LE VAMOS A HACER UN CONJURO ¿NO?
PUBLICACIÓN EN EL MUNDO, A LO MEJOR LOS FUNCIONARIOS DEBERIAMOS DEJAR DE COMPRAR EL MUNDO
Salvador Sostres
Queridos funcionarios
13 MAY 2010 08:00
América que nos salvó en Normandía y en Bosnia nos ha salvado ahora, aunque sólo sea simbólicamente de los funcionarios, y gracias a la charla que el líder del mundo libre le dio a Zapatero el martes por la tarde, ayer por la mañana anunciaba Zapatero que no sólo congelaba el sueldo de los funcionarios sino que lo rebajaba un 5 por ciento. Es poco, pero es algo.
El aparato del Estado, con todas sus ramificaciones, es lo más siniestro, lo más opuesto a la libertad. Y por supuesto, resulta un cáncer para la economía que no sólo recorta sino que mata su crecimiento. Estamos rodeados de funcionarios altos, medios y bajos, de burócratas, de ministerios que no sirven para nada, de cargos de confianza y de extraños personajes que todo lo tienen extraño menos el sueldo que cobran, que lo pagamos nosotros. La cosa pública es una plaga
Los americanos, pese a todas sus limitaciones y a todos sus matices, y pese a que Obama es un pobre socialdemócrata, lo entienden mejor que nadie.
Ayer Zapatero anunció que recortaba un 5 por ciento el sueldo de los funcionarios. Algún día no tendrá más remedio que rebajarlo hasta un 15 por ciento y reducir en no menos de un 40 por ciento la plantilla de funcionarios que hoy hay en España. Se acabó que paguen trabajadores por gandules, se acabó es despilfarro. Alemania está harta de pagar y ya no se siente culpable.
Que el colegio público deje paso a la escuela concertada y no hace falta que los maestros sean funcionarios. Una medida entre tantas.
Queridos funcionarios, vuestra hora ha llegado. Y no inspirais ninguna lástima.
Estos funcionarios que cuando les ha convenido se han llenado la boca de discursos solidarios y que han sido incapaces, durante todo este tiempo de crisis, de tener un solo gesto, un solo detalle de ternura con tanta gente que, a diferencia de ellos, no tienen el trabajo asegurado y lo han perdido. He visto a los funcionarios reclamar no se cuantas cosas y quejarse por todo. Nunca les he visto siendo generosos. Que este recorte -del que me alegro tanto- les haga reflexionar un poco.