Antidroga concluye que el marido de la alcaldesa de Marbella ayudó a su hijo a blanquear siete millones del narcotráfico
Lars Broberg estuvo casado más de 30 años con Ángeles Muñoz bajo la apariencia de un empresario de éxito al que afloró un lado oscuro: no hablaba de negocios por teléfono, recibió un chivatazo, se deshizo de propiedades tras saberse investigado y participó de adjudicaciones en Marbella a amigos
edro Águeda
17 de febrero de 2024 22:13h
Actualizado el 18/02/2024 05:30h
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La Fiscalía Antidroga considera acreditado que la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, convivió durante años con una persona, su esposo ya fallecido, que blanqueaba dinero procedente del narcotráfico. El escrito de acusación de la fiscalía especializada solicita 22 años de cárcel para el hijastro de Ángeles Muñoz y concluye que su padre, Gunnar Broberg, prestó su “colaboración” en el blanqueo de 7.300.820 euros obtenidos del tráfico de cannabis procedente de Marruecos.
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En su escrito de acusación, la fiscal añade que no especifica la pena que hubiera pedido contra Lars Broberg porque su fallecimiento en marzo de 2023, a los 79 años, motivó que quedara fuera del procedimiento. Por el delito de blanqueo de capitales en el que el padre habría participado, su hijo Joakim se enfrenta a una petición de la Fiscalía de siete años de cárcel. El Ministerio Público pide además para el hijastro de Muñoz 11 años como jefe de una organización dedicada al tráfico de drogas, y cuatro años por un delito de cohecho, por sobornar a un policía municipal que había sido escolta de su madrastra.
Desde que elDiario.es desvelara en octubre de 2022 el procesamiento de los Broberg en este caso contra una delegación de la Mocromafia sueca, Ángeles Muñoz ha querido exhibir distancia con Joakim, su hijastro, y ha defendido la inocencia de su marido. Lars Gunnar Sune Broberg era un constructor de la zona, especializado en el negocio de las urbanizaciones y el golf, al que Muñoz responsabilizaba del lujoso estilo de vida que siempre ha llevado ella y su familia.
Casados de segundas nupcias hace más de treinta años, no hay rastro de Lars Broberg antes de su vida con Muñoz, más allá de que fue detenido en los años ochenta por infracción de la Ley de Extranjería y falsificación de matrículas. En público, Broberg era un empresario del que presumía el Partido Popular, por atraer lujo y riqueza a Marbella. En la intimidad que revelaron los pinchazos del caso asomaba una faceta más oscura de Lars, un plano que toda la plana mayor del PP andaluz parecía ignorar cuando fueron a presentar sus respetos en el funeral del pasado marzo.
“Aprende de tu padre: no hables por teléfono”
Diego López es un ambicioso político local del PP, de 43 años, concejal de Obras y Medio Ambiente, al que Ángeles Muñoz ha empoderado en esta legislatura sumándole las competencias de Limpieza y Playas. En una conversación intervenida por la Policía en 2019, Joakim Broberg llama al concejal para presentarle una persona que puede ofrecerle “un producto” para una de sus áreas del Ayuntamiento. López le corta abruptamente y le cita en persona. “No hables por teléfono, a ver si aprendes de tu padre”, le dice. Según Diego López, que ha hecho toda su carrera política al lado de Ángeles Muñoz, al próspero empresario marido de la alcaldesa, por alguna razón, no le gustaba hablar de según qué cosas por teléfono.
El último hito del proceso judicial contra los Broberg ha sido el escrito de acusación de la Fiscalía Antidroga, que vuelve a insistir en la participación del marido de Muñoz en tres operaciones de blanqueo de capitales. La primera de ellas responde a un cambio de propiedad entre Joakim y otro de los acusados, como pago por una deuda de drogas, para la que se habría utilizado una empresa de Lars Broberg en Gibraltar. Se habrían blanqueado 3 millones de euros.
El marido de Muñoz también habría puesto sus empresas a disposición de otra operación de blanqueo con pagos de pequeñas cantidades a un importante número de sociedades, que sumarían 1.397.000 euros blanqueados. Por último, un préstamo inmobiliario y la suma del tráfico de divisas, en relación con la compra fraudulenta de otra residencia de lujo, hacen que los investigadores añadan otros 2.009.820 euros a la cantidad total que el marido de la alcaldesa de Marbella habría blanqueado de la droga.
Lars Broberg no siempre cumplía su regla de hablar los asuntos delicados en persona. Quizá porque no esperaba que la Policía tradujera la conversación del sueco, el 28 de octubre de 2019, el padre llama al hijo con urgencia. En el idioma materno de ambos, Lars le dice a Joakim: “Escucha, este que estás sujetando está intervenido”. El hijo contesta que lo sabe y que por eso tiene un tercer terminal.
Broberg Jr. no podía imaginar que los servicios de Información franceses terminarían penetrando en el servidor de Encrochat, la empresa que le vendió ese otro móvil, obteniendo la mayor captación de información sobre el narcotráfico en toda Europa hasta el momento. Y que todo lo que decía y enviaba por ese teléfono acabaría en manos de la Policía española.
La conversación entre los dos Broberg denota la existencia de un chivatazo que les puso en conocimiento de la investigación contra ellos. La Fiscalía Antidroga y la Audiencia Nacional restaron importancia al asunto y no investigaron el soplo. Fuentes del Ministerio Público aseguraron a elDiario.es que filtraciones así son frecuentes en causas de esa magnitud, con tantos actores implicados, y más aún si se hace en colaboración con otros países, como en este caso con Suecia.
La difícil convivencia de la relación matrimonial de una alcaldesa y un empresario de la construcción de la zona, la política y los negocios acabó en los juzgados hace dos décadas. Muñoz ordenó en 2008 el plan urbanístico de la ciudad regalando terrenos a la localidad anexa de Benahavís. Las modificaciones en los planos beneficiaron a una empresa, Vega Colorado, de la que fue administrador único Lars Broberg. La causa judicial por aquella recalificación acabó en el Tribunal Supremo que, una década después, terminó archivando el caso y exculpando a Muñoz.
Lars Gunnar Broberg fue detenido en febrero de 2021 en la operación contra la organización de tráfico de de drogas de su hijastro. Quedó en libertad sin pasar a disposición judicial por su ya delicado estad de salud. Ángeles Muñoz realizó entonces una comparecencia pública defendiendo la inocencia de su marido y advirtiendo que todo quedaría “negro sobre blanco” cuando se levantara el secreto del sumario. A continuación acusó a la oposición de querer “dañar” su imagen y la de Marbella.
La investigación continuó en secreto hasta su conclusión por decisión del juez Manuel García Castellón. En octubre de 2022, elDiario.es reveló que Lars Broberg había sido procesado por pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico, pero que quedaba fuera del procedimiento porque el juez consideraba que no estaba en condiciones para defenderse.
Este periódico comenzó a publicar entonces una serie de investigaciones sobre la participación de Lars Broberg y su hijastro en la trama de narcotráfico y blanqueo procedentes de un sumario que había permanecido bajo secreto. Ángeles Muñoz achacó las informaciones a una estrategia de la oposición política por la proximidad de las elecciones y se querelló contra elDiario.es.
El auto de procesamiento de Lars Broberg ya incluía la descripción de las tres operaciones de blanqueo de capitales en las que habría participado el marido de Muñoz. La Audiencia Nacional ratificó esos indicios al confirmar el auto de procesamiento, en enero de 2023. Dos meses después, Lars Broberg falleció consecuencia de sus graves problemas de salud.
“Tenemos la jodida Andalucía”
El sumario de la investigación a los Broberg contenía un episodio que el secreto decretado por García Castellón había impedido conocer. La Policía había solicitado al juzgado abrir una línea de investigación por los indicios de corrupción con los que se topó al intervenir el teléfono al hijastro de Ángeles Muñoz. Llegó a recoger esos indicios de corrupción hasta en tres informes.
En el primero de ellos, fechado en julio de 2019, la unidad que actuaba en funciones de policía judicial comunicaba al juzgado: “Dados los hallazgos resultantes de la intervención del teléfono de Joakim Broberg que se comunican en el presente, se solicita que se amplíe la investigación a los delitos de cohecho, prevaricación y tráfico de influencias”.
Entre esos “hallazgos” policiales está la conversación interceptada el 29 de mayo de 2019, tres días después de las elecciones municipales, entre Joakim Broberg y uno de sus socios, Mark Homen. El hijo de la alcaldesa de Marbella, que acaba de revalidar su victoria, le dice a su socio: “Porque ahora hemos ganado nosotros también. Porque ahora tenemos la Junta de Andalucía. Tenemos Marbella. Tenemos Estepona. Tenemos todo. La ciudad es nuestra. Básicamente, tenemos toda la jodida Andalucía”.
Broberg está explicando a su socio que tiene sentado al lado, en un bar, a un funcionario de Benahavís que en el pasado les había concedido unas licencias. La Policía comenzó su investigación e identificó al funcionario y las concesiones municipales. Para los policías, la conversación es “muy esclarecedora”. Un compañero que sustituía a la fiscal del caso avaló que se abrieran esas investigaciones por corrupción en un escrito de trámite en pleno agosto. A su regreso, María Dolores López Salcedo, la fiscal titular, ignoró la petición de la Policía. El Juzgado hizo lo mismo.
La madrastra y el presunto traficante
La distancia que Muñoz ha querido exhibir con su hijastro se pulveriza en otras conversaciones telefónicas recogidas en el sumario. El 30 de octubre de 2019, en plena investigación judicial de esta delegación de la Mocromafia sueca, Joakim Broberg pidió ayuda a su madrastra y Muñoz le organizó una reunión con Félix Romero, su número dos en el Ayuntamiento, “Vale, un beso. Ahora le voy a mandar un mensaje para recordárselo”. Con estas palabras se despedía Muñoz de Joakim en una conversación sobre la reunión que mantendrían el teniente de alcalde Félix Romero y un socio de su hijastro, de nacionalidad rusa,, al que la Policía consideraba su “testaferro”.
En uno de sus informes, la UDEF expuso: “De las conversaciones telefónica interceptadas a Joakim Broberg se desprende la gran influencia que tiene el sueco en las decisiones del Ayuntamiento de Benahavís sobre cuestiones urbanísticas y esto es debido a las relaciones de parentesco con la regidora marbellí, localidad limítrofe y de la cual también fue alcaldesa [en realidad teniente de alcalde] en el pasado (entre los años 95 y 98). Esta influencia la utilizaría [Joakim Broberg] en su propio beneficio, contando con la colaboración de personas de su círculo cercano”.
La difícil convivencia entre el amor, la política y los indicios de delito se concentra en otras informaciones de la investigación realizada por elDiario.es a partir del procesamiento de Lars y Joakim Broberg. Muñoz incrementó de forma considerable su patrimonio en julio de 2020 gracias a al hacerse con el 50% de una sociedad propiedad de su marido que hasta ese momento tenían a medias. Con esta operación, Broberg se deshizo de propiedades objeto de posible embargo en un momento en el que ya conocía de forma subrepticia que era objeto de una investigación secreta de la Audiencia Nacional.
