los funcionarios, administradores y proveedores que colaboraron dócilmente sólo porque creyeron que su posición dentro de un engranaje mayor les eximía de toda reflexión.
Es esa peligrosa mansedumbre del hombre que no quiere pensar, que rehúsa tomar partido, que se conforma con acatar órdenes y cumplir con su mal entendido deber, la que en cualquier momento puede prender la llama de una nueva sinrazón, en toda época y circunstancia. Mantenernos alerta ante ese riesgo, someter al ejercicio de la razón moral todos y cada uno de los actos que realizamos o se nos requieren, es una obligación cívica que después de Auswichtz nadie puede ignorar.
Pero que reflexiones más profundas, estoy totalmente deacuerdo con ellas, Señor Gallardón, gracias por al fín darme la razón todo por lo que llevo luchando tanto tiempo es eso, ójala le hagan caso y termine con esos funcionarios que creyéndose parte de un engranaje mayor, acosan a sus subordinados o aceptan sobornos a cambio de favores, ójala pueda usted acabar con esa peligrosa mansedumbre de los hombres que no quieren pensar,
, se ha lucido, le aplaudo sus palabras
Espero y deseo que aplique usted esa filosofía en el ayuntamiento que DIRIGE, pero claro una cosa es hablar y otra cosa actuar, ¿verdad o mentira?