Desde aquí quiero dar mi último adios a Rober.
?Quién era Rober? os preguntareís.
Rober era un chico de 14 a?os que llevaba 3 luchando con todas sus fuerzas contra una leucemia.
Rober era un chico que no tenía nada que ver con los de su generación, era amable, educado, simpático, no conocía la maldad.
Rober era el mayor de los tres hijos de mi vecino del primero.
Rober era un alma limpia, que si existe el cielo seguro que me estará viendo desde allí.
Rober era un chico que no ha tenido suerte en esta vida, cuando parecía que remontaba la venía otra crisis. Cuando, tras mucho tiempo intentando conseguir un transplante compatible, se lo realizan, lo rechaza. Su última oprtunidad, una donación de médula de su hermano de 2 a?os, compatible sólo al 50 %, parece que va la cosa bien; le ataca una especie de hogo raro que le debilita y le hace ingresar de nuevo, sale de esa; le ataca un virus y coge una neumonia que le hace ingresar de nuevo y ya no sale vivo del hospital.
Acabo de llegar del tanatorio y el panorama es desolador, tenía que estar prohibido morirse antes que los padres o los abuelos.
?Y por qué nos cuenta esto ahora el Musul?, como si no tuvieramos bastante cada uno con lo nuestro.
En primer lugar como homenaje a Rober.
Y en segundo lugar para que aprovecheis cada segundo de vuestra vida y no os enfadeís ni discutaís por bobadas, que si, os pueden parecer un mundo, pero aquí lo único importante y lo único que cuenta es la vida.
POR TI ROBER.