CARACOLES EN SALSAIngredientes (4 personas)
50-60 caracoles de tierra.
Medio kilo de tomates maduros.
Medio kilo de cebollas.
100 gramos de panceta de cerdo.
100 gramos de almendras.
2 dientes de ajo.
1 guindilla.
1 cucharadita de pimentón dulce.
Aceite de oliva y sal.
Cómo se elabora:
Lavamos los caracoles (debidamente purgados con anterioridad) y los ponemos en una cacerola, con agua que los cubra completamente y un poco de sal, al fuego, donde los mantenemos hirviendo durante unos 5 minutos aproximadamente.
Preparamos aparte un sofrito con los tomates y las cebollas muy picados.
Al final incorporamos la cucharadita de pimentón dulce, para que este no se queme.
Cortamos el tocino de panceta en daditos y con la guindilla y agua de la usada para hervir los caracoles, se pone a hervir junto con el sofrito, hasta que el tocino este tierno.
En ese momento agregamos las almendras (previamente fritas) y los ajos (todo ello triturado).
Cuando el conjunto empiece a hervir, incorporamos los caracoles, corregimos de sal y dejamos en el fuego 5 minutos más.
Conviene vigilar el agua por si fuese necesario a?adir más.
Comentario dietético
Los caracoles son unos moluscos gasterópodos que deben limpiarse minuciosamente antes de ser consumidos para eliminar los restos de tierra y la baba que producen. Son habituales en la barra de las tabernas como aperitivos, aunque no a todo el mundo les resultan agradables. Su carne suministra proteínas y como su contenido en grasa es escaso, el valor energético que aportan es bajo. Entre los minerales que proporcionan destacan el hierro, el calcio, el zinc y el magnesio. De las vitaminas la más importante es la niacina. La salsa de tomate da jugosidad a los caracoles auque al llevar guindilla puede ser fuerte si se tiene el estómago delicado. Las verduras enriquecen el plato en vitaminas y sustancias antioxidantes, como el licopeno que encontramos en el tomate y los compuestos sulfurados de la cebolla. La panceta de cerdo aporta grasa saturada y colesterol, por lo que no se recomienda su consumo si se padece hipercolesterolemia. Por su contenido en sodio debe evitarse también en caso de hipertensión. Las almendras son fuente de grasa insaturada, que protege la salud cardiovascular, así como de fibra, proteínas vegetales y una cantidad interesante de vitamina E y minerales como calcio, magnesio, potasio y fósforo. Las personas que tengan insuficiencia renal deben vigilar el consumo de estos dos últimos, ya que al no eliminarse adecuadamente se concentran en la sangre y pueden causar problemas.