La Policía sigue centrada en Córdoba y descarta a la familia materna de los niños
Bretón llamó a su hermana y a otra persona desde la finca a las horas en que dijo que estaba en el parque
CRUZ MORCILLO Día 29/10/2011
El abogado de José Bretón, José María Sánchez de Puerta, intentó el jueves desviar la atención de su cliente encarcelado y apuntó a la familia materna de José y Ruth, los pequeños desaparecidos en Córdoba hace hoy 22 días. «He tenido conocimiento de que la Policía está buscando en Huelva y, si es así, tenemos que descartar que José haya podido tener participación». Como estrategia de defensa puede ser válida, pero la información es falsa, según ha podido saber ABC.
La Policía sigue centrando la búsqueda de los niños y las investigaciones, como desde el primer momento, en Córdoba. Se están haciendo gestiones en otras provincias, incluida Huelva, si bien son elementos colaterales. La implicación de la madre, Ruth Ortiz, y del resto de la familia materna está descartada.
Los investigadores continúan los rastreos con absoluta discreción en puntos muy concretos, no de forma aleatoria, y mantienen la reconstrucción de los hechos aportada al juez, que motivó el ingreso en prisión de José Bretón hace ocho días. La diligencia-informe en poder judicial, que recoge los indicios hallados, tiene más de cuarenta folios. En ella figuran, por ejemplo, dos llamadas que el padre de los niños hizo desde la finca «Las Quemadillas» la tarde de los hechos en el tiempo en que él aseguró que estaba ya en el parque Cruz Conde con los pequeños.
Una de las llamadas fue para su hermana. Los dos hermanos de Bretón, según han explicado a los investigadores, hablaron sobre la posibilidad de quedar esa tarde con sus hijos respectivos en el parque. Sin embargo, ella le pidió a Bretón que la telefoneara más tarde porque quería echarse la siesta con sus críos. El abogado del padre, en cambio, aseguró el jueves que tanto la hermana como el hermano estaban con Bretón en el parque. Explicó también que Ruth y José comieron en casa de esta, pero no es cierto.
La última persona que vio a los pequeños fue la abuela paterna en su propia casa de Córdoba alrededor de las 13.30. Desde allí, el padre los llevó a la finca, no les dio de comer, pese a lo que asegura el letrado, y los dejó durmiendo en el coche mientras él prendía la famosa hoguera en la que quemó pertenencias de su mujer, Ruth Ortiz, de la que se había separado tres semanas antes.
El letrado Sánchez de Puerta se explayó sobre la actitud «sorprendente» de la madre por denunciarlo la misma noche de la desaparición a raíz de supuestos malos tratos; por no acudir a «Las Quemadillas» durante el rastreo y por regresar a Huelva. Esta versión parcial e interesada no se corresponde con la realidad.
Ruth Ortiz ha estado dos veces en Córdoba para reunirse con los investigadores, una conocida y otra no. De hecho fueron ellos quienes le recomendaron que volviera a Huelva, a su entorno, cuando el caso se empezó a enmarañar. Además del contacto permanente con un agente, los policías se han desplazado a la casa de ella cuando lo han necesitado. Tanto Ruth como su familia han colaborado continuamente con la Policía. En el trasfondo, tal y como señala el juez en el auto de prisión, «un móvil aparentemente anunciado por parte del acusado», es decir, que la madre no vería a los críos si no aceptaba la custodia compartida. Se sabe que hay más; más amenazas, más control por parte de Bretón, que se resistía a que su relación se acabara. De hecho, durante sus interrogatorios no hablaba de los niños, sino de ella.
Las investigaciones siguen, con absoluta discreción dada la gravedad del caso. Los agentes están recibiendo numerosas informaciones de personas que aportan datos a las pesquisas. Todas se están comprobando —salvo las de videntes espontáneos con teorías extrañas— y algunas han arrojado algo de luz. Veintiún días después nadie vio el 8 de octubre a los niños en el parque. La Policía tiene claro que nunca estuvieron allí.