Detecto alguna dificultad de comprensión conceptual. Dice AI que desaconseja el uso del TASER en tanto en cuanto no haya un estudio científico sobre los efectos del arma. Esto, significa que AI desaconseja el uso del TASER en tanto en cuanto no haya un estudio científico sobre los efectos del arma. Nada dice de estar en contra del uso. De hecho, reconoce su utilidad. Sin embargo, dado que no existen estudios científicos al respecto, en paises como EEUU donde el uso está relacionado con más muertes y denuncias por utilización inadecuada, lo que se solicita es una revisión de los protocolos. No en vano, Andreu Soler cita el ejemplo de Suecia como país que lo utiliza y no otros porque este, precisamente, es uno de los que mantienen normas más estrictas en relación a los métodos de actuación policiales con respecto al respeto a los derechos humanos. Curiosamente, la mayoría de los paises que cita, son europeos y no presentan incidencias rese?ables con el uso del arma en cuestión. Que es lo que AI denuncia. No otra cosa. A este respecto, por último, Andreu Soler hace aparecer dosieres con informes de uso y artículos en revistas médicas, como si constituyesen algún tipo de fundamentación científica. Es normal, porque como queda claro en el vídeo, no hay otra cosa. Ahora bien, no debe confundirse esto con ningún estudio, y estudio debe leerse ESTUDIO, que contemple las diversas variables que el presentador se?ala en varias ocasiones para que, como de forma brillante se?ala Esteban Beltrán, no se utilice un arma letal, pensando que no es letal.
Otro aspecto rese?able del vídeo es que se presenta como una muestra de ferias. Es decir, se alude a las sensaciones que provoca una descarga de prueba realizada en entorno controlado, con frases como las ya expuestas y se omite, por ejemplo, que la ausencia de dolor está intimamente ligada al umbral subjetivo del individuo. Que el dolor producido por una corriente eletrica es debido, tanto a la excitación de las terminaciones nerviosas periféricas como respuesta al aumento de temperatura en una zona determinada del cuerpo, como a la contracción violenta y mantenida de los músculos de esa zona. Así pués, la diferenciación entre la descarga de este arma y la producida por el contacto con un enchufe o por el impacto de un rayo, no son correctas y buscan confundir.
Dejando a un lado el tema del dolor, Ándreu Soler vuelve a hacer trampa en cuanto a los artículos médicos que cita, aduciendo que no describen cambios encimáticos a nivel cardíaco que pudiesen provocar una malfunción del músculo. Es que esto, no es necesario. Recordemos siempre, que el individuo al que se le alican los electrodos es alguien de quien desconocemos su estado de salud. Tampoco es relevante. Pues bien, como ya dije anteriormente, la reacción del músculo de una persona sana ante una descarga puede no ser constitutivo de patalogía morbida. Sin embargo, factores como la situación previa a la misma, patologías asociadas, duración de la misma, el propio umbral de dolor o resistencia física, pueden provocar una disociación entre la actividad eléctrica y mecánica del corazón que, sin llegar a pararlo, ocasione en pocos minutos un desenlace no deseado. De momento no hay manera de poder probar que ese hecho obedeció a la descarga. De ahí que El bueno de Soler vuelva a hacer trampa con los informes forenses. Pero justamente por eso, es de puro sentido común que no se boicoteen los estudios médicos que nos permitan utilizar tan valioso instrumento con garantías y, por supuesto, que se apliquen los estandares europeos de uso. No puede ser que un arma no letal sea sospechosa de producir un número elevado de muertes.
Salud y suerte.