Alerta policial en Madrid por las irregularidades y auge de tiendas de productos de cannabis
Las inspecciones revelan numerosas ilegalidades en la venta de productos alimentarios con dosis de esta droga
Hay unos 120 comercios en Madrid, tanto físicos como en internet, además de ferias y la Copa de la Marihuana
Carlos Hidalgo
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MADRID Actualizado:07/12/2021 00:51h
Desde Móstoles a Paracuellos del Jarama, pasando por todos los distritos de la capital, y, sobre todo, en internet, las tiendas de productos de derivados del cannabis se han multiplicado por decenas en la región en los últimos tiempos, hasta contabilizarse alrededor de 120. En principio, se trata de comercios en los que se distribuyen artilugios y semillas para su cultivo de manera legal; pero también distintos tipos de comidas que, en muchas ocasiones, lindan (o, directamente, cruzan) la delgada línea de lo que puede considerarse estupefaciente. Así lo afirman tanto fuentes de la lucha internacional contra este tipo de narcotráfico como de la Policía Municipal de Madrid, que continuamente realiza inspecciones en las tiendas y hallan en múltiples ocasiones
irregularidades.
«Se trata de una manera de blanquear el consumo de cannabis. Las llamadas ‘grow shops’ se supone que ofrecen un producto legal, porque su porcentaje de THC (tetrahidrocannabinol) es menor del 0,2%, pero en la trastienda puede haber más cosas. Venden semillas, hierbas sintéticas… Sus efectos son similares a los de la marihuana. Son productos sintéticos, que luego te llevan a consumir la droga», sentencia un experto de la Policía Nacional que lleva años desarticulando a grupos criminales.
Y se queja: «Estamos viendo que seguimos trabajando contra la lacra de la droga, pero parece que la sociedad y ciertos sectores económicos hablan de legalizarlos. Tampoco se entiende que desde las instituciones públicas se alquilen o cedan espacios para ferias cannábicas. Es una clara promoción de la fabricación de marihuana». Sin ir más lejos, entre el 18 y el 22 de diciembre se celebrará la XXIV Copa de la Marihuana en Madrid.
No necesitan autorización municipal
Un subinspector de la Policía Municipal coincide en la mayoría de este discurso, pero va más allá, después de cientos de inspecciones a sus espaldas: «Las ‘grow shops’ de toda la vida vendían semillas y herramientas para el cultivo. Pero ahora han evolucionado y también lo hacen con cannabis de bajo THC y productos alimenticios». Tienen parte de la normativa a su favor. Por ejemplo, «no necesitan autorización municipal, pues les basta con una declaración para tienda de alimentación, registrando una comunicación en la junta de distrito».
La primera ‘grow shop’ conocida en Madrid se abrió en 2007. Aunque la cantidad actual de ellas es complicada de establecer («son muy volátiles, están un día y al otro no»), han ido creciendo a la par que «se han cerrado clubes de fumadores, porque no cumplían los requisitos»: los clientes no acudían allí con sus sustancias traídas de fuera, sino que las compraban dentro, algo en lo que coincide su colega del CNP.
Productos incautados por la Policía Municipal en una tienda cannábica
Productos incautados por la Policía Municipal en una tienda cannábica - ABC
La Municipal comenzó su cruzada contra estas ilegalidades en 2018. Los agentes tutores, sobre todo los de Centro, empezaron a localizar a menores «con bolsas de marihuana que habían comprado en tiendas donde les habían dicho que era algo legal». Los paraban por las calles, en entornos escolares y parques, y también explicaban que habían llegado a esos puntos de venta «porque leían sobre ellos en foros». Las bolsas llevaban su marca de cada tienda y se publicitan en la web. «Hablamos con nuestros compañeros de la Policía Nacional y les pasaba como a nosotros: la falta de legislación», añade el subinspector.
Consulta al fiscal Antidroga
Acudieron a la Fiscalía Especial Antidroga y les remitió a la Agencia Española del Medicamento. El escrito que les envió señala: «Según la Convención Única de 1961 sobre estupefacientes, el cannabis son las unidades floridas o frutos de la planta del cannabis, a excepción de las semillas y las hojas no unidas a las unidades (el cogollo), de las que no se ha extraído la resina, cualquiera que sea el nombre que se les dé». Es decir, que el cannabis, independientemente de su THC, se encuentra incluido en las listas 1 y 4 de sustancias prohibidas. La Convención fue firmada y ratificada por España y traspuesta a la normativa nacional, por la que se actualizan las normas vigentes sobre estupefacientes y se adaptan a la Convención Única.
«Algunos dueños de ‘grow shops’ dicen que lo que venden tiene un THC por debajo del 0,2% y el CBD (cannabidiol, el 45% del extracto de la planta) rebajado, asimilando la normativa de otros países, como Italia», añade. En las actas anteriores, que se enviaban a la farmacia municipal para su análisis, ninguna dio 0,2% o menos, sino a partir del 0,5%. Y es desde esa cantidad lo que marca qué es una sustancia fiscalizada. Sobre el perfil de quienes montan estos negocios, van «desde empresarios que no tienen nada que ver con esas actividades a gente que incluso tiene antecedentes por tráfico de drogas y por regentar antes clubes de fumadores que funcionaban de manera ilegal».
La Fiscalía Especial Antidroga está trabajando en ello. «Lo que se vende en estas tiendas es la resina (hachís) o el cogollo, algo ilegal. Es un fenómeno nuevo y empiezan a llegar las primeras condenas. En las inspecciones nos encontramos cajitas o bolsas de marihuana o hachís, con un precio superior al de la vía pública. Si está a 6-7 euros el gramo en la calle, en las tiendas cuesta 10 euros», indica el subinspector.
Prohibido en estancos
Utilizan productos alimenticios a los que le meten el CBD, que es una sustancia que no está permitida para el consumo humano: «Vemos de todo: cápsulas de café, sirope, chicles, piruletas, tabletas de chocolate, pasteles, galletas, cerveza, agua…Y eso no está permitido para consumo humano. Ellos alegan que los cogollos los venden como objeto ornamental o para infusión. Pero, por ejemplo, en 2018, la Junta de Centro ordenó destruir cientos de kilos de estas comidas». Solo en un año, se han cerrado 10 ‘grow shops’ en ese distrito. «Aunque luego reabren, pese a ser un negocio ilegal», insiste.
«Los jueces han autorizado la entrada y registro de los domicilios de dueños. Hemos encontrado marihuana en bolsas más grandes y traídas de otros países, como Francia e Italia. Luego la gramean y la venden en las tiendas. La compran por internet. En España, lo único que está permitido es la plantación del cannabis con fines médicos o científicos, con un contrato con una farmacéutica o una universidad, por ejemplo», especifica este experto de la Policía Municipal. Los vendedores, asegura, «mutan los paquetes». Ponen pegatinas blancas encima, al ser productos comprados fuera de nuestro país, eliminan la leyenda «contiene CBD» y la sustituyen por «aroma de CBD». O, directamente, la omiten.
El 27 de noviembre de 2020, el Comisionado para el Mercado de Tabacos prohibió a los estancos vender estos productos derivados del cannabis, con la excepción de los del cáñamo autorizados por la UE que sean extraídos solo de la semilla, no de la planta, que estén por debajo del 0,2% del THC. En cuanto a la venta por internet, en muchos casos el domicilio social son «sus propias casas y venden desde ahí».
La Asociación de Consumidores de Cannabis de Madrid defiende: «Nos encontramos en un limbo legal, pues si su posesión y consumo es legal en espacios privados, no lo es en la calle; su cultivo para autoconsumo es legal, pero no lo es para la venta a terceros. De ahí que el Código Penal español no considere delito el consumo, la posesión y el cultivo de marihuana y hachís siempre que sea para uso propio y no para el tráfico», dice, en referencia a los clubes.
En su web, la Asociación Madrileña de Estudios sobre el Cannabis tiene un extenso apartado sobre la «autodefensa legal ante una detención», con una guía sobre cómo actuar en los registros, el hábeas corpus o la declaración ante el juez.