. . . ahora que estamos en pleno mundial no tiremos balones fuera, no veamos al enemigo en los sindicatos de clase, equivocamos el blanco si pensamos que son ellos el enemigo, el enemigo es la corporación, ese es el verdadero enemigo, la corporación y todos los gestores que han metido y que gracias a nosotros están sacando adelante su proyecto, las cosas les están saliendo porque ellos siguen con la hoja de ruta que se han marcado y están sabiendo manejar los tiempos, el conflicto está muriendo por inanición sindical, pero eso no significa que podamos prescindir de los sindicatos, de ninguna de las maneras, no podemos hacer ningún tipo de acción reivindicativa a titulo individual, son ellos los que tienen ese mandato representativo, no podemos estar llevando al contencioso cada resolución de la corporación a titulo particular, son los sindicatos los que deben de mover ficha en ese sentido, de manera que no nos equivoquemos, los sindicatos son necesarios, sobre ellos recae la responsabilidad de sacar este conflicto adelante, pero la corporación les está ganando la partida, no están sabiendo mover sus fichas y la corporación, dejando que el tiempo juegue a su favor, simplemente con eso nos están ganando, el tiempo ha forzado el efecto dominó y las horas, como un cáncer que son, se extienden inexorablemente por todas las unidades y con ello los palotes y con esto se cumplen los objetivos y todo vuelve al principio y nos volvemos a colocar nosotros mismos en una situación de debilidad, hasta que no seamos conscientes de nuestra fuerza, de que la llave de todo está en nuestras manos y seamos capaces de vencer al tiempo, que nos puede y nos va llevando a las horas extra no hay nada que hacer, el problema es que desde los propios sindicatos han permitido, cuando no alimentado, el que los policías vuelvan a las horas, con esto el conflicto se muere definitivamente y la corporación toma nota de ello, da igual lo que nos hagan, al final, con el simple paso del tiempo volemos al redil, volvemos a las horas y a los palotes . . .