DETENIDA Y FICHADA POR LLAMAR A OTRO “LAMECULOS DE VALCÁRCEL”
Laura Sánchez nunca pensó que sus críticas y sus comentarios hacia un libro, su autor, y su mentor, le costarían pasar por la comisaría de la calle Ceballos de Murcia como una delincuente. Con 34 años y tres hijos, vive en Murcia y estudia Historia del Arte, y una de sus grandes pasiones es el mundo de la escultura procesional.
Hace un año le presentaron a Antonio Barceló López, un señor de Murcia que escribe libros sobre la Semana Santa, “financiados por el interés de Carlos Valcárcel Siso, y cuyo contenido deja mucho que desear”.
Laura se registró en un foro de la Semana Santa murciana, donde se anunciaba la presentación de un libro de Barceló, al que criticó en varias ocasiones hasta que fue censurada en dicho foro: “Critiqué sus textos y comenzó una persecución hacia mi persona. He recibido amenazas. Me han humillado en público diciendo todo tipo de desprecios contra mí y mi condición sexual. Es más, me han querido quitar de en medio por denunciar públicamente comportamientos de índole sexista y machista por parte de las cofradías y la iglesia”, dice Laura.
Indignación
Admite que su indignación crecía al conocer que se habían gastado 9.000 euros en la publicación de un libro que en su opinión, “es un bodrio”. Y que esa financiación se había conseguido gracias al interés personal de Carlos Valcárcel Siso. De hecho, tanto Carlos como su hermano Ramón Luis Valcárcel fueron los presentadores de lujo de la publicación de Antonio Barceló.
Esa rabia la llevó a criticar a la CAM y el ayuntamiento de Murcia, que habían puesto el dinero. “Me limité a denunciar que una institución como la CAM, que se encuentra en quiebra técnica y que actualmente no concede ni un crédito, le dio por medio de Carlos Valcárcel, 6.000 euros a este señor para financiar su capricho en forma de libro que no se vende y por el que se muestra poco interés. Igual hizo el ayuntamiento de Murcia con otra aportación económica, cuando todos sabemos que hay cosas más importantes ahora y muchas asociaciones que no consiguen una subvención”.
La indignación siguió creciendo y llegó a llamar en los foros “lameculos de Valcárcel” e “hipócrita” al autor pasional Antonio Barceló. “El ahora se dedica a humillarme públicamente, y me ha denunciado por mis comentarios que siempre fueron en tono satírico y jocoso. Además va difundiendo mentiras sobre mí que me están perjudicando a la hora de encontrar empleo”.
Persecución
Laura Sánchez asegura que está sufriendo una persecución en toda regla, social y policial, por decir lo que piensa. Pero nunca creyó que sería detenida y fichada como un peligroso delincuente por mucho que la policía insista en que se trata de algo “normal”.
Acudió a una citación de la policía nacional, concretamente de la Brigada de Delitos Tecnológicos. Ella imaginó que podría ser por algún que otro comentario vertido en el foro y sin darle más importancia se presentó sin abogado.
“Me fui sola porque no esperaba más que unas preguntas”. Pero al llegar a comisaría le informaron de qué se trataba y que estaba detenida. Le leyeron sus derechos delante de una abogada de oficio. “Creí que me moría… por unos momentos me evadí tanto que pensé que me despertaría y no estaría allí”.
Pero aunque no se lo pudiera creer, sí estaba allí: “Me temblaban las piernas y la ansiedad crecía por momentos hasta hacerse insoportable al bajar a hacer la reseña, como lo llaman, que es tomarme las huellas dactilares, y no sé cuantas fotos me tomaron porque perdí la noción del tiempo”, recuerda Laura.
“Allí estaba yo, junto a un policía que amablemente me acompañó durante todo el proceso de la detención y que me miraba reflejando su impotencia y su incomprensión ante los hechos, pero que me tranquilizaba diciendo que es el procedimiento normal y que no hay que ser criminal para pasar por allí… Yo no sé si hay que ser un criminal, pero es el peor momento que he pasado en mi vida”.
Fichada
Después de ser rigurosamente documentada, es decir, fichada con las huellas dactilares y varias fotografías, todo de lo más normal, fue trasladada a otra dependencia: “Al subir a otra oficina, me vine abajo, sin fuerzas, sin poder casi respirar, había aguantado lo indecible por no derramar ni una sola lágrima delante de la policía, aguantando el tipo como podía, intentando que mis tacones no me fallaran porque casi no me tenía en pie”.
Fue interrogada por sus presuntas peligrosas acciones contra altos miembros de la sociedad murciana. Atónita, la escuchaba su abogada de oficio, que tampoco entendía mucho de qué iba todo esto.
Laura no daba crédito a lo que estaba pasando. Se encontraba detenida, sus tres niños sin saber de ella, y llevaba horas en comisaría, junto a delincuentes “de verdad”. Hasta que un sagaz detective policial le dijo “que no era una persona peligrosa, no tenía antecedentes ni nada, faltaría más, y me pusieron en libertad”.
Hasta ese momento no sabía su destino. “Yo pensé que esto sucedía en las películas, y así se lo transmití a los agentes… era tan desproporcionado que me denunciasen por injurias, por llamarle a un tío hipócrita y lameculos y por criticar su libro”. Recuerda que “la incredulidad de la situación me impedía salir corriendo, eso y seguro que me meten en un calabozo por darme a la fuga o algo así. Cuando salí de la comisaría, lloré y lloré sin parar y me prometí a mi misma que cuando recuperara la dignidad que se había quedado en ese sótano junto a los calabozos denunciaría esto, donde fuera”.
Los protegidos
Ahora Laura Sánchez entiende que la gente no se atreva “con los protegidos de Carlos Valcárcel, personas muy poderosas de Murcia a las que se les consiente todo. No iban a permitir que una niña como yo pusiese encima de la mesa los chanchullos que se traen entre manos y como utilizan sus influencias como les conviene”.
Ha criticado el mundo de la Semana Santa que tanta pasión despertaba en ella: “Es un mundo de hombres, señalados a dedo, donde todos saben que hace uno y otro y callan por lo que hacen ellos. ¿Me entiendes?. Nadie se atrevía a decirlo, hasta que llegué yo”.
Laura mantiene que “Carlos Valcárcel está detrás de todo este embrollo, primero por el tema económico y luego por el personal, y no quiere que sus hombres de confianza se vean envueltos en asuntos turbios”.
En los foros de Semana Santa que ha revisado VMPress, algunos usuarios critican la moderación del foro por actuar como “la Santa Inquisición”. Uno de ellos dice, textualmente: “Como no se dónde ponerlo, aquí dejo constancia de mi malestar por la censura que vuelve a estar presente en este foro al banear a Magdalena penitente (Laura). En primer lugar por el simple hecho de coartar la libertad de expresión de quien sea y además porque aunque no esté de acuerdo con sus opiniones algunas veces, era de los pocos foristas que le daban vidilla al foro, yo de hecho las mas de las veces entraba para ver que nos contaba de nuevo. Pero eso de usar el Cucal para matar al primer Pepito grillo que aparezca tirando de las orejas a los políticamente correctos me parece una actitud fascista”.
Santa Inquisición
Otro forero escribe: “Este foro parece la Santa Inquisición. Pues nada ustedes coman el foro con patatas y ahora, que me vaneen o como pijo se diga. Ánimo magdalenapenitente1”.
Antonio Barceló presentó su libro Semana Santa de Murcia II, Los Artistas de la Pasión. ·”La presentación corrió a cargo de Don Carlos Valcárcel Siso y don Carlos Peñafiel de Rio. El broche de oro lo puso el presidente de la Comunidad Autónoma don Ramón Luis Valcárcel Siso”, dicen las crónicas.
Laura no estuvo en la presentación del prestigiado libro procesional. Pero lleva su particular via crucis. Ahora tiene miedo de lo que le pueda pasar a ella o a sus hijos, de las represalias que están por llegar, pero tiene claro que debe vivir su vida con ¡dignidad!.
VMPress tiene en su poder el documento policial con la declaración de Laura Sánchez, en el que el interrogatorio de la policía se limita a preguntar por comentarios en foros. Un documento que reproduciremos en su integridad en los próximos días.
Esta es la Murcia que vivimos. Un mundo paralelo a la Gomorra que contaba el periodista italiano Roberto Saviano en su polémico libro. Un forma de vida muy parecida a la Italia mafiosa que describe. Eso sí, sin pistolas. Pero todo se andará.