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Trabajadores de Ryanair cuentan su experiencia: "Lloré de alegría cuando me fui de allí"
Al límite de las leyes de aviación
Típico interior de un vuelo de Ryanair
Típico interior de un vuelo de Ryanair - Imagen FLICKR / Get Down
Mario
Mario Moratalla
@MarioMoratalla
24.09.2016
EMPRESAS
"Lloré de alegría el día que dejé Ryanair y me contrataron en Iberia. Yo al menos, en mi base, lo pasé muy mal. La presión por vender mucho durante el vuelo y las amenazas si no lo hacías minaron mi moral". Así se manifiesta Marisa (nombre figurado), una ex tripulante de cabina de la aerolínea irlandesa, la que ha conquistado Europa con sus vuelos baratos y adelantado a Iberia como aerolínea favorita de los españoles.
Hemos hablado con trabajadores de cabina y con pilotos para comprobar si son ciertos los rumores sobre sus condiciones laborales. No con ningún sindicato. En Ryanair no existen, ni nadie está dispuesto a formarlos. Hay mucho miedo a las represalias de la empresa, hasta el punto de que algunos de los testimonios, aparte de ocultar su nombre, también ocultan su propio número de teléfono llamando desde centrales. "La compañía dice preferir el diálogo directo con sus empleados y considera que los sindicatos complican este diálogo directo", señalan desde Eurocockpit. No se construye un imperio aeronáutico de 1.200 millones de beneficio anual siendo benévolo.
Ryanair ha respondido desde Dublín a parte de las denuncias que se vierten en este reportaje. Para facilitar la lectura, las incluimos íntegras en un recuadro verde al final de la información.
"Nos pagamos nuestro curso de formación y el alojamiento en un hotel. También el uniforme, que me costó 200 euros"
Pagar tu curso y tu uniforme
"Para que te hagas una idea de lo imposible que es quejarse, hay un foro de internet sobre Ryanair en español, alguien le ha hecho pantallazos, enviado a Dublín y ahora están buscando a la persona responsable. Por eso hay tanto miedo a hablar", cuenta Érika (nombre figurado), una tripulante de cabina durante varios años en una de las bases británicas de la empresa. Recuerda sus primeras semanas en la compañía: "Nos obligaron a pagarnos el curso de formación, para lo que tuvimos que irnos a Alemania. También el alojamiento. Por el curso pagué unos 2.000 euros y el alojamiento unos 500 en un hotel cochambroso. De esos 2.000 del curso, te devuelven 1.000 al cabo del primer año si no te marchas de la empresa. Si no aguantas un año los pierdes. En cierto modo los estás financiando a ellos".
En esta compañía, como en otras, los tripulantes de cabina (comúnmente conocidos como 'azafatos') cobran por hora efectiva de vuelo. "En nuestro caso en el momento en que ponían las ruedas en la pista de aterrizaje dejábamos de cobrar. Pero después teníamos que esperar a que la gente saliera y limpiar el avión porque no contratan limpiadoras. Al final era más de una hora de trabajo la que no se remuneraba".
La compañía juega a la precisión milimétrica. El personal acaba el día en la misma ciudad en la que empezó, porque así está programado para no tener que pagar hoteles ni transporte. Pero en casos en los que una incidencia provoca la cancelación de un vuelo aparecen los problemas.
"En Ryanair he visto cosas que en ninguna otra compañía, por ejemplo tripulantes llegar borrachos a la línea de embarque"
"Yo sólo estuve 5 meses y me fui harto de aguantar penurias y malas formas. Mi curso estaba preparado para abril, pero en febrero me mandaron un email para decirme que o me iba al día siguiente a Alemania o perdía mi oportunidad. Lo dejé todo y me fui. Este curso yo no lo necesitaba puesto que ya tenía una licencia pero me obligaron a generar una licencia irlandesa para poder hacer sus trámites. Ellos no te dan el certificado médico que por normativa todo el mundo tiene que hacer. Nunca más te dan un papel que indica que estás apto para volar", asegura Tomás (nombre figurado), otro TCP con experiencia en la aerolínea irlandesa.
"En Ryanair he visto cosas que no he visto en ninguna otra compañía, como por ejemplo ver a compañeros llegar completamente borrachos a la línea de embarque. El sobrecargo les preguntaba: '¿Te encuentras bien?' Y ellos decían: 'Sí, es que anoche salí un poco'. Pero toda la respuesta era 'date un poco de agua en la cara y venga, a volar'", asegura este profesional. "He estado en muchas otras compañías: en Volotea, en Vueling, en Iberia. En ninguna he visto lo que he visto en Ryanair".
Una de las cosas más curiosas de los TCP, aunque no afecta sólo a Ryanair, es lo que la compañía considera según el convenio que es trabajo efectivo. Por ejemplo, los trabajadores contratados por Crewlink aseguraban "sólo empezar a contar como horas de trabajo cuando habíamos despegado". Esto funciona así en la mayoría de compañías, con distintos convenios.
De los cuatro tripulantes de cabina contactados, sólo uno de ellos manifestó una opinión positiva sobre la aerolínea. En este caso, estaba contratado a través de Workforce International, compañía situada en Dublín. Otro de los contratadores de la aerolínea con condiciones aparentemente mejores, al menos por los testimonios recogidos. "Cada una de sus subcontratas tiene unas condiciones diferentes, incluso los cursos y los precios. Yo cogí la buena época, luego los sueldos empezaron a bajar. En el momento en que se empieza a contar el tiempo de vuelo es en el momento de encender lo motores. Acababas de volar cuando el avión había aparcado en la pasarela más 30 minutos. Si ese día el vuelo llegaba 20 minutos te los pagaban de más. En mi contrato es desde que encienden los motores hasta que aterrizan en el aeropuerto de destino y añadir esos 30 minutos que son los chocs". Ahora en Iberia, considera que "he pasado de una tercera compañía regional a una de primera división. Condiciones salariales y futuro. Comparando es el día y la noche".
Empleo a través de brokers
Una de las diferencias entre esta aerolínea y una convencional como, por ejemplo, Iberia, es que los empleados de Ryanair están contratado a través de brokers, que en la práctica actúan como intermediarios o empresas de trabajo temporal. Crewlink contrata a los TCP: "Haces unas entrevistas para ver si hablas inglés y para adentro. Como eres una subcontrata y no eres de Ryanair, no puedes recriminar nada a una empresa que no te ha contratado. Te puedes quejar a recursos humanos pero no sirve de nada, yo por ejemplo estaba embarazada y quería que me pusieran en la base con mi familia pero no me la quisieron dar", aseguraba Érika.
Un reportaje de televisión publicado en 2006 de la serie Dispatches, titulado Ryanair: caugh napping (Ryanair: pillados durmiendo) explicaba situaciones muy rocambolescas. Por ejemplo, como los azafatos, agotados, se echaban la siesta en la zona privada durante unos minutos pese a no estar contemplado en las normas de seguridad. "Yo eso lo he visto, lo he visto mucho. Si alguien venía cansado porque había salido el día anterior luego aprovechaba para echarse una siesta en cabina", dice Tomás.
Precisamente Crewlink está en plena contratación de azafatos para Ryanair. Santiago, Oviedo, Bilbao o Salamanca verán pasar a sus miembros de recursos humanos este mismo septiembre.