El amor de un perro es eterno e incondicional, porque no conocen otra cosa más que ser sencillos, simples y directos, ¿no crees que la vida debe ser así? Recuerdo que un día un sabio dijo: “La vida es difícil porque la hacemos difícil”. Y creo que tiene toda la razón. La vida es bella, y debemos ser ingenuos, inocentes, consientes y éticos, tal y como los perros nos enseñan a vivirla.