"El agente me decía 'perucho' de mierda mientras me pegaba"
La Fiscalía de Madrid abre diligencias por el caso de un menor de 14 a?os, que denuncia racismo, brutalidad policial y detención sin motivo en una comisaría de Vallecas
VICTORIA TORRES - Madrid - 29/10/2007
"Me soltó todo tipo de insultos mientras me pegaba: perucho de mierda, sudaca, te voy a dar la paliza de tu vida". Y así durante el cuarto de hora que duró una paliza en la que, según ha dicho una testigo a este diario, parecía que aquel agente le iba a matar. "Yo no le contesté, no podía", relata Jorge, de 14 a?os, nacido en Espa?a y de padres peruanos. Tras la paliza, el menor fue detenido y pasó dos horas en comisaría donde, según su testimonio, prosiguieron los golpes y los insultos. Durmió en dependencias policiales y salió en libertad casi 24 horas después. Su delito: conducir un ciclomotor sin casco y por una acera y huir de la policía. La Fiscalía de Madrid ha abierto diligencias por un posible caso de agresión policial. Los agentes lo niegan y aseguran que las lesiones se las hizo al caerse de la moto.
Ocurrió el pasado lunes por la tarde en una calle corta y estrecha del distrito de Vallecas, Benavargosa, junto a la M-40 y al parque Lineal de Palomeras. Eran las seis de la tarde y Jorge iba con su amigo, también llamado Jorge, también de 14 a?os y también espa?ol, montados en el ciclomotor que le acababan de regalar justo ese mismo día. La moto tiene, según su padre, Miguel Rojas, un empresario de la construcción que lleva 18 a?os afincado en Espa?a con su familia, "todos los papeles en regla". Permiso de circulación, seguro... todo, menos la licencia de conducir ciclomotores, que su hijo no tiene. Todavía.
"Le he rega?ado por su error, cogió la moto sin mi permiso, cometió una falta de conducir sin carné y no lo va hacer más, pero no por eso merece esa paliza", asegura Rojas. Jorge, que está en 3? de ESO y es un "buen estudiante, tranquilo y nada violento" según su padre, conducía la moto sin casco porque, como sólo tenía uno, se lo dio a su amigo, que sí lo llevaba puesto. Él iba a entrenar y su amigo a recoger unos libros cuando, a menos de una calle del polideportivo, el chico se subió a la acerca para acortar. "Era un tramo muy corto, no iba ni a 20 por hora", subraya Jorge.
"No lo tenía que haber hecho pero lo hizo. Unos policías en moto a los que mi hijo no había visto contemplaron su mala maniobra". Y salieron a por ellos, "a toda leche". "En una curva, uno de los agentes se choca con un bolardo y cae al suelo". Mi hijo escucha el ruido, se vuelve, se pone nervioso, tira la moto al suelo, tienen miedo, salen corriendo...". "Pero a su amigo lo cogen los agentes, y él se vuelve a entregarse". Entonces, "sin mediar palabra", el policía que cayó al suelo "le propina una paliza" al grito de "perucho de mierda, sudaca, delicuente, hijo de puta extranjero que vienes aquí a joder, cabrón". La somanta de palos comienza, según Jorge, con una patada en estómago que le tira al suelo y le deja sin aliento.
"Me tira al suelo, me da patadas, pu?etazos, me tira contra un coche, me arrastra a la acera, me pone bocaabajo, me pone las esposas y me sigue golpeando e insultando. Cuando ha terminado, me pide la documentación y me apaga el móvil", asegura Jorge, que calcula que duró 15 minutos. Mientras, su amigo está también tirado en el suelo bocaabajo, contemplando la terrible escena. Pero a él no le pegan. Llegan varios coches de policía, les suben en uno y los llevan a comisaría. "No me dejan hablar con mis padres ni con mi compa?ero, siguen los insultos y las amenazas y una agresión más de otro policía que no hab?ía visto antes sin venir al caso", explica Jorge. "Por vuestra culpa un compa?ero está en comisaría y encima tú eres un sudaca de mierda", le dijo aquel agente, que a?ade: "Suerte que os han tocado mis compa?eros. Yo os habría matado".
Como consecuencia de la tunda, el ni?o sufre varias lesiones como un esguince grave de mu?eca, traumatismos en las rodillas y en la espalda, a la altura de las costillas. Todavía le "duelen las patadas" pero, sobre todo, tiene, miedo, mucho miedo. "Estoy asustado, me siento indefenso, me pongo muy nervioso cuando veo a una patrulla, me cuesta dormir por las noches", confiesa el ni?o, que desde entonces duerme con su hermano, de 16 a?os. Su madre le acompa?a al colegio y su padre lo recoge. "Está en tratamiento psicológico y ha estado tomando antiinflamatorios toda la semana", dice su padre.
La policía, por su parte, asegura que las lesiones de las hizo el menor al caerse del ciclomotor. Le acusa de conducción temeraria y de resistencia a la autoridad.