La Policía que no quiso Carmena: más de mil arrestos, 550 armas incautadas y un centenar de desalojos conflictivos
Las UCS han ejecutado casi un centenar de desalojos conflictivos, entre ellos los de La Dragona o La Quimera
La Policía Municipal irrumpe en una fiesta ilegal durante la pandemia ABC
AITOR SANTOS MOYA
Madrid
09/04/2023 a las 22:47h.
Hace algo más de un año, la tarde del 6 de abril, un grupo de agentes de las Unidades Centrales de Seguridad (UCS) acudió a comunicar a un hombre de 51 años el desalojo del bar que regentaba en la Cañada Real. Un juez había autorizado previamente el derribo del local Las Rumanas, por lo que los llamados antidisturbios de la Policía Nacional tocaron a la puerta para despejar el camino a las máquinas excavadoras. Pero lejos de atender al requerimiento, el propietario se atrincheró dentro con un rifle, y abrió fuego. «Nadie estaba preparado para un tiroteo a ese nivel, utilizó un calibre 300 para rifles de caza», recordaría meses después el oficial de las UCS José Ángel Rico.
El individuo disparó al aire en al menos cuatro ocasiones mientras aseguraba tener a dos menores como rehenes. Tuvieron que pasar hasta cinco horas para que los GEO le pusieran los grilletes tras salir del bar con los brazos en alto. Por esta actuación, el Cuerpo Municipal condecoró en su último patrón a los agentes desplegados de las UCS, unas unidades 'antidisturbios' creadas hace dos décadas por el exalcalde Alberto Ruiz-Gallardón, y a las que el Gobierno de Manuela Carmena colocó en su punto de mira nada más ganar las elecciones de 2015.
El 6 de abril de 2016, el área de Seguridad amortizó 78 puestos de policías ocupados y creó otros tantos, adscribiendo provisionalmente a los ocupantes de estos puestos amortizados; y cambió el destino de 121 agentes, entre otros términos. En la práctica, suponía la supresión de los 'antidisturbios': los dos grupos de las UCS se eliminaron en dos fases, repartiéndose sus miembros entre las plantillas de las 22 Unidades Integrales (una por distrito, excepto las dos que tiene Centro). Y para paliar el hueco dejado, se introdujo la Unidad de Apoyo y Seguridad (UAS), que vendría a realizar labores de contención de masas pero sin competencias en materia de orden público, lo que relegaba su función a un mero refuerzo en eventos especiales y multitudinarios.
Desde 2020, la Policía ha desmantelado en Marconi dos almacenes okupados, unas 60 infraviviendas y 70 fumaderos
Pese a la polvareda levantada en el seno de los sindicatos e incluso una sentencia judicial que ponía en entredicho la medida, lo cierto es que el consistorio de Carmena mantuvo el desmantelamiento con el objetivo de lograr «una Policía Municipal menos represiva». Así, no fue hasta que José Luis Martínez-Almeida se hizo con el bastón de mando, en mayo de 2019, cuando las UCS volvieron a prestar un servicio no tan prescindible. Al menos a tenor de los resultados: en cuatro años han practicado más de mil detenciones, levantado alrededor de 3.000 actas relacionadas con drogas, incautado 550 armas y participado en cerca de un centenar de lanzamientos conflictivos, entre ellos los edificios okupas de La Ingobernable, La Dragona y La Quimera.
En este mandato, el área que dirige Inmaculada Sanz casi ha duplicado los vehículos destinados a la unidad, de 23 a 41, dotados con un carrozado específico (rejas, luces led de alta visibilidad, sistemas de grabación de imágenes CCTV…); y se han actualizado los ya existentes con elementos de protección. A ello se suma la adquisición de nuevo material (cascos de protección individual y balística, escudos más ligeros y de asalto...) y el reparto de los primeros dispositivos electrónicos de control DEC, las conocidas como pistolas táser.
Desde febrero del año pasado, los agentes de las UCS también han recuperado el uniforme negro, el mismo color que lucieron en su origen. La diferenciación respecto al azul viene dada por motivos preventivos y visuales, así como aspectos operativos en el desarrollo de las funciones de apoyo a las Unidades Integrales de Distrito (UID). «El ciudadano percibe que se encuentra ante un grupo especializado y los propios mandos saben dónde se encuentran los integrantes de su equipo», subrayan en el área. Por ello, se sustituyó además la gorra de la Unidad de Protección Ciudadana Nocturna por una boina azul.
La consolidación quedará sellada con el próximo ingreso de 101 policías, seis de ellos oficiales, a través de un concurso específico de méritos. Las UCS han participado en todos los actos masivos que se han desarrollado en la capital desde su vuelta: la Cumbre de la OTAN, el Orgullo Gay, dispositivos de Navidad y otras fiestas, competiciones deportivas y operativos de control del ocio nocturno y de choque contra la criminalidad. Entre sus intervenciones más destacadas se encuentra la efectuada en 2021 contra la lacra de los narcopisos en la UVA de Hortaleza.
Fuerza de choque en la pandemia para frenar el virus
La crisis sanitaria motivada por el Covid provocó que las Unidades Centrales de Seguridad (UCS) orientaran su labor principalmente al control de las medidas legales establecidas para bloquear la expansión del patógeno como consecuencia del estado de alarma, decretado en marzo de 2020. De este modo, sus agentes redoblaron esfuerzos para llevar a buen puerto grandes dispositivos de bloqueo de la movilidad de las personas o dar apoyo a las unidades territoriales para garantizar las medidas acordadas en relación a la actividad del ocio nocturno.
En aquella época, marcada por la incertidumbre y el miedo a las consecuencias de un patógeno mortal -sin precedentes en el mundo moderno-, destacaron también los controles en la zona de la Puerta del Sol, los operativos de Navidad o Semana Santa en 2020 y 2021 o la reapertura del histórico mercadillo de El Rastro después de ocho meses en el dique seco.
En una primera operación conjunta con la Policía Nacional, los agentes del distrito arrestaron a 29 personas, entre las que se encontraban los líderes del clan familiar que gestionaba la venta de droga en los inmuebles y tres menores de edad. Los casi 200 funcionarios activados irrumpieron en 11 narcopisos (de los cuales cinco estaban okupados), dos trasteros y tres invernaderos de marihuana. Asimismo, intervinieron una carabina, una catana, varios machetes y defensas extensibles; amén de la droga aprehendida: siete kilos de marihuana, uno de hachís y 25 gramos de cocaína.
Y dos meses después de aquello, los mismos indicativos de la Unidad del Distrito de Hortaleza volvieron a la zona, apoyados esta vez por dos equipos de las UCS. Los uniformados identificaron a 97 personas, levantaron cuatro actas por tenencia de sustancia estupefacientes y dos denuncias por intervención de armas, retiraron diez vehículos con grúa por constar como robados, no tener el seguro, la ITV y la documentación en regla, y retiraron un total de 2.200 kilos de enseres de los pisos usurpados que fueron recuperados en la citada actuación inicial.
Esta y otras labores evidencian que las UCS han evolucionado hacia una unidad de respuesta táctica capaz de hacer frente a los incidentes más complejos. Junto a la Unidad de Protección Nocturna, representan ahora el perfecto complemento al resto de equipos frente a situaciones violentas o de emergencias no previstas. La misma Policía que no quiso Carmena.