Miles de policías municipales vuelven a protestar por un ?injusto convenio?
Uno de los manifestantes se desnuda acompa?ado de otro con la máscara de Gallardón / REUTERS
M. I. SERRANO / D. CALLEJO | MADRID Actualizado Martes , 03-11-09 a las 14 : 47
En torno a 4.000 personas, entre policías municipales, bomberos del Ayuntamiento y agentes de movilidad, han abarrotado hoy el tramo comprendido entre Atocha y Cibeles desde las 11 de la ma?ana. La razón, la que con insistencia vienen esgrimiendo los sindicatos policiales desde hace tiempo: la negociación del nuevo convenio, en el que se ampliarán los horarios y se modificarán las subidas de salario.
Entre numerosas apelaciones e insultos al alcalde madrile?o, Alberto Ruiz-Gallardón, los policías reclamaban un ?trabajo digno?, recalcando que su protesta no viene motivada por cuestiones monetarias. Quieren una ?negociación justa? para evitar el ?injusto convenio? que les quiere imponer el Ayuntamiento de la capital.
Para dejar claro que ?el alcalde quiere dejar desnudos a los ciudadanos de seguridad?, uno de los manifestantes se ha desvestido y, ataviado únicamente con una cadena al cuello, ha ?posado? tanto en Atocha como en Cibeles, al término de la manifestación, cuando ha vuelto a quitarse la ropa. También eran habituales las caretas que imitaban a Gallardón o a ?Vampirón?, como algunos le denominaban en una manifestación que, en términos generales, ha transcurrido con tranquilidad.
?Como una empresa privada?
Además de reclamar unos turnos similares a los actuales, sin cambios, y una subida de sueldos fija y no por méritos, como pretende el consistorio, los policías también han denunciado la situación de algunos compa?eros interinos, ya que su situación es muy inestable y ?nos pueden echar a la puta calle cuando quieran, como si esto fuera una empresa privada?, protestaba uno de los asistentes. ?Somos de los ciudadanos, no de los políticos?, apostillaba otro.
Una vez finalizada la protesta, en torno a las 13 horas y con el caos del tráfico restringido aún en pie, los asistentes han comenzado a lanzar petardos de manera descontrolada, creando un molesto ruido y, además, poniendo en peligro a alguno de los transeúntes que por allí pasaban, ya que la pólvora les pasaba casi rozando.