo menos. Probablemente los compañeros no hayan ni parado. Con lo que llevaban detrás, como para parar".

En Huelva lleva desde el pasado martes en el módulo de aislamiento. Dado su historial, ya hace tiempo que en los módulos en los que permanece no hay azulejos y la carne de almuerzos y cenas se le da completamente deshuesada. El uso de huesos, afilados posteriormente y usados como arma punzante es de los más difíciles de detectar, e Igor lo sabe: puede ser portada a escondidas sin que salte la alarma del arco de seguridad.   

En la prisión de A Lama (Pontevedra) no agredió a ningún funcionario, pero cada traslado, para declarar ante el juez, suponía una enorme movilización de efectivos. Y en Huelva, lo que temen es que propicie situaciones que obliguen a que se le efectúe un traslado. Fuentes sindicales del CSIF en La Ribera indican a El ESPAÑOL que en las últimas semanas el centro penitenciario onubense se encuentra al cien por cien de capacidad "por varios traslados realizados en las últimas semanas". Una de las mayores preocupaciones del personal funcionario es "el elevado número de internos peligrosos" que han recalado en el centro.  Igor el Ruso ha sido la puntilla.

"Ha protagonizado numerosos incidentes en los centros en los que ha estado, y nos preocupa sobremanera. Sabemos que la Dirección está en ello y va a intentar poner todos los medios, tanto humanos como materiales, para que esta situación se palíe". No obstante, "tenemos preocupación por la falta de personal, sobre todo en el área sanitaria". En La Ribera hay seis puestos de médicos vacantes y sin cubrir. "Esto dificulta poder prestar una atención adecuada, y aumenta considerablemente las salidas de internos hacia centros hospitalarios". Las salidas: precisamente, las que aprovecha Igor el Ruso para agredir a funcionarios.