VALLADOLID
Lecciones de mano izquierda
Los policías aprenden técnicas de 'judo verbal' para evitar el uso de la fuerza
27.09.10 - 00J. SANZ | VALLADOLID.
Tres agentes realizan un ejercicio práctico de 'judo verbal' en la academia de la Policía Local. :: R. OTAZO
Ocho de cada diez ciudadanos inmersos en un altercado colaboran mejor con los policías que intervienen en un conflicto cuando los propios agentes muestran un poco de mano izquierda. Y eso, al margen de la personalidad de cada uno, puede entrenarse a través de una técnica importada de Estados Unidos denominada 'judo verbal' y que aglutina distintos métodos psicológicos, de inteligencia emocional y de pensamiento zen.
Medio centenar de policías nacionales y locales y guardias civiles asistieron la semana pasada al primer curso de esta especialidad que se imparte en la capital de la mano del Sindicato Unificado de Policía (SUP) y Comisiones Obreras. Su profesor, un inspector del Cuerpo Nacional, resume que se trata de enseñar a los agentes «a utilizar correctamente el mensaje verbal y los gestos físicos que transmiten para resolver los conflictos verbales que se les presentan en la calle». El objetivo último es «evitar que una tontería acabe con una detención por resistencia o desobediencia».
Los entrenamientos de mano izquierda pura y dura incluyeron prácticas realistas interpretadas por los propios agentes. «A veces nos encontramos con casos tan tontos que pueden complicarse como pedirle a alguien la documentación y que baje del coche y que se niegue», explica el docente. La solución, a su juicio, pasa «por explicar bien el motivo de la parada acomodando la voz y el lenguaje no verbal y si se niega, hay que ofrecerle opciones y agotar todas las vías para que el ciudadano haga lo que nosotros queremos que haga porque él mismo, convencido, quiere hacerlo».
La técnica, que funciona en Estados Unidos desde hace 25 años, ha demostrado allí su funcionamiento. «Sabemos que siempre hay uno de cada diez ciudadanos que no colabora, pero hay que trabajar la voz, la cadencia, el volumen, los gestos y nuestra propia presencia física para no generar más problemas de los que ya hay», sentencia.
Y para ello maneja el concepto 'PACE (Problema, Audiencia, Contrariedades y Ética)'. «Si damos respuesta estos puntos tendremos la situación dominada», explicó el profesor a los alumnos presentes en la academia de la Policía Municipal.
En cuanto al primer punto, el docente señala que se trata «de verlo siempre como un problema profesional» y ofrece el truco de «plantearlo desde el punto de vista de la audiencia», es decir, «no entrar nunca con el punto de vista personal» sino «escuchar, entenderlo, explicarle los motivos de la intervención y, si es posible, ofrecer soluciones».
No entrar al trapo
Todo depende, claro, de la audiencia con la que se encuentra el agente de turno: «La gente siempre cambia al vernos llegar si imponemos una posición de autoridad», señaló el profesor antes de reconocer que a él mismo se le «suben las pulsaciones si le para un guardia civil». La idea, aclaró, es «proyectar el poder de forma positiva, no entrar al trapo cuando algo no nos gusta y no perder la profesionalidad».
Pero en plena intervención siempre surgen contrariedades (tercer concepto). «Pueden insultarte, pero esos obstáculos hay que ignorarlos, rodearlos y usarlos en tu propio beneficios con esquivos verbales, una mente abierta y siendo flexibles».
La ética, por último, consiste en proyectar «la cara profesional», que es la que ven los demás, e «intentar dar un servicio sin conflictos».
Cincuenta agentes, por ahora, ya aplican estas técnicas en las calles y carreteras de Valladolid.