El pueblo de Rasquera aprueba acoger una plantación de cannabis
Los habitantes dieron el sí a la iniciativa pero con una mayoría inferior a la que pedía el alcalde para no dimitir
.El alcalde de Rasquera muestra su satisfacción tras la votación 0 Comentarios
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El pequeño municipio de Rasquera (Tarragona) sigue enredado con el controvertido proyecto de su Ayuntamiento de acoger una plantación de cannabis para uso de los socios de una asociación de consumidores de Barcelona. La consulta popular organizada por el Consistorio para validar su iniciativa arrojó un resultado que contribuye a liarlo todo aún más. La gran mayoría de los 804 habitantes llamados a las urnas —un 56,3 por ciento— votaron ayer a favor de la plantación, pero en su día el alcalde, Bernat Pellissa y su equipo de gobierno, de ERC, se comprometieron a descartar esta iniciativa, y dimitir en bloque, si no lograban un mínimo del 75% de votos a favor en esta suerte de referéndum.
Ayer, sin embargo, antes de que acabara la jornada de votación Pellissa matizó que «haremos una lectura cuidadosa de los resultados y se tomarán las decisiones que se tenga que tomar». Y, al cierre de esta edición, aún no se había producido el anuncio de ninguna dimisión en bloque, lo que de producirse condenaría a Rasquera a ser gestionada por una comisión gestora hasta tener un nuevo gobierno salido de unas elecciones.
El pasado 29 de febrero, el alcalde y sus otros tres concejales que conforman el equipo de gobierno, de ERC, lograron aprobar en pleno la iniciativa de la plantación ya que los tres concejales de la oposición, de CiU, resultaron insuficientes. Luego, el primer edil aguantó el chaparrón de críticas de dentro y fuera del pueblo y reaccionó anunciando la celebración de la consulta popular para refrendar su idea, por un lado, y su decisión personal de darse de baja de ERC para despolitizar la polémica. Además, avanzó que si no lograba un mínimo del 75% de votos a favor de la plantación, el equipo de gobierno dimitiría.
Pellissa ha apostado fuerte por esta empresa pionera, inserta en un plan llamado «anticrisis». Un plan que contempla la cesión de una finca privada de siete hectáreas del pueblo a la Asociación Barcelonesa Cannábica de Autoconsumo (ABCDA) para plantar marihuana en invernaderos para el uso de sus socios. A cambio, el Consistorio cobrará 1,3 millones de euros en dos años, con lo que liquidará su deuda municipal, y se crearán 40 puestos de trabajo en el pueblo, entre directos indirectos.
Fuera el que fuera el resultado de la consulta popular, este pequeño municipio tarragonés iba a tener un problema. Legal y político. La Fiscalía de Tarragona abrió diligencias para escudriñar esta iniciativa desde que se aprobó en pleno el pasado 29 de febrero, aunque aún no ha concluido si es legal o no. Además, estos cultivos pueden ser objeto de persecución administrativa aunque no comporten un ilícito penal. Una invitación a que la Abogacía del estado, el Gobierno, la Generalitat, un partido o quién lo desee actúe, por ejemplo, impugnando el acuerdo del pleno que avaló la plantación.
Rasquera es ya un polvorín. El consuelo, si lo es: los más de 15 minutos de fama mundial cosechados con esta iniciativa. Periodistas de televisiones de Corea, la árabe Al Jazzeera, o France 2 estaban ayer en el pueblo.
Las horas previas a la consulta popular —que se hizo en base al padrón municipal y no al censo— también se han visto teñidas de polémicas. El portavoz municipal de CiU, Bernard Farnós, denunció que en los últimos días se había registrado un aumento del padrón municipal con «gente próxima» al gobierno municipal venida de fuera del pueblo. Además, también se censuró que el anuncio de la pregunta de la consulta no fuera explícito, en favor o en contra de la plantación de cannabis. Rezaba: «¿Estáis de acuerdo con el plan anticrisis aprobado por el Ayuntamiento de Rasquera en sesión plenaria?».
A todo esto, el alcalde Pellissa replicó que estudiará si emprende acciones legales contra la oposición por haber «injuriado» al equipo de gobierno y «ensuciado» el nombre de Rasquera con sus acusaciones.