Juicio a tres policías por acusar en falso a una manifestante: "Si no llegamos a encontrar el video, la hubieran condenado"
Historia de Alberto Pozas • 16 h
Tres agentes antidisturbios de la Policía Nacional han sido juzgados este jueves en Madrid, acusados de mentir ante los tribunales y acusar a una mujer de patearles en una manifestación cuando los vídeos mostraban que su actuación era pasiva. La Fiscalía y la acusación han hecho definitivas sus peticiones de condenas de hasta dos años y medio de cárcel: "Si no llegamos a encontrar ese video a mi patrocinada la hubieran condenado sin lugar a dudas", ha dicho el abogado de la manifestante. Los tres policías, uno de los cuales no es acusado por la afectada, han negado haber mentido y han alegado que, varios años después, no recordaban bien los hechos.
El montaje policial que denuncia esta manifestante arranca hace más de una década, en diciembre de 2013, cuando acudió con su pareja a Madrid a una manifestación de 'Rodea el Congreso' que, ese año, centraba sus protestas en la 'Ley Mordaza', por aquel entonces todavía un proyecto salido del Consejo de Ministros de Mariano Rajoy. La manifestación terminó en disturbios y la Policía Nacional, en uno de sus atestados, afirmó que un agente había sido agredido violentamente por una mujer que le había insultado: "Eres un cabrón, eres un hijo de puta".
El caso llegó a juicio seis años después y la mujer se sentó en el banquillo bajo una petición de tres años de cárcel de la Fiscalía por resistencia y desórdenes públicos. Varios acusados fueron condenados pero ella fue absuelta: el Ministerio Público retiró la acusación después de que un video de la detención demostrara que lo que figuraba en ese atestado no era cierto. "No se aprecia que hayan hecho nada, los acorralan contra la pared en una operación que parece absolutamente desproporcionada", dijo esa sentencia sobre los antidisturbios. En ese juicio, dos de los policías hoy acusados añadieron elementos nuevos al atestado: les había pateado y pegado puñetazos.
La falsa agresión a un policía se transformó entonces en una acusación por un montaje policial contra varios agentes que firmaron ese atestado y que, incluso, testificaron en el juicio obligados a decir la verdad. Según las acusaciones, el atestado original no hablaba de patadas y puñetazos pero los agentes, ante el juzgado y en el propio juicio, sí afirmaron de forma tajante que se produjeron esas acusaciones.
Este jueves, ante la sección 15ª de la Audiencia de Madrid, los tres han declarado desde el banquillo de los acusados. Han negado haber mentido, haberse inventado la agresión y han reiterado lo que el juicio no declaró probado y que no se aprecia en los vídeos: que la mujer les dio patadas. "Ella empieza a gritar, grita, me pega un a patada en la pierna, me agrede en el pecho", ha dicho el número dos del operativo, ese día con más de 400 agentes a su cargo.
Preguntado por la razón porque esas patadas y puñetazos solo aparecieron en su declaración judicial y no en el atestado, ha reconocido que hizo una "síntesis" sin todos los detalles. "Llevo en orden público desde 1992, he recibido muchísimas agresiones y en ningún atestado he puesto que he sido agredido, solo en uno", ha dicho. La acusación particular, ejercida por el abogado Eric Sanz de Bremond, ha preguntado si conoce la diferencia penal entre resistirse a una detención y agredir a un agente: "Yo no sé la calificación penal que puedan tener esos hechos. Yo digo lo que ocurrió", ha dicho el policía. Los tres han negado haber mentido.
La víctima del supuesto montaje ha comparecido para explicar que después de los momentos más violentos de la manifestación, en los que se destrozó un coche de Policía Municipal, tanto ella como su pareja decidieron abandonar el lugar y se vieron atrapados entre grupos de antidisturbios. "Me quedé abrazada con mi compañero, en ningún momento lanzo una patada", ha dicho.
Tanto la Fiscalía como la acusación particular han hecho definitivas sus peticiones de cárcel. En el caso del Ministerio Público son dos años y medio de cárcel por falso testimonio para los tres agentes, mientras que la acusación ha renunciado a pedir condena al tercer policía al entender que fue inexacto en sus declaraciones pero no atribuyó una agresión a la afectada.
El fiscal José Luis García Navas ha abierto la puerta a que el tribunal aplique tipos atenuados del delito, pero ha mantenido que todos faltaron a la verdad. No para perjudicar a la manifestante, sino para reforzar la procedencia de su detención. "La motivación era justificar la detención", ha dicho el fiscal. "En el vídeo no he visto ni empujones, ni patadas ni puñetazos. En el juicio dan un salto cualitativo para justificar la motivación de esa detención", ha explicado.
Sanz de Bremond, después de recordar al tribunal que en este proceso no se juzgaba a la víctima del supuesto montaje sino a los policías, ha sido contundente: "Se ha faltado a la verdad. Tienen la experiencia suficiente para diferenciar entre mover los brazos y acometer con patadas y puñetazos, van engrosando sus declaraciones", ha dicho. "Es evidente que faltaron a la verdad conscientemente. No olvidemos una cosa: si no llegamos a encontrar ese vídeo, a mi patrocinada la hubieran condenado sin lugar a dudas".
Las defensas han pedido la absolución de los agentes. Después de que sus clientes hayan insistido en que las patadas, efectivamente, se produjeron, los abogados se han limitado a defender que la confusión del momento y el paso del tiempo disculpan las posibles inexactitudes en su testimonio. El abogado del Estado, en representación del Ministerio del Interior, ha pedido la absolución: "Es normal que pueden entremezclar intervenciones y que falle la memoria, pero ninguno tuvo la intención de faltar a la verdad conscientemente para perjudicar a la querellante". Incluso, ha explicado cómo podrían haberlo hecho: "Solo hubieran tenido que decir que estaba en el grupo que lanzaba objetos".