REGIÓN MURCIA
Las polémicas pistolas eléctricas llegan a la Región de la mano de la Policía Local de Lorca ( Murcia ).
Las polémicas pistolas eléctricas, capaces en un instante de convertir en un gui?apo a un tipo con las hechuras del ex boxeador Mike Tyson, han llegado a la Región. Esta arma ?no letal? de la marca Taser, que dispara descargas eléctricas de entre dos y cuatro miliamperios, se encuentran desde hace a?os en el ojo del huracán, y la polémica sobre su utilización por parte de algunos cuerpos de seguridad se ha disparado recientemente.
Lo ha hecho a resultas de la muerte de un ciudadano polaco, el pasado 14 de octubre, en el aeropuerto canadiense de Vancouver. Allí, después de que el pasajero provocase algunos disturbios -entre ellos, arrojar una silla contra una cristalera-, un policía le disparó con una Taser y, tras caer al suelo entre gritos de dolor y pánico, cuatro agentes lo redujeron. Uno de ellos, descargando todo el peso de su cuerpo sobre la cabeza del ciudadano polaco. El hombre falleció.
En ámbitos policiales se calcula que en la actualidad hay unas 340 pistolas eléctricas en Espa?a, la mayor parte de ellas repartidas por Canarias, Catalu?a, Valencia y Andalucía. También, según ha podido confirmar La Verdad, se encuentran en Murcia, donde han llegado de la mano de la Policía Local de Lorca. La edil de Seguridad Ciudadana de esta localidad, Belén Pérez, reconoció que hace un tiempo que se adquirieron varias de estas armas -eludió especificar cuándo se compraron y cuántas fueron-, y aseguró que no se están utilizando, ?porque hicimos una consulta al secretario municipal y nos informó de que existían dudas legales sobre su uso?.
Belén Pérez ofreció una explicación cuanto menos llamativa para justificar la adquisición. ?Se compraron por si un animal de gran tama?o invadía la vía pública?, dijo, pese a que ese uso no aparece contemplado por el fabricante.
Este periódico no ha podido confirmar que otras policías locales de la Región dispongan de este arma y, al contrario, sí han sido varios los responsables policiales que han garantizado que no las comprarán. ?Tenemos dudas sobre sus posibles efectos?, han coincidido en se?alar.