Decreto de la ministra de Seguridad, Nilda Garré
Los policías transexuales argentinos podrán vestirse como mujeres u hombresLa ministra Garré busca la convivencia en un 'estado democrático y moderno'
La resolución establece como derecho inalienable 'utilizar las instalaciones diferenciadas por sexo y que las tareas sean compatibles con su identidad'
Ramy Wurgaft | Buenos Aires
Actualizado jueves 01/12/2011
La noticia de que los transexuales podrán vestir uniforme femenino -o masculino, si es su elección- fue difundida este miércoles, en los boletines vespertinos de televisión.
Fue en el horario preciso en que los oficiales se reúnen en el casino a tomar un aperitivo y ver las noticias de la tele. Lo que vieron en esta oportunidad fue a un portavoz del Ministerio de Seguridad leyendo el comunicado que obliga a la Policía Federal, a Gendarmería, a Prefectura Naval y a la Policía de Seguridad Aeroportuaria, a "respetar la identidad adoptada por travestis y transexuales" y a que aquellos "puedan usar el uniforme que corresponda a su percepción de género".
La resolución, que seguramente dejó atónitos no sólo a los policías sino también a muchos civiles, lleva la firma de Nilda Garré, quien se ha propuesto modernizar las citadas instituciones, para que se adecuen, según dice, a la convivencia en un estado democrático y moderno.
Desde que asumió su cargo, en diciembre del 2010, Garré se reveló como una mujer de carácter firme que hace gala al apodo de "Muñeca Brava" que le pusieron los periodistas. Lo primero que hizo tras su designación fue relevar a cuantos oficiales estuvieran involucrados en mafias prostibularias o de juegos de azar.
Aparte de los 15 agentes que fueron dados de baja, otros cinco renunciaron a sus cargos en protesta por la supuesta "cacería de brujas" que la ministra de Seguridad, un claro exponente de la izquierdista del peronismo, había emprendido en los cuarteles. Otra medida que suscitó malestar fue la de prohibir que los policías lleven armas cuando son llamados a disolver una manifestación.
Pero el decreto que lanzó ayer supera a todos los anteriores en cuanto a la resistencia que parece haber generado en los mandos policiales.
"Nadie discute que un ciudadano pueda hacer lo que quiera con su vida privada. Pero ese principio no habilita a cualquier ciudadano para servir en las fuerzas de seguridad. En otros ámbitos tal vez de resultado, pero es difícil que un policía acepte como par a alguien que no siendo mujer vista como mujer. Francamente, es difícil que un transexual pueda cumplir satisfactoriamente las funciones de un policía", dijo a ElMUNDO.es, un ex oficial de la Gendarmería quien por razones obvias no quiere que revele su identidad.
La nueva resolución, que también hace referencia a los travestis, establece como derecho inalienable de las minorías "a utilizar las instalaciones diferenciadas por sexo (baños, vestuarios, duchas) de acuerdo con su percepción de género" y a que las tareas que se le asignen "sean compatibles con su identidad".
A partir de la semana próxima, que es cuando entrara en vigencia el decreto, la persona que desee hacer válidos sus derechos de género deberá solicitarlo al Centro Integral de Género (CIG) de la fuerza a la que pertenece. Los CIG son otra de las innovaciones que ha introducido Nilda Garré en el ejercicio de su cargo.
