Jungfraujoch, el tren a más altura de Europa
Turismo entre hielo y nubes
Jungfraujoch es la estación más alta de Europa, ubicada en Suiza a 3.454 metros de altitud. Cerca de 300 obreros trabajaron 24 horas diarias en 3 turnos, 6 días por semana durante 16 años, para que unos rieles desafiaran las leyes de la naturaleza permitiéndonos alcanzar sin ningún esfuerzo físico la Jungfrau cuya cima mide 4.158 metros.
Las maravillas del paisaje suizo se concentran en la región central llamada el Oberland Bernés, y el viaje en tren a lo alto de Jungfraujoch es el colmo de las excursiones a gran altura. A 3.474 metros, la terminal de Jungfraujoch ha sido durante más de un siglo la estación de tren más elevada del mundo y una de las excursiones más populares en Suiza, que a menudo se asemeja a la Grand Central Station en hora punta. Aconsejable es visitar este lugar pronto o tarde durante la temporada, para evitar la peor de las aglomeraciones, y disfrutará el placer de contemplar uno de los paisajes de montaña más asombrosos del mundo.
El edificio adosado a la roca es la estación de tren, el de la parte alta es un restaurante y mirador.
Uno de los pasadizos de la estación.
Hay paradas a lo largo del camino y cosas que hacer una vez que llegue allí, incluyendo una visita a las frías profundidades del famoso Eispalast (Palacio de hielo), una zona cavernosa tallada en un glaciar que presenta esculturas de hielo permanentes. Visite la Terraza de la Esfinge, desde la que las vistas de los picos de Mönch y Jungfrau sólo son superadas por los 22 kilómetros de extensión de hielo del glaciar Aletsch, el más largo de Europa.
Algunas figuras de hielo del Eispalast.
Diríjase al más alto de los restaurantes de Europa y deténgase para comer y encontrará un nuevo significado al término “alta” cocina. Cambie su ruta de regreso y tome el camino que pasa por la aldea de montaña de Grindelwald, que comparte su zona de esquí de primera clase con la igualmente adorable Wengen. Es una de las pistas de esquí más pintorescas de la región, situada de forma espectacular por debajo de la elevada cara norte del pico Eiger. En Interlaken, quédese en el Victoria-Jungfrau Grand Hotrel & Spa. Con un refinamiento y un servicio tan ligeros como un edredón y tan eficientes como un reloj suizo, el hotel es un monumento al lujo, aparentemente intacto desde que fue construido en 1865.
El Victoria-Jungfrau Grand Hotrel & Spa. Un buen lugar para terminar la jornada ¿Verdad?
