Nada leo sobre el protocolo de uso....pues al igual que en los 80 se creó y distribuyó entre los funcionarios un protocolo de uso del spray del que se dotó a la PMM, este aparato debe venir acompañado del suyo para evitar que se le meta un taserazo a un tipo que corre desnudo por la calle como hemos visto en un vídeo en este mismo tema y ocurrido en el país de la libertades.
Y sobre como se va a dotar e "instalar"...una perdida de tiempo, el taser debe ir en el uniforme del funcionario y no en su estuche en el coche, con lo cual el "gozo" ya saben donde va...al pozo.
Dos policías municipales durante un simulacro con pistolas táser
Vídeo:
https://www.abc.es/espana/madrid/abci-pistolas-taser-alternativa-moderada-armas-fuego-202001200053_video.html#vca=rrss-inducido&vmc=abc-es&vso=tw&vli=videoLas pistolas táser, alternativa «moderada» a las armas de fuegoLa Policía Municipal ya entrena con los primeros de los 150 dispositivos con los que se equipará
Cris de Quiroga
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Madrid Actualizado:20/01/2020 07:02h
El efecto, a primera vista, es similar al del famoso hechizo «Petrificus totalus» de Harry Potter. Las nuevas pistolas táser con las que el Ayuntamiento de Madrid armará a la Policía Municipal para inmovilizar a los malhechores ya están en periodo de prueba. Por ahora, solo hay cuatro, pero no tardarán mucho en recibir los 150 dispositivos que ha comprado el Consistorio por unos 500.000 euros y que podrían ser la varita mágica que salve a los agentes de situaciones de riesgo.
«Es un pellizco», bromean varios policías, que han probado la descarga en sus propias carnes, en el Centro Integral de Formación de Seguridad y Emergencias (CIFSE), donde ya han comenzado los cursos de formación. «Todos tus músculos se contraen, te quedas rígido y caes», explican, e insisten en que no entraña riesgos, ya que la parálisis apenas dura cinco segundos. «Más que un arma, es un simple dispositivo», señala la subinspectora de la Escuela de Policía del centro, Inmaculada Fernández, que espera entrenar a más de 500 alumnos en un año.
«¡Táser! ¡Táser!», grita Roberto García, uno de los veinte instructores de la Policía Municipal ya cualificados para manejar la pistola, antes de apretar el gatillo. Sendos dardos salen disparados —los polos positivo y negativo, para cerrar el circuito— contra un compañero, protegido con un traje. Representan una escena callejera para enseñar a ocho agentes, de los 150 que forman la unidad de Latina, a utilizar el dispositivo. El objetivo es «abordar por la espalda» —y evitar la cabeza, el pecho y los genitales—, donde los músculos son más grandes y la «incapacitación muscular es más efectiva», arguye.
Cada descarga de las táser T-7 (el último modelo), de 22 pulsos por segundo, paraliza al sujeto durante cinco segundos, tiempo suficiente para conseguir lo que en el argot llaman «ventana de oportunidad», en la que aprovechar para arrestar al individuo. «Es una herramienta más para gestionar intervenciones muy complejas de una manera menos lesiva y más segura», detalla otro monitor, Miguel Verdú. Y los alumnos presentes coinciden: «En situaciones chungas nos ayuda a reducir sin peligro».
Uso polémico
Si bien más de 20.000 agencias y cuerpos de seguridad en todo el mundo utilizan estos aparatos, la polémica viene de largo, sobre todo, después de que hayan circulado varios vídeos de las intervenciones policiales en Estados Unidos. Por ello, es fundamental «la transparencia en el uso» de las táser, incide Verdú. Con las T-7, «cualquier manipulación del dispositivo queda registrada». Además, cada agente porta una cámara en el pecho, que comienza a grabar en cuanto se activa una pistola a diez metros de distancia. De cara a una comisión, por ejemplo, toda la información queda recogida, como una suerte de «caja negra».
Frente a las reticencias del anterior delegado de Seguridad, Javier Barbero, que «no se atrevió a dar el paso», en palabras del alcalde José Luis Martínez-Almeida, el Ayuntamiento ha decidido apostar por esta «alternativa moderada a las armas de fuego». Así, las 150 pistolas táser se repartirán próximamente entre las 22 unidades de distrito de la Policía Municipal y los grupos especializados, como la Unidad de Apoyo a la Seguridad (UAS), los «antidisturbios».
En un futuro cercano, cada equipo de entre seis y ocho agentes, de los alrededor de 5.800 efectivos del Cuerpo, patrullarán las calles
con un dispositivo instalado en sus vehículos. Mientras desean que el resto de fuerzas de seguridad incorporen estos dispositivos pronto,
los policías municipales no caben en sí de gozo. «Es un medio que salva vidas; del policía, del sujeto y de terceros», asevera uno de los instructores.