En muchos estados de EEUU está prohibido estacionar en batería con el morro del coche hacia la calzada, la razón es la placa de matrícula, allí sólo es obligatoria la trasera, y la policía ha de ver esa placa al pasar por donde esté el coche estacionado.
La DGT avisa: así se tendrá que aparcar en los próximos años
17 h • 2 minutos de lectura
Hay cuatro formas —reglamentarias— de aparcar un vehículo: en línea, en batería (o en paralelo), en oblicuo (más conocido como en espiga) y en doble fila. Todas requieren de práctica. De hecho, hay buenos consejos que lo hacen más fácil para los conductores. Sin embargo, la Dirección General de Tráfico (DGT) considera que los dos tipos de estacionamiento más comunes, el de línea y el de batería, no son los más convenientes. No si lo que se quiere es velar por la seguridad vial.
"El estacionamiento en batería implica dar marcha atrás en la maniobra de salida, lo cual genera situaciones de riesgo, especialmente con ciclistas, motocicletas y ciclomotores", advierte el organismo. En cambio, el oblicuo permite que el vehículo "salga en sentido de la marcha con mayor naturalidad, seguridad y fluidez".
La DGT recomienda a los ayuntamientos implementar los aparcamientos en espiga en un tipo de calle específico y de una manera concreta: en "calles con posibles conflictos entre vehículos" y con las líneas que los delimitan con una inclinación de 60º en relación con la acera.
Para evitar accidentes
La agencia del Gobierno entiende que las vías propensas a los problemas son las que tienen que carriles de circulación y plazas de estacionamiento, ya que un coche que pretenda desaparcar puede causar un accidente con los que circulan. En este sentido, el organismo pone el foco en un grupo de damnificados: los usuarios de bicicleta, motocicleta y ciclomotor, ya que pararían el golpe con su cuerpo.
Respecto a este tipo de estacionamiento, el Real Automóvil Club de España (RACE) afirma que "poco a poco se está adaptando en las ciudades". Sobre cómo utilizarlo, explica que "no es ni más ni menos que aparcar en batería. Solo que en lugar de meter el morro del coche en primera instancia, se estaciona marcha atrás".
Todo son ventajas
Con todo, tanto la DGT como el RACE ven dos grandes ventajas en el estacionamiento oblicuo. Por un lado, "elimina ángulos muertos de visibilidad en la maniobra de abandonar la plaza de aparcamiento" porque se sale en el sentido de la marcha y no marcha atrás. Por el otro, "reduce el riesgo de atropello a usuarios de vehículos de dos ruedas". De ahí que esta recomendación a los consistorios la eleva a "propuesta de actuación".
Por su parte, el RACE añade más beneficios. Facilita la carga y la descarga, los vehículos invaden menos la acera y favorece la movilidad ciclista, ya que hay más visibilidad del tráfico rodado, según el club. Además, "en este tipo de plazas, con un ángulo de 60 grados, se ahorra un 10 % del espacio si se compara con una en la que hay que aparcar en batería hacia adelante", afirma la entidad.